Daños a la salud por refresco: diabetes, insuficiencia renal,hepatitis, obesidad: Las refresqueras se niegan a aceptar pese a problemas legales

Refresqueras, al borde de problemas legales por negar daños a la salud: EPC

 Diferentes estudios nacionales y extranjeros demuestran que causan obesidad, diabetes, insuficiencia renal y hepatitis B.

Susana González G. /LAJORNADA
Publicado: 28/03/2012 14:24

México, DF. Al pretender negar la vinculación directa entre el consumo de refrescos y bebidas endulzantes con el incremento de la obesidad en la población mexicana pese a las numerosas investigaciones científicas que existen, las empresas refresqueras "están entrando en un terreno muy peligroso de consecuencias legales", similar al que enfrentó la industria tabacalera con denuncias judiciales millonarias de fumadores afectados, advirtió Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor (EPC).

Acusó a la Asociación Nacional de Productores y Bebidas Carbonatadas (ANPRAC) de "engañar" a la población mexicana al negar el aumento del consumo de refrescos con la obesidad, como respuesta a las recomendaciones del Relator de Naciones Unidas para la Alimentación, Oliver Shuter, de que se reduzca su ingesta.

En conferencia de prensa, Calvillo y Xaviera Cabada, nutrióloga y directora de la campaña de salud alimentaria de EPC, detallaron que diferentes estudios nacionales y extranjeros demuestran las consecuencias que dejan los refrescos en la salud y que no se limitan a la obesidad ya que abarcan el incremento de personas enfermas de diabetes, insuficiencia renal y hepatitis B, entre otras.

Los hospitales mexicanos se están llenando de personas que, sin importar su edad, se les ha amputado una pierna o requieren diálisis por haber ingerido tan brutales cantidades de azúcar a través del refresco, alertaron.

Aseguraron que México rebasó a Estados Unidos en el consumo de refrescos ya que aquí se ingieren 163 litros por año por persona y allá 118 litros.

Criticaron que las autoridades mexicanas han enfocado el combate a la obesidad en fomentar la actividad física como si fuera "la solución mágica" cuando hace falta estrategias claras para desalentar directamente el consumo de refrescos.

Aquí, dijo Calvillo, ni siquiera existe una campaña de salud al respecto, similar a las que ciudades y estados de la Unión Americana han lanzado entre sus comunidades con resultados exitosos. Refirió que ni el gobierno de las izquierdas del Distrito Federal se ha atrevido a ello pues tiene guardada una campaña al respecto que encargó a EPC, en contraste con lo que sucede en la ciudad de Nueva York donde las autoridades del conservador Partido Republicano se atrevieron a lanzar una agresiva campaña que ha logrado reducir el consumo de refrescos.