“CINECLUB AUTOGESTIVO UNIVERSITARIO”
Presenta:
Homenaje a Robert Wiene
en la:
SALA SANDOVAL VALLARTA
- VIERNES 3 DE DICIEMBRE
- 14 HRS. ENTRADA LIBRE
- Av San Rafael Atlixco No.186, Planta Baja Edificio E Col. Vicentina C.P.09340 Del. Iztapalapa México D.F.
Con las películas:
Las manos de Orlac
Título Original: Orlacs Hände
AÑO: 1924
DUR. 92 min.
PAÍS: Alemanioa
DIR.: Robert Wiene
GUIÓN: Louis Nerz (Novela: Maurice Renard)
FOTOGRAFÍA: Hans Androschin, Günther Krampf (B&W)
REPARTO: Conrad Veidt, Alexandra Sorina, Fritz Kortner, Carmen Cartellieri, Fritz Strassny, Paul Askonas
Musicalización: Orquesta de Cámara
Sinopsis:
Luego del éxito de El gabinete del Dr. Caligari, el director Robert Wiene realizo otros filmes enmarcados dentro del movimiento expresionista.Se trata de Genuine (1920), una historia de vampiros, Raskonikow (1923) una adaptación de Crimen y Castigo, de Fyodor Dostoevski y Las manos de Orlac (1924).
Un pianista (Conrad Veidt) pierde sus manos en un accidente. Un doctor milagrosamente transplanta las manos de un muerto al cuerpo del pianista. Pero el problema es que el muerto era Vasseur, un asesino que fue ajusticiado, y pronto el pianista comienza a verse embargado por impulsos criminales. Primero se niega a tocar a su esposa Yvonne; también rehusa a ejecutar el piano. Tiene pesadillas y ve el rostro de un hombre (Fritz Korner) que cree es Vasseur. El hombre aparece y se presenta como el terrible Vasseur, que no ha muerto, y que ha perdido sus manos (ahora reemplazados por prótesis). Vasseur exige sus manos de vuelta o bien un millón de marcos como compensación. El chantaje también va acompañado de un asesinato, y lo que en un principio parece una trama sobrenatural se revela como una intriga criminal.
El máximo valor de la película es la interpretación de Veidt, quien ya había trabajado en El gabinete del Dr. Caligari y años después se destacó en el cine sonoro con clásicos como El ladrón de Bagdad (1940) y Casablanca (1942). Aquí en plena forma, luciendo su expresión no solo manual sino corporal al máximo para transmitir la desesperación, el horror, la angustia y cientos de sensaciones gélidas más. El guión, si bien con deficiencias narrativas, deja plena libertad a Veidt para lucirse a sus anchas, y eso ya es un acierto.
Si bien Wiene se mantuvo pegado al movimiento expresionista, Las manos de Orlac es un trabajo distinto a lo que hizo en el Dr. Caligari. Este filme contó con varias locaciones en exteriores y un presupuesto mayor. Por supuesto, la historia se desarrolla en esos climas góticos que solían brindar el caligarismo y las puestas en escenas teatrales no estuvieron ausentes en este proyecto.
Hay que recordar que los trasplantes de órganos no eran precisamente procedimientos cotidianos en la medicina de aquellos años y el filme de Wiene juega con los temores y fantasías que la gente solía tener sobre ese tipo de operaciones a comienzos del siglo XX. Por todo ello es un clásico del Expresionismo Alemán
EL GABINETE DEL DOCTOR CALIGARI
Título Original: (Das Kabinett des Doktor Caligari)
Dirección: Robert Wiene;
Guión: Hans Janowitz, Carl Mayer;
Fotografía: Willy Hameister;
Actores: Werner Krauss (Doctor Caligari), Conrad Veidt (Cesare), Friedrich Fehér (Francis), Lil Dagover (Jane), Hans Heinrich von Twardowski (Alan), Rudolf Lettinger (Doctor Olson).
Alemania, Año: 1919. 52 min.
*Musicalización: Videoteca de Historia Política y Movimientos Sociales. UAM-I
Sinopsis
Durante las dos primeras décadas del siglo XX se da fe testimonial a la creación de un modelo cinematográfico que influyó en las películas de posguerra. De ese modo, el cine contemporáneo, por su naturaleza, conjunta influencias de la literatura y pintura expresionistas, y contiene arquetipos, que por su carácter universal aluden a todo ser humano, de todas las épocas.
Es la mente y sus operaciones sustentada en los ejes de poder, y la eterna hegemonía del conocimiento y la sabiduría ante la ignorancia; asimismo es la deformación de la geometría regular, la que adquiere, por oposición a la línea recta, el significado simbólico de un mundo pletórico de falacias, idealismo centrado en el ego personal y deformado de nuestra realidad inmediata.
Alemania asombra a Europa y Estados Unidos con sus novedosos movimientos de cámara y decorados expresionistas a través de una historia basada en un mito del siglo XI y transferida a la realidad alemana de principios de siglo.
En todos los filmes, a partir de 1919, cuyo período es corto debido al conflicto bélico mundial, Robert Wiene dirige una película en el contexto de un mundo de complicaciones propias de la mentalidad mágico-religiosa que impregna a la Europa de este momento. Es un poco difícil pensar que El Gabinete del Doctor Caligari represente la mentalidad de la Alemania de principios de siglo XX, en última instancia y con una objetividad precisa, sería la del medio cinematográfico y la del Expresionismo Alemán, con cierta exclusividad, el de la literatura, que con gran acierto logra Wiene, una armonización visual de magnitudes incalculables.
Históricamente le anteceden a este filme El Estudiante de Praga de Paul Wegener y Stellan Rye (1913), Homunculus de Otto Rippert (1916) y El Golem de Paul Wegener (1920), todas ellas de procedencia alemana, pero que en ningún momento logran la unidad visual y narrativa que significa el título de modelo cinematográfico de posguerra para El Gabinete del Doctor Caligari (1920).
Son las codificaciones de la geometría sagrada, misma que está impregnada en los decorados y que a simple vista resultan imperceptibles al ojo del profano, pero que en ningún momento dejan de operar en la mentalidad sincrética de la magia y la religión.
Esto resume el perfil exacto del personaje central de la historia: Un mago, por su aspecto psicológico, como su vestidura, un bastón y una vara mágica, así como su forma evasiva y apartada socialmente, alimentando a César, el sonámbulo, analogía de cualquier ciudadano inconsciente, que deambula por cualquier ciudad del mundo, regido por la línea del poder del conocedor de las leyes universales.
Desde un punto de vista estético, es notable la influencia oriental, de cultivar la oscuridad en torno a los objetos, con la finalidad de exaltar extrañas geometrías ópticas, imperceptibles al ojo humano, por la sola acción de la luz , además de logrados decorados que son extraordinarios, que aparecen por toda la cinta, elaborando una orquestación nunca lograda con anterioridad.
Los esperamos, y mucho les agradecemos el reenviar esta invitación
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Contacto: Cub. H-127 Tel. 58044600 ext. 2773
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