EN CORTO
José Luis Avendaño C.
Pelo suelto chino
Ahora que el presidente de China, Xi Yinping, estuvo
en México (antes de enfrentarse con Barack Obama), dentro de una gira
que comprendió, además, Trinidad y Tobago, y Costa Rica, vale
preguntarse, al margen de la diplomacia, ver los alcances de la
geopolítica –la política es economía— del país asiático, y cómo nuestro país busca no depender de un solo mercado. De esta manera, los intereses de ambos se empalman. Mientras China sale de compras, México busca reposicionarse en el mundo, después de dos sexenios de una errática presencia.
En 1875, el cubano José Martí, que algo sabía de la dependencia, recién llegado a México, dijo: “Quien dice unión económica, dice unión política. El pueblo que compra, manda. El pueblo que vende, sirve. Hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad”. Se transitaba del colonialismo al neocolonialismo.
En tanto, prosigue la crisis, y México, que se creía blindado, muestra grietas, fisuras, hoyos y baches en su estructura económica. Así, “bache”, llamó el gobernador del Banco de México, Agustín Cartens, a la desaceleración (apenas un crecimiento anual de 0.8 por ciento en el primer trimestre) que experimenta el país (La Jornada, 6-6-2013).
Pero el bache puede ser un hoyanco o una barranca… Ojalá y el bache de Cartens no resulte en otro catarrito, como dijo respecto a una anterior crisis, que se convirtió en casi en pulmonía fulminante…
Entre 1987 y 2013, el poder adquisitivo de los salarios en México, es decir, el salario real,
se ha desplomado casi 80 por ciento (79.16 por ciento), y sólo en los
primeros cuatros meses de la nueva administración, ha caído casi 10 por
ciento (9.43 por ciento), de acuerdo con el Centro de Análisis
Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM.
En Europa, la crisis, como se sabe, no afecta a todos por igual: como en la ruleta, algunos ganan y la gran mayoría pierde. Ahora le toca su turno a Turquía. El título de la nota de Monthly Review, del 7 de junio, no deja lugar a dudas: “La economía la está haciendo bien,
pero la gente no”, pues mientras en los últimos 10 años el número de
millonarios pasó de 10 mil a 50 mil, entre 2003 y 2012, la gente que
cayó en problemas de deudas por créditos creció de 2.4 millones a 13.2
millones de turcos.
La situación de austeridad que ya llegó a Estados Unidos, como secuela de la crisis: en Filadelfia, cuna de la Independencia,
se anuncia, al mismo tiempo, el cierre de 23 escuelas públicas y la
construcción de una prisión que costará 400 millones de dólares (Alter Net, 7-6-2013); prisión que, seguramente, se llenará con jóvenes sin oportunidades de estudiar ni trabajar. Y es que, en el gasto público, hay de prioridades a prioridades.
A
propósito de educación, y en los 200 años del Palacio de Minería, sede
de la antigua Escuela de Ingenieros, hoy bajo la administración de la
Facultad de Ingeniería de la UNAM, vale rescatar la siguiente historia:
“De
1889 a 1891 tienen lugar algunas huelgas importantes. Al prepararse la
tercera reelección de Porfirio Díaz no es la clase obrera, sin embargo,
la que tiene la dirección de la lucha política: la protesta popular se
inicia en los patios de la Escuela de Minería.
“—¡Tenemos que suprimir esta farsa que es una tragedia para México!
Uno de los estudiantes preguntó al orador:
“—Dinos, Ricardo, ¿qué proyectas? ¿Tienes un plan?
“—¡Sí lo tengo!: Vamos por la ciudad. Digamos al pueblo que tiene derechos, los cuales escupe
el dictador. Expliquémosles sus errores y apremiémosles para que barren
esas infamias. ¿Cómo? Obligando a Díaz a que abandone su odiosa idea de reelegirse. ¡Marchando al Palacio Nacional si es necesario!
“Y empezó la agitación de la ‘plebe intelectual’ –según la designación de Justo Sierra— no conquistada por la burguesía. Trescientos Jóvenes arengaron al pueblo en mercados y plazas públicas”.
Lo anterior lo relata Gastón García Cantú, en Idea de México. III Ensayos 1 (Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes / Fondo de Cultura Económica.
México. 1991). En este texto de 1960, GGC continúa su narración:
 |
| Enrique Flores Magón |
“En la reunión más numerosa la gendarmería montada
disparó contra aquellos grupos inermes. Fue la señal que despertó a los
obreros y a los artesanos. Durante 14 días se combatió en la ciudad. El
ejército intervino y las capturas de estudiantes y obreros culminaron,
para unos, en Valle Nacional y las haciendas henequeneras de Yucatán.
Una cosa se había logrado a pesar de que no había dirección alguna en la
agitación política: demostrar al pueblo que el gobierno debía ser derrocado.
Es más, en las arengas estudiantiles se dijo que la reelección de Díaz
estaba apoyada por empresarios extranjeros. El lenguaje de los jóvenes
era
claro, directo, comprensible: “—Quien –decía en el mitin del zócalo
Enrique Flores Magón— vende nuestro país a los industriales franceses, ingleses y norteamericanos, de modo que, además de ser esclavos de la Iglesia seamos esclavos de los países extranjeros”.
El 10 de junio y el 2 de octubre tienen antecedentes históricos.
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