ELGRAFICO Gran Angular | Raúl Rodríguez Cortés
Enrique Peña Nieto fue el viernes pasado a la Universidad Iberoamericana y tuvo que salir por piernas. Quizás haya sido el peor día desde que busca la Presidencia de la República, incluso más que aquel en Guadalajara —durante la más reciente edición de la Feria Internacional del Libro— en que fue incapaz de decir correctamente el título de tres libros que hayan marcado su vida.
Enrique Peña Nieto fue el viernes pasado a la Universidad Iberoamericana y tuvo que salir por piernas. Quizás haya sido el peor día desde que busca la Presidencia de la República, incluso más que aquel en Guadalajara —durante la más reciente edición de la Feria Internacional del Libro— en que fue incapaz de decir correctamente el título de tres libros que hayan marcado su vida.
Su visita había sido pospuesta por razones de agenda y dos de sus contrincantes, Gabriel Quadri y Andrés Manuel López Obrador, ya habían acudido a disertar sobre sus proyectos políticos, el segundo de ellos con mayor éxito que el primero. Acaso por eso existía una gran expectativa de la participación del candidato presidencial del PRI en la Ibero.
Los alumnos fueron muy críticos, sobre todo después de que intentó darle la vuelta o salirse por la tangente en preguntas como la violación de derechos humanos en los hechos violentos de San Salvador Atenco o el estado de endeudamiento en que el ex dirigente tricolor, Humberto Moreira, dejó a Coahuila o su relación con la líder del magisterio Elba Esther Gordillo. Eso calentó los ánimos a grado tal que Peña Nieto terminó por ser abucheado y prácticamente salió huyendo en medio de las recriminaciones y el acoso de jóvenes estudiantes que exigían se fuera.
Videos tomados por algunos de los presentes documentaron la huida (http://bit.ly/Lxqlx6 ), el rostro de temor del candidato presidencial que preguntaba qué hacer a su equipo de seguirdad (http://bit.ly/IZ9gOz ) y hasta un zapato o proyectil que le fue arrojado.
Ante semejante acontecimiento, el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell; el líder del sector popular tricolor, Emilio Gamboa, y el vocero del Partido Verde, Arturo Escobar, respondieron que su candidato había sido víctima de una trampa, que quienes lo abuchearon eran personas ajenas a la Ibero, que tenían más de 30 años y que eran porros contratados y entrenados por simpatizantes de López Obrador que, a su vez, habían manipulado a los jóvenes universitarios para llevarlos a actitudes intolerantes.
Esa misma lógica, la de la soberbia del poder que parece estar en el ADN del PRI, fue muy probablemente la que minutos antes operó en el pensamiento de Peña Nieto al contestar que asumía la responsabilidad de los hechos de Atenco (dos muertos, decenas de lesionados y 27 mujeres sexualmente abusadas por policías) porque estaba obligado a garantrizar el orden. ¿Esto último, que era su obligación como gobernador, justifica los excesos y los abusos? Probablemente sí en mentalidades como la del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz al asumir en 1968 la responsabilidad de la matanza de Tlatelolco, matar para detener una supuesta conspiración comunista que el tiempo se ha ocupado de desmentir porque sólo existía en la cabeza de un gobierno autoritario que fue incapaz de otorgar lo que los estudiantes de entonces realmente exigían: libertad y democracia.
Sin perder la proporción entre aquellos acontecimientos y éstos, debe resaltarse la decisión de los jóvenes de la Ibero de no quedarse con los brazos cruzados ante la andanada autoritaria que trata de justificar la huida de Peña Nieto y responder a través del portal de videos Youtube( http://bit.ly/L1l8uO ), valiente, puntual y contundentemente. Primero identificándose con sus respectivas credenciales y números de cuenta de la Ibero, para demostrar que son alumnos de la institución, dejar ver que ninguno tiene más de 30 años y, sobre todo, aclarar serios y ofendidos: “Usamos nuestro derecho de réplica para desmentirlo, somo estudiantes de la Ibero, no acarreados, y nadie nos entrenó para nada”.
¿O qué, ahora resulta que protestar es ser intolerante? ¿No es mejor ser tolerante para aceptar la protesta?
Peña Nieto, como candidato, está obligado a transitar por escenarios no controlados y mostrar tamaños para escuchar y para argumentar, calmar ánimos y en el mejor de los casos convencer. Ya nada más faltaba que igual que Luis Echeverría en 1975, después de ser agredido en su visita a la Facultad de Medicina de la UNAM, los acusara de fascistas.
No se culpe de los hechos a trampas o conspiraciones inexistentes. Se trata de jóvenes preparados y críticos, idealistas y valientes. No vayamos camino a otro 68. Mejor recordemos el editorial fúnebre publicado esos días en Excélsior por el inolvidable maestro José Alvarado: “Había belleza y luz en las almas de los muchachos muertos. Querían hacer de México morada de justicia y verdad, la libertad, el pan y el alfabeto para los oprimidos y olvidados. Un país libre de la miseria y el engaño. Ahora son fisiologías interrumpidas dentro de sus pieles ultrajadas. Algún día habrá una lámpara votiva en memoria de todos ellos”. (rrodriguezangular@hotmail.com); (twitter: @RaulRodríguezC).
Aqui dejamos el video de la IBERO completo, es un resumen de todos, para escuchar mejor apaga el radio del blog columna derecha arriba de la luna
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante, Nos interesa conocer tu punto de vista para retroalimentarnos y así aprender juntos. DEJANOS UN COMENTARIO PORFAVOR