5 de abril de 2009
La violenta ocupación del ejido de San Francisco Tlaltenco, Tláhuac, en la madrugada del viernes 3 de abril, por varios cientos de policías y granaderos del Gobierno del DF, constituye una acción provocadora, destructora de la paz y el diálogo, intolerable en una ciudad que se pretende respetuosa de los derechos humanos, la democracia y la cultura; constituye un acto que revela gran debilidad y alejamiento del Gobierno del DF del sentir de la población; revela el profundo desprecio de Marcelo Ebrard por la vida campesina, los bosques y el suelo de conservación de la ciudad y la convivencia ciudadana; confirma la fuerza de los acuerdos de Ebrard con los grandes inversionistas que tienen secuestrado a México; revela la vigencia de los planes estratégicos establecidos por el equipo de Salinas de Gortari para Tláhuac.
El despojo de tierras que realiza el Gobierno del DF en Tláhuac, con el propósito de cambiar el uso del suelo en mas de 30,000 hectáreas del sur oriente de la Cuenca del Valle de México, para introducir más de 300,000 viviendas; cientos de kilómetros de nuevas calles, avenidas y vías rápidas; decenas de grandes centros comerciales, edificios de oficinas, escuelas y hospitales y varios grandes sumideros, plantas de tratamiento de basura y de aguas, ciudades industriales, reclusorios de alta seguridad, academias y cuarteles de policía, entre otras. Una gran “destrucción creativa” para beneficio de inversionistas extranjeros.
La pavimentación de las chinampas, de los campos de labranza y la aniquilación de la vida campesina en Tláhuac, Xochimilco, Milpalta y Chalco; la urbanización de las áreas de vida silvestre en la sierra Chichinautzin hasta Yautepec y Oaxtepec( la terminal de la Línea 12 estará situada a 35 km en línea recta a Oaxtepec) y en la sierra Nevada, entre Chalco y Amecameca( invadida por casas ARA, GEO, HOMEX) y la ocupación total de la sierra Santa Catarina por instalaciones militares, policíacas, gubernamentales y de operaciones de confinamiento o tratamiento de desechos, concesionadas a inversionistas extranjeros, implica un plan monstruoso que debilita enormemente la cultura y la defensa del medio ambiente, el agua, la biodiversidad, los bosques y la armonía de los dones de la naturaleza. Implica, antes de SIETE AÑOS: la pavimentación de la octava parte de la Cuenca del Valle de México; la elevación en dos grados de la “isla de calor” de la ciudad; el aumento en siete por ciento de las emisiones de efecto de invernadero ( cambio climático) de la Cuenca; el incremento en 15 minutos del tiempo promedio diario dedicado al transporte de los habitantes del DF. Implica poner en grave riesgo alimentario y ecológico a la Ciudad de México.
No sólo condenamos la violencia ejercida en la madrugada del viernes 3 de abril en San Francisco Tlaltenco, Tláhuac, similar a la ejercida en San Salvador Atenco, también condenamos la legitimación de estos infames proyectos, por parte de entidades universitarias y profesionales, como el Programa Universitario de Estudios de la Ciudad de la UNAM (PUEC) y el Colegio de Ingenieros Ambientalistas; por parte de entidades ambientalistas gubernamentales como la Secretaria del Medio Ambiente del DF y la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial, PAOT. Exigimos la cancelación inmediata del proyecto de la Línea 12 del Metro, del CIRE en Tláhuac y el aberrante Programa de Desarrollo Urbano de Tláhuac y desde luego, exigimos el retiro inmediato de granaderos y policías de Tláhuac.
ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México;
RED EN DEFENSA DE LA CIUDAD DE MÉXICO