Fracasos y miseria en el campo
Corrupción e incapacidad
Jesús Solís AlpucheCorrupción e incapacidad
La situación del campo en Yucatán es desastrosa. No se ven resultados que beneficien a la población y resuelvan las condiciones de pobreza, desempleo y mala alimentación que padece gran parte de los campesinos. Por el contrario, la situación es cada vez más crítica. Expuso el Ing. Lorenzo Alvarado y Sosa, ex presidente de la Fundación Produce y actual presidente del Consejo de Citricultores Yucatecos AC.
Subrayó que no hay producción de maíz ni de otros alimentos básicos, debido a la falta de producción y a los escasos, por no decir poquísimos, resultados de los programas que implementa el gobierno del Estado, muchos de los cuales ni siquiera llegan a funcionar, ponen en riesgo la seguridad y la tranquilidad de una población que cada vez siente más cerca suyo el hambre y la desesperación.
Lorenzo Alvarado señaló como principales razones por las cuales se presenta esta situación son: falta de planes y programas que tengan como objetivo atender las necesidades de la población rural, en especial en lo que se refiere a la alimentación y al empleo, y desde luego que fomenten la producción agropecuaria.
La realidad es que no se atiende ninguno de los dos objetivos; los supuestos programas que la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero (Sfayp) lleva a cabo no son ni programas ni fomentan la producción, señaló.
La implementación de los mismos carece de claridad, de oportunidad y fundamentación, sólo tratan de atender las solicitudes de grupos que representan una inversión política; muchas veces ni siquiera son productores y otras son favores que se pagan a los incondicionales, o bien son negocios con algún empresario o prestanombres, cuyo único propósito es vender algún producto, equipo o servicio. O bien son ocurrencias, ingeniosas propuestas que desde su concepción sólo tienen un objetivo: sacar provecho y obtener jugosas utilidades, sin importar si funcionarán o se justifican de alguna manera.
Un botón de muestra de lo que señala el Ing. Alvarado y Sosa son las millonarias inversiones realizadas en Kinchil de parte de esta Secretaría Estatal a favor del ex presidente municipal Carlos Tun Castro asentadas en la carretera Kinchil a la comisaría de Tamchén, de un proyecto de invernadero y un rancho ganadero que adquirió en su administración 2007-2010, verdaderos elefantes blancos que sólo sirvieron para desviar fondos municipales.
Según Wenceslao Rodríguez Solís y otros destacados ciudadanos de Kinchil, Tun Castro es uno de los favoritos del actual Secretario Alejandro Menéndez Bohórquez, con quien en 2008 y 2009 realizaron millonarios desvíos de recursos a nombre de una hielera y purificadora de agua para Kinchil, empresas para el desarrollo que nunca se realizaron y como el rancho y el invernadero son “tapadera” para quedarse con los presupuesto municipales del Ramo de inversión para el desarrollo de Kinchil, que de esta manera sigue hundiéndose en la pobreza, lo mismo que otras comunidades rurales del estado de Yucatán. Así mismo, según Roger Dzul y Enrique Tec, Carlos Tun Castro estuvo coludido con el ex comisario Margarito Canul a quien impuso(2008-2011) y usó en la venta de piedras, huano y deforestación y depredación del ejido, así como en el ejercicio de más de 2 millones de pesos del programa Proárbol de la Conafor, causa por lo que este ex comisario ejidal de Kinchil fue reprobado en su informe a la Asamblea General de ejidatarios y la Conafor, hasta hoy no le recibe el informe de gastos de dicho programa que no puede justificar su inversión.
Coincidimos con el Ing. Alvarado y Sosa en que el factor más importante y el más perverso por el cual han fracasado, es decir por lo cual no son productivos, mucho menos rentables ni generan empleos ni ingresos para los productores, es la mala intención, la total premeditación, concebida por funcionarios del más alto nivel, para sacar provecho personal de los programas oficiales que se aplican; nos referimos a la estructura creada por el secretario de Fomento Agropecuario y Pesquero del gobierno del Estado, para llevar a cabo sus planes de saquear al erario.
En efecto, este funcionario mediocre, incondicional de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, vio en la dependencia la oportunidad de hacerse millonario centralizando en un pequeño grupo de toda su confianza la ejecución de todos los programas y, desde luego, el ejercicio de los presupuestos tanto estatales como federales, sin importarle los efectos que tales acciones pudieran tener en el campo yucateco, y que hoy vemos con asombro y tristeza: el desplome de la producción en varios sectores, el aumento del desempleo y de la pobreza, y el abandono del campo.
Y de esto y del mecanismo que el gobierno del Estado a través de la Sfayp utiliza para este saqueo hablaremos en nuestra siguiente colaboración.- chantzacan@hotmail.com ,
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