REFORMA/AP
Vigila CIA Twitter y Facebook Virginia, Estados Unidos (5 noviembre 2011).-En un parque industrial cuya ubicación no fue revelada, analistas de la CIA autodenominados "ciberlibreros" revisan una gran cantidad de información que la gente publica en el extranjero, principalmente en las redes sociales.
El análisis se compila en un centro de recuperación de inteligencia de fuentes abiertas (OSINT, por sus siglas en inglés) y tiene como misión proveer a la Casa Blanca de una instantánea diaria del panorama internacional con base en artículos de periódicos, radio, televisión y actualizaciones de Facebook y tuits.
La agencia de noticias AP obtuvo una vista a las instalaciones del centro a cambio de no revelar la identidad de quienes allí trabajan pues la mayoría de sus operaciones son clasificadas.
Desde árabe hasta mandarín, desde un tuit indignado hasta un blog opositor, los analistas de la CIA recogen la información, principalmente en lengua vernácula. Luego la comparan con periódicos locales o con conversaciones telefónicas interceptadas.
A partir de estos datos se elabora un informe y se envía a altos funcionarios en Washington. La capacidad operativa de las instalaciones hacen posible que, en tiempo real, se obtenga una panorámica de la opinión pública internacional y del estado de ánimo reinante en una región, como se hizo tras la operación en la que murió Osama bin Laden en mayo.
Según el director del centro, Doug Naquin, así fue posible percatarse también de que cierto malestar social se gestaba en Egipto contra el ex Presidente Hosni Mubarak, aunque no atinaron a pronosticar cuándo explotaría.
El centro comenzó a enfocarse en el análisis de redes sociales luego de notar la gran actividad en Twitter durante la Revolución Verde de 2009 en Irán, cuando miles se manifestaron en contra de los resultados electorales que daban la reelección al Presidente Mahmoud Ahmadineyad.
Esta oficina de la CIA fue creada en respuesta a una recomendación de la Comisión del 11 de septiembre, con prioridad antiterrorista.
Los varios centenares de analistas del centro (la cifra total es secreta) rastrean una amplia gama de temas como el acceso de los chinos a internet y el ánimo prevaleciente entre la población de Pakistán.
Aunque la mayoría de los analistas están en Virginia, también trabajan desde embajadas estadounidenses alrededor del mundo, aseguró la portavoz de la CIA, Jennifer Youngblood.
"La revisión de los medios sociales en el exterior es sólo una pequeña parte de lo que hace esta competente organización".
Según Naquin, sus analistas más capacitados son aquellos con el perfil de un ciberpirata que saben "cómo encontrar cosas que otros no saben ni que existen".
Las personas con una Maestría en Biblioteconomía y lenguas extranjeras, especialmente aquellos que tienen una segunda lengua materna, son potencialmente "un buen oficial de inteligencia de fuentes abiertas", agregó.
Las bondades del OSINT
En Estados Unidos la Inteligencia de fuentes abiertas (OSINT, por sus siglas en inglés) es aquella producida a partir de información pública.
Su monitoreo es sencillo y en tiempo real, además provee contenidos detallados y posibilita crear un registro histórico sobre un tema.
Expertos afirman que las agencias de inteligencia se valen de ella como coartada para no comprometer a sus verdaderas fuentes, ya que la información provista primero es filtrada a la prensa y luego vuelta a recolectar.
Vigila CIA Twitter y Facebook Virginia, Estados Unidos (5 noviembre 2011).-En un parque industrial cuya ubicación no fue revelada, analistas de la CIA autodenominados "ciberlibreros" revisan una gran cantidad de información que la gente publica en el extranjero, principalmente en las redes sociales.
El análisis se compila en un centro de recuperación de inteligencia de fuentes abiertas (OSINT, por sus siglas en inglés) y tiene como misión proveer a la Casa Blanca de una instantánea diaria del panorama internacional con base en artículos de periódicos, radio, televisión y actualizaciones de Facebook y tuits.
La agencia de noticias AP obtuvo una vista a las instalaciones del centro a cambio de no revelar la identidad de quienes allí trabajan pues la mayoría de sus operaciones son clasificadas.
Desde árabe hasta mandarín, desde un tuit indignado hasta un blog opositor, los analistas de la CIA recogen la información, principalmente en lengua vernácula. Luego la comparan con periódicos locales o con conversaciones telefónicas interceptadas.
A partir de estos datos se elabora un informe y se envía a altos funcionarios en Washington. La capacidad operativa de las instalaciones hacen posible que, en tiempo real, se obtenga una panorámica de la opinión pública internacional y del estado de ánimo reinante en una región, como se hizo tras la operación en la que murió Osama bin Laden en mayo.
Según el director del centro, Doug Naquin, así fue posible percatarse también de que cierto malestar social se gestaba en Egipto contra el ex Presidente Hosni Mubarak, aunque no atinaron a pronosticar cuándo explotaría.
El centro comenzó a enfocarse en el análisis de redes sociales luego de notar la gran actividad en Twitter durante la Revolución Verde de 2009 en Irán, cuando miles se manifestaron en contra de los resultados electorales que daban la reelección al Presidente Mahmoud Ahmadineyad.
Esta oficina de la CIA fue creada en respuesta a una recomendación de la Comisión del 11 de septiembre, con prioridad antiterrorista.
Los varios centenares de analistas del centro (la cifra total es secreta) rastrean una amplia gama de temas como el acceso de los chinos a internet y el ánimo prevaleciente entre la población de Pakistán.
Aunque la mayoría de los analistas están en Virginia, también trabajan desde embajadas estadounidenses alrededor del mundo, aseguró la portavoz de la CIA, Jennifer Youngblood.
"La revisión de los medios sociales en el exterior es sólo una pequeña parte de lo que hace esta competente organización".
Según Naquin, sus analistas más capacitados son aquellos con el perfil de un ciberpirata que saben "cómo encontrar cosas que otros no saben ni que existen".
Las personas con una Maestría en Biblioteconomía y lenguas extranjeras, especialmente aquellos que tienen una segunda lengua materna, son potencialmente "un buen oficial de inteligencia de fuentes abiertas", agregó.
Las bondades del OSINT
En Estados Unidos la Inteligencia de fuentes abiertas (OSINT, por sus siglas en inglés) es aquella producida a partir de información pública.
Su monitoreo es sencillo y en tiempo real, además provee contenidos detallados y posibilita crear un registro histórico sobre un tema.
Expertos afirman que las agencias de inteligencia se valen de ella como coartada para no comprometer a sus verdaderas fuentes, ya que la información provista primero es filtrada a la prensa y luego vuelta a recolectar.
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