Cuando yo era niña se decía que si se comía aguacate y se hacían corajes la salud se podía complicar.
Incluso cuando alguien llegaba de mal humor se aconsejaba, "no le
compres sus aguacates…" como una forma de advertir que no era
conveniente involucrarse y caer en la mala onda.
No sé si siguen existiendo esos dichos y creencias populares; pero por
si las moscas, si usted piensa que el TRIFE debe darle la razón a López
Obrador y anular las elecciones, absténgase del aguacate porque puede
pasarlo mal.
Pero no lo haga por mucho tiempo, porque las investigaciones médicas
afirman que comer aguacate es muy beneficioso para la salud; y puede
incluso prevenir algunos tipos de cáncer.
Y por fortuna para nosotros, en México su consumo está muy extendido en todos los niveles y no es tan caro.
Muchos piensan que el aguacate es una verdura, pero en realidad es una
fruta; es originaria de México; y es uno de los alimentos más perfectos
que se conocen, porque no sólo contiene todos los elementos
nutricionales que una persona necesita sino que también contribuye a
evitar y controlar padecimientos como el Alzheimer, cáncer, diabetes,
colesterol alto y enfermedades del corazón.
Tiene un alto contenido en fibra y en lo que se ha llamado colesterol
bueno; es rico en grasas saludables y vitaminas E, C y del complejo B;
contiene minerales de 14 variedades como hierro, fósforo, potasio y
magnesio y muchos ácidos grasos que ahora se sabe, son indispensables
para la salud y ayudan al buen funcionamiento cerebral.
Hasta donde se sabe, el consumo mundial del aguacate empezó en Puebla,
alrededor de 10 mil años antes de la era cristiana; y poco a poco su
siembra y cultivo fueron pasando al resto de América.
A la California gringa, que hoy es junto con Chile y nuestro Michoacán
una de las regiones de mayor producción, llegó hasta mediados del siglo
XIX; y a Europa ha entrado recientemente como componente de muchos
platillos.
Actualmente hay más de 500 variedades de aguacate; y desde hace muchos
años, México ha sido el primer productor mundial de aguacate,
principalmente de la especie Hass, con más del 34 por ciento del total.
Como todos los mexicanos sabemos, el aguacate puede comerse solo o con prácticamente todos los alimentos y en todas las formas.
En guacamole, taquitos, con arroz, en ensaladas, como sopa fría, y como acompañamiento.
Y se preguntarán ustedes si todo lo relacionado con el aguacate es tan
conocido por nosotros, y si hay tantos temas nacionales que requieren
atención porqué escogí esta semana escribir sobre esto...
Bueno, lo hice porque en estos días de incertidumbre postelectoral
nacional, y de crisis y escasez alimentaria a nivel mundial; en estos
tiempos de tantos derroches desde el poder y en los que por errores en
las políticas agropecuarias, casi no exportamos nada y por el contrario,
importamos hasta maíz, podemos subirnos la moral y sentirnos mejor,
hablando del aguacate mexicano.
Así que compre y coma aguacates…
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