Javier Jiménez Espriú
Cambio de Principios: Fisgón |
“Sin
que deje de ser nuestro –el petróleo–, lo podemos aprovechar a
cabalidad, de forma eficaz y rentable (...) Es absurdo y oneroso, que
hoy estemos exportando petróleo crudo a Estados Unidos y compremos
gasolina” –¿y las refinerías, apá?–, dice el presidente del PRI,
casualmente también ex gobernador del estado de México y, casualmente
también, elegido democráticamente.
Y
agrega: “Un partido debe tener ideología, pero ésta no debe rayar en el
dogmatismo –pausa para asimilar la profundidad del pronunciamiento–.
Tenemos una ideología robusta y queremos afirmarla y ponerla al día”
–pausa ineficaz para tratar de aclarar la confusión.
La
puesta al día no es otra cosa que cambiar los dogmas de la Revolución y
la expropiación petrolera, por los dogmas del Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial, confirmados en un amplio documento
entregado a Enrique Peña Nieto por la OCDE, titulado Getting it right -así, en inglés-, una agenda estratégica para las reformas en México, como instructivo para su ejercicio de gobierno y recibido públicamente y con particular entusiasmo por el Presidente.
Como
botón de muestra de la finalidad del documento, baste una de sus
recomendaciones que transcribo: Los compromisos asentados en el Pacto
por México de realizar una reforma energética que amplíe la capacidad de
exploración y producción de Pemex y facilite la competencia en los
procesos de refinación, petroquímica y transporte de hidrocarburos, así
como el impulso al desarrollo de energías renovables y la eficiencia
energética, son muy bienvenidas. ¿Por quién?
Sobre
la eficiencia energética dice: “Es la forma más rentable para reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero e incrementar la seguridad de suministro. Se trata de una elección estratégica no sólo para países importadores de energía, sino también para los exportadores, porque puede liberarse la producción interna de petróleo para la exportación” Queda claro en beneficio de quién se pretende “incrementar la seguridad de suministro”.
Rápidamente
y sin tapujos, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial
manifestó que hay un gran apetito de inversionistas extranjeros para
invertir en Pemex; nada más eso faltaba, claro que hay un gran apetito
para limpiar Pemex, pero no de la incompetencia de los directivos, la
corrupción y la ineficiencia, que es lo que procede, sino para
limpiarlo, literalmente.
Qué tragedia, que los funcionarios del gobierno mexicano estén tan lejos de “los Sentimientos de la nación” y
tan cerca de las instrucciones de los organismos internacionales.
Seguramente el PRI borrará de sus documentos básicos, para hacerlos
congruentes con la vocación del gobierno, el estorboso dogma de la
soberanía.
Estamos
frente a una nueva traición al movimiento de 1910 –ahora por el partido
que engendró– y a la expropiación petrolera. Nuevos documentos básicos,
para hacer suya –o suyos los negocios– la propuesta del gobierno
anterior panista.
La
propuesta del PAN era nacionalmente inaceptable, pero ideológicamente
entendible, dados los autores de la misma, fieles a su concepción de
nación. La del PRI, ahora, sigue siendo igualmente inaceptable desde el
punto de vista nacional, pero resulta nauseabunda e ideológicamente
reprobable, incluso seguramente hasta para la inmensa mayoría de los
priístas. ¿O todos entran por disciplina, sin chistar, a la puesta al
día de documentos básicos y de conciencias?
En
cualquier caso, la solución es fácil: adopten los documentos básicos
del PAN y santo remedio. No necesitan cambiar ni las siglas del partido:
PRI, Partido Reaccionario Institucional. Con ello harán congruente una
reforma educativa también privatizadora; una reforma laboral pactada
entre cúpulas, sin tomar en cuenta a los trabajadores; el IVA a
alimentos y medicinas, y así… de frente. Sólo faltará considerar el
despertar del pueblo para que se le tome en cuenta.
Hace
algunos meses, algunos amigos y otros no tanto, me acusaron de
jacobino, porque cité en un discurso a Maximiliano Robespierre. Ya con
la etiqueta, hoy recurro a otra cita del incorruptible evolucionario
francés, en un discurso ante su asamblea: Hasta aquí, el arte de
gobernar no ha sido otra cosa que el arte de despojar y dominar a la
mayoría en provecho de la minoría, y la legislación, el medio de
convertir estos atentados en sistema.
¡No traten de hacerlo!
LaJornada jueves 31 de enero de 2013, pag. 23
LaJornada jueves 31 de enero de 2013, pag. 23
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