Nuestra Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac ha sido siempre un espacio público y del pueblo. El zócalo de Chilpancingo ha sido el lugar de convivencia por excelencia, donde los sábados y domingos, días festivos y hasta entre semana, los chilpancinguenses pasean, conviven y se divierten; donde las parejas se relacionan y los niños y ancianos se recrean.
La Plaza Cívica, nuestra Plaza, es el espacio también de trabajo para un conjunto de personas que víctimas del desempleo, la marginación y la pobreza, encuentran la posibilidad de obtener algunos ingresos a través de un trabajo digno y honesto, ofertando golosinas, juguetes, artesanías y otros artículos tradicionales de consumo popular a bajo costo, que además dan vida, color, alegría y calor humano a la plaza.
Pero también la Plaza Cívica, el centro pues, es lugar de comunicación, un lugar de relación y de encuentro, donde la población se socializa, informa y expresa cívica y colectivamente. Aquí se consiguen los periódicos y se comparte información, se convive durante y después de la misa y mientras se “bolean” los zapatos; se hacen las filas en los bancos para cobrar las ansiadas quincenas, se realizan los encuentros fortuitos pero siempre esperados con conocidos y seres queridos. Se citan los amigos para tomar café, las parejas para enamorar, los amigos para salir juntos a cualquier lado. Ahí se reúnen los abuelitos y los jóvenes de todas la escuelas, tendencias y tribus urbanas. Pero además ahí se encuentra la gente que viene de todos los lugares de nuestro estado, es el paso obligado de turistas nacionales y extranjeros. Es un espacio público donde se guardan muchos símbolos del pasado, del presente y del ansiado futuro mejor.
El centro de Chilpancingo es un centro histórico no porque el presidente municipal y su cabildo, con la bendición de quien sabe que tantas mas autoridades neoliberales y marcas comerciales como Coca Cola, Oxxo y McDonals lo hayan declarado, Es un centro histórico porque lo que en un momento fue la ciudad toda, posteriormente el pueblo lo fue transformando dia a dia y ladrillo a ladrillo en su centro histórico. Se trata de un espacio público que es reconocido no a partir de sus partes aisladas: el ayuntamiento, la Iglesia de la Asunción sede del Congreso de Anáhuac, el kiosko, el Museo Regional, el ahora mal llamado palacio de la cultura, sino por todo, contando sus casas de antes y las de ahora, sus calles, sus comercios y sus vecinos. Es un espacio de todos los que están ahí y los que llegan de todos los allas. Esta condición le otorga identidad colectiva a la población que vive en el centro y más allá del centro, en los barrios, colonias y comunidades. Esto significa que su condición pública transciende el tiempo y el espacio gubernamental y empresarial, produciendo un legado transgeneracional y transterritorial del pueblo de Chilpancingo.
También la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac es un espacio de reclamo, de protesta, de lucha social y popular, a donde llegan indígenas, estudiantes, mujeres, campesinos y trabajadores de toda la entidad desde territorios distantes y lugares donde habitan, con el fin de que sus reivindicaciones trasciendan hacia los niveles estatal, nacional e internacional y sean resueltas. Su condición es la de un espacio simbiótico donde cobra sentido el mítin, la manifestación, el grito de independencia y los desfiles en mayo, septiembre y noviembre; donde se hace la colecta, la huelga de hambre y opera el módulo de información y denuncia. Se trata de un espacio público especial que no existe en otro lugar de la ciudad, que tenga un orden público y una presencia popular tan definido y desarrollado.
Sin embargo en estos tiempos de neoliberalismo, la privatización de la gestión pública federal, estatal y municipal, ha llegado también a nuestro centro histórico real (no el formal decretado por el ayuntamiento) para tomar partido en el espacio público más grande e importante de nuestra ciudad a favor del gran capital y de las empresas transnacionales. Con la llegada del sector empresarial privado nacional e internacional con sus Oxxos, McDonals, Liverpoles y demás, hay una tendencia de cambio. La Plaza Cívica comienza a ser víctima del abandono de lo cívico y de la pérdida de su condición de espacio público y popular . Ya se observa la concentración de la propiedad, la penetración de capitales transnacionales en perjuicio del pequeño capital local y la reducción del compromiso de la población con la zona; es decir, de erosión del sentido de la ciudadanía.
Con la llegada de los Oxxos y MacDonals, de las concesiones de la vía pública a cafeterías y torterías, ya empezaron a estorbar, a “oler mal” a dar “mala imagen” los globeros, los boleros, las y los chicharroneros, las “señoras de las gorditas”, de los elotes y esquites, de los dulces y palomitas. Los jóvenes son vistos y tratados como delincuentes y sus expresiones culturales como el hip hop, el ska, el punk y las prácticas como el baile y la patineta, son dispersadas, perseguidas y hasta reprimidas con golpes y barandilla. Los artesanos ya dejaron de ser “curiositos” y la denuncia y protesta social, molesta y enoja a los “reyecitos” de los palacios municipal y estatal.
El Centro Histórico que quieren imponernos ahora los flamantes gobernantes que antes mendigaban nuestro voto y ahora quieren excluirnos de nuestra Plaza Cívica, es el espacio privado que necesitan para sus negocios, para rentarlo a las empresas comerciales y de espectáculos light, desde donde nos obliguen a comprarle a los Oxxos y los negocios que vendrán y donde ya no encontraremos nuestros antojitos y dulces tradicionales, salvo en los actos políticos donde nos los ofrezcan para comprar nuestras conciencias, como en sus actos de campaña, informes de gobierno y fiestas patrioteras.
La presencia del tema de las privatizaciones plantea ahora en nuestra ciudad, la discusión entre lo público y lo privado dentro del centro histórico ahora amenazado por el proceso de privatización como dogma ideológico de la política gubernamental.
Llamamos a todos los ciudadanos de Chilpancingo y de toda la entidad a defender nuestros espacios públicos, a evitar que nos excluyan de nuestra propia casa, que nos impongan decisiones fascistas, racistas, segregacionistas y discriminatorias, a reivindicar nuestro derecho a la ciudad dentro de los principios de sustentabilidad y justicia social y el respeto a las diferentes culturas urbanas.
¡PORQUE CHILPANCINGO TIENE HISTORIA Y ES DEL PUEBLO!
¡POR UN CENTRO HISTORICO DEL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO!
¡NO A LA PRIVATIZACION NI COMERCIALIZACION DE LOS ESPACIOS PUBLICOS!
¡POR UNA PLAZA CIVICA COMO ESPACIO DE CONVIVENCIA POPULAR!
¡ARTESANIA, CULTURA Y GASTRONOMIA POPULAR SI, CHATARRA TRASNACIONAL NO!
¡¡GORDITAS, CHICHARRONES Y GOLOSINAS POPULARES SI, McDONALS NO!
¡AGUAS FRESCAS, CHAMOYADAS Y RASPADOS SI, OXXOS NO!
FUERA OXXOS Y McDONALS!
¡DEFENDAMOS NUESTRO CENTRO HISTORICO Y LA PLAZA CIVICA PRIMER CONGRESO DE ANAHUAC!
¡SI MORELOS Y SALGADO VIVIERAN,CON NOSOTROS ESTUVIERAN!
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