

construcción, mantenimiento, equipamiento, mobiliario, material didáctico, servicios básicos y demás necesidades del servicio educativo. El listado no menciona salarios ni prestaciones laborales, sino que se refiere exclusivamente al mejoramiento de las condiciones educativas.
Esta solicitud es perfectamente razonable y se encuentra dentro de los márgenes internacionales en la materia. Todo México debería unirse a esta justa demanda para que se incluya no solamente en la legislación guerrerense, sino también en la nueva Ley General de Educación (LGE) a escala federal.
De acuerdo con la OCDE, México sólo invierte 5.3 por ciento de su PIB en la educación pública, y a educación primaria y secundaria sólo destina 3.3 por ciento. De acuerdo con fuentes oficiales, muchos otros países, incluyendo Ghana, Bolivia, Noruega, Suecia y Jamaica, dedican un porcentaje mucho mayor. Botsuana emplea 7.8 por ciento de su PIB en la educación pública, Dinamarca 8.7 y Cuba 12.9 por ciento.
La LGE ya incluye desde 2002 en su artículo 25 la obligación de que el Estado dedique por lo menos 8 por ciento del PIB
al gasto en educación pública y en los servicios educativos. Sin embargo, esta disposición incluye los salarios de los maestros y se encuentra tramposamente condicionada a
las disposiciones de ingresos y gasto público correspondientes que resulten aplicables. Además, la ley no garantiza porcentajes específicos para entidades federativas en particular. El resultado es que año con año se incumple la norma y estados como Guerrero caen aún más en el abandono.

incrementar el número de plazas de base que se asignarán a los egresados de las normales públicas. Resulta evidente que las personas idóneas para educar a nuestros niños son precisamente aquellas que culminen exitosamente la carrera de maestro normalista, una formación orientada a los temas especializados en la materia.
Los jóvenes que generosamente opten por dedicar sus vidas a la
educación primaria merecen una oportunidad para servir a sus comunidades
en lugar de ser obligados a arriesgar sus vidas cruzando la frontera en
busca de trabajo. México necesita a sus normalistas educando y formando
niños en su país, no lavando platos o cuidando los jardines de los
estadunidenses más privilegiados.
México debe expandir, no reducir, este tipo de oportunidades
laborales que simultáneamente facilitan la movilidad social y fortalecen
el desarrollo económico. Una política como la que exige la Ceteg
constituye, además, la mejor protección contra la expansión de la
delincuencia y el narcotráfico en las comunidades más humildes del país.
Un maestro es mucho más útil que un soldado para fomentar el desarrollo
social.
Todos los jóvenes del país tendrían que tener garantizado su derecho a
un empleo digno en su materia de especialización. La coyuntura actual
podría ser una oportunidad de oro para rearticular #YoSoy132 en función
de esta demanda universal. No hace falta recurrir a autores extranjeros o
a utopías exageradas para fundamentar esta exigencia, sino solamente
exigir el cumplimiento de nuestra revolucionaria Constitución, tan
despreciada por los neoliberales, que sin rodeos señala en su artículo
123 que
toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil.
Finalmente, resulta una vil mentira que los maestros rechacen la
evaluación. Como cualquier profesionista, lo único que piden es que no
haya despidos arbitrarios, algo que es por lo demás un derecho
constitucional, y proponen una evaluación
democrática, procesual, permanente, formativa, sistemática e integral. Los periodistas, políticos y empresarios que hoy, de forma clasista y racista, linchan mediáticamente a los maestros muy difícilmente aprobarían un riguroso proceso de evaluación de esta naturaleza en sus materias respectivas.
En lugar de dividir falsamente a los maestros entre los
Twitter: @JohnMAckerman
buenos, que dócilmente aceptan la imposición de la depredadora lógica neoliberal, y los
malos, que exigen participar en el mejoramiento de sus escuelas, es necesario defender a los maestros y acompañarlos en la articulación nacional de sus justas demandas en favor del cumplimiento de la Constitución y las leyes del país.
"MÉXICO, AUN NO ES LIBRE" LA LUCHA QUE UN DÍA FUE INICIADA POR UN GRUPO DE PERSONAS EN 1810, DESAFORTUNADAMENTE NO HA CULMINADO, HACE FALTA DAR UN PASO MUY IMPORTANTE Y ESTÁ AQUÍ, EN LA MENTE DE CADA MEXICANO. NO SÓLO GUERRERO, OAXACA O MICHOACAN... EL PAÍS EN GENERAL, ES CAUTIVO DE LA IGNORANCIA, DE LA MERCADOTECNIA, LA NO MUY BUENA INFORMACIÓN, LA DISCRIMINACIÓN, DEL ABANDONO DEL CAMPO, DE LA IMPOSICIÓN, DE LA DEPENDENCIA, DE LA PEREZA, ETC. DESDE SIEMPRE TENEMOS UN GOBIERNO PATERNALISTA PORQUE BIEN ES SABIDO QUE "UN PUEBLO PREPARADO ES DIFICIL DE GOBERNAR"... AUN SE PUEDE VER POR AHI AL PÍPILA LLEVAR A CUESTAS LAS DURAS PENAS DEL CAMPESINO, EL ATRASO DEL MEDIO RURAL, EL HAMBRE DE JUSTICIA; DON MIGUEL DEDICANDOLES SU VIDA, SACRIFICANDO COMODIDADES, ENSEÑANDO A SEMBRAR SABIDURIA, A CREAR CIUDADANOS DE BIEN, A FORMAR HOGARES CIMENTADOS EN VALORES... SIN EMBARGO EL HAY UN FUERTE AJÉRCITO EN LO ALTO DE LA MONTAÑA A LA QUE EL POBRE NO PUEDE ASCENDER, DEBEMOS ARMARNOS CON LIBROS, PLUMAS, CUADERNOS Y ALGO PODEROSO... NUESTRO CEREBRO ..........continuará........saludos
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