Ambos capos son los responsables de la violencia en el estado: comandante Ramiro
Que vengan a la sierra a buscarme, ya saben donde estoy, reta a Calderón y al gobernador
Lenin Ocampo (La Jornada Guerrero)
Sierra de Guerrero, 11 de mayo. El comandante Ramiro, integrante del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), acusó al gobernador Zeferino Torreblanca de proteger a Joaquín el Chapo Guzmán y a Rogaciano Alba, “ellos son los principales responsables de la violencia en gran parte del estado”.
Durante una entrevista a medios nacionales e internacionales, la cual ofreció en algún punto de la extensa sierra guerrerense, Omar Guerrero Solís, alias comandante Ramiro, consideró que la estrategia de los gobiernos estatal y federal para combatir el narcotráfico es una farsa, pues “los narcos participan en las reuniones que lleva a cabo el Ejército (mexicano) y el gobierno del estado, golpean a un cártel y protegen a otro; pero en esencia son iguales, porque asesinan, secuestran y torturan”.
Ramiro afirmó que el cártel del Chapo Guzmán trabaja para el gobierno estatal, “le están haciendo el trabajo sucio”.
En su primer encuentro con medios de comunicación, después de su escape del penal de Acapulco en 2001, el guerrillero llegó al punto de encuentro al frente de una columna del ERPI. Su tropa vestía de verde olivo. Cada uno portaba un rifle de asalto AK-47, mejor conocido como cuerno de chivo.
Opinó que desde que Torreblanca arribó a la gubernatura ha buscado crear grupos paramilitares “para defender sus intereses y hacer contra insurgencia”, pero aclaró que cuando el ERPI ubica estas células las han combatido y desbaratado.
Agregó: “en la sierra de Guerrero podemos decir con toda seguridad que los grupos contrainsurgentes y Rogaciano (Alba) ya no tienen presencia, a diferencia de las partes bajas de la sierra, ahí sí tienen”.
Ramiro indicó que Rogaciano Alba ya no se ha visto por las zonas serranas, pues los erpistas constantemente se enfrentan con sus gatilleros. Eso le ha quitado poder al cacique, “ha dejado de ser el amo de la sierra. Antes decidía todo, pero desde hace un buen tiempo ya no se aparece por acá”.
Los Montúfar
Con el rostro tapado por un pañuelo, casaca camuflada, pantalón cargo verde, botas negras, pistola calibre .45 milímetros al cinto y en sus manos un rifle Ak-47 de fabricación china con cargador de 60 tiros, Ramiro rompió el silencio que por tantos años guardó y habló sobre su enemistad con la familia de Erit Montufar, director de la Policía Investigadora Ministerial (PIM).
El (Erit Montúfar) sabe que le conozco muchas cosas –suelta el guerrillero–. Antes de que subiera al poder había muchas denuncias de los pueblos de la Tierra Caliente, que lo acusaban de apoyar a los narcotraficantes en la región.
Montufar “organizaba fiestas en la comunidad de Los Pozos, municipio de Coyuca de Catalán, para su invitado especial, un comandante del 40 batallón de infantería. Por esa época se empezaron a presentar asesinatos en la zona”.
Recordó que, al parecer, en Los Pozos hubo un ataque a uno de los familiares de Montúfar, en el que murió uno de sus familiares. Del homicidio culparon a Guerrero Solís “y desde entonces me persigue. Pero lo que sucedió en esa ocasión fue que la gente de los pueblos aledaños ya estaba cansada de tanto abuso, y la misma gente fue la que se inconformó y actuó. Pero yo no tuve nada que ver.
Las Mesas
Ramiro reveló que durante varios años el ERPI ha estado activo, combatiendo a gatilleros y paramilitares. Pero aclara que el gobierno oculta esos enfrentamientos, argumentando que son delincuentes o un ajuste de cuentas.
En junio de 2007 una de sus columnas atacó a un grupo contrainsurgente comandando por Daniel Mercado Serrano –quien según Ramiro, era protegido de Montúfar– donde el reporte oficial señaló que habían matado a una menor de edad, “eso es totalmente falso. No nos enfrentamos con la gente de esa comunidad, sino con los paramilitares”.
Serían las 7 de la mañana –contó el guerrillero– que llegaron al poblado de Las Mesas de Guayabo, municipio de Ajuchitlán del Progreso y que le pidieron a la gente que se saliera del pueblo pues el problema no era con ellos.
Agregó: “cuando empezó el combate nos percatamos que los paramilitares ya tenían trincheras y que estaban preparados para recibirnos”.
Ese día la batalla duró casi todo el día, los paramilitares que había eran entrenados por el Ejército Mexicano. Ramiro asegura que en el enfrentamiento no murió ningún niño y retó al gobierno del estado que presente al menor o diga dónde esta.
Agregó: “supimos que hubo un niño herido, tampoco podemos decir que no lo hubo. Por el fuego cruzado que hubo durante varias horas una bala lo pudo haber alcanzado, y estamos seguros que por la posición en la que estaban, fueron ellos los que lo hirieron”.
El combate terminó a las nueve de la noche, fueron casi 14 horas de enfrentamiento, “ese grupo contrainsurgente tenía muchas armas y parque. Gritaban que ya venía el Ejército en su ayuda y que llegaría en helicópteros, pero no llegó nadie”.
Ramiro afirma que el gobierno estatal asegura que busca controlar la inseguridad en la sierra, “pero no dice los nombres de quienes supuestamente van a apaciguar la sierra: los grupos paramilitares que encabezan los hermanos Juan Carlos, Guadalupe y Gerardo Villa Villalobos; así como Ismael Serrano”.
El guerrillero aseguró que desde hace 7 años que escapó de la cárcel ha “limpiado de delatores y paramilitares” la zona donde opera, “en muchas ocasiones roban, secuestran y nos echan la culpa; pero cuando la gente se da cuenta, los pueblos los enfrentan como una forma de autodefensa armada”.
Guerrero Solís indicó que en varias ocasiones ha estado a punto de enfrentarse con militares, “pero no lo hemos hecho porque los soldados también son gente del pueblo”.
Advirtió que pronto emprenderán nuevas acciones y que por eso le pide a los “guachos que piensen las cosas, que piensen en sus hijos, en un futuro mejor que se una a la lucha popular del ERPI”.
Retó al gobernador Zeferino Torreblanca, “que si tanto me busca, que suba, ya sabe donde estoy. Asimismo, dijo al presidente Felipe Calderon y al secretario de Defensa, Enrique Galván, “que no manden gente inocente, vengan ustedes a combatirme”.