Séptimo
Continente estudiará millones de toneladas de desechos de las aguas del mundo
Expedición va rumbo a basurero flotante más grande
que India
La
placa está en zonas poco transitadas por la navegación mercantil y
turística, por tanto el problema sólo interesa a ecologistas y científicos,
lamenta Patrick Deixonne, quien encabeza la misión
La
finalidad de la exploración, llamar la atención pública hacia el fénomeno,
explica
La
expedición parte el 20 de mayo. En la imagen, Deixonne, quien descubrió el
fenómeno
en 2009, durante una carrera de remo
Afp
Periódico
La Jornada
Sábado 27 de abril de 2013, p. 2
Sábado 27 de abril de 2013, p. 2
París, 26 de abril.
Un año después de un fallido
intento, una expedición saldrá en mayo rumbo alséptimo continente, un
gigantesco basurero flotante que acumula todo tipo de desperdicios plásticos,
mayor en extensión que India, pero aún profundamente desconocido.
En el origen de la expedición
Séptimo Continente está el explorador francés Patrick Deixonne, de 48 años,
quien en 2009 descubrió el fenómeno cuando participaba en una carrera de remo.
“Veía todos esos desperdicios
plásticos que derivaban a mi alrededor. Me sorprendió y me dije: ‘¿adonde va
todo esto?’”, explica el explorador, durante un viaje a París para preparar la
expedición.
Cuando volvió a tierra, el ex
bombero de Guayana (territorio colonial de Francia al norte de Sudámerica) se
documentó y halló la respuesta. Estos desperdicios confluyen en el punto de
encuentro de corrientes marinas, se enroscan bajo el efecto de la rotación de
la Tierra y acaban formando una inmensa masa giratoria.
En total, millones de toneladas
procedentes de las costas y los ríos flotan en las cinco principales masas de
desperdicios formados en todos los océanos, cuya fuerza centrípeta los aspira
hacia el centro.
El problema para los científicos
es que esta sopa está esencialmente compuesta por microdesperdicios
de plástico descompuesto y en suspensión bajo la superficie del agua, a veces a
30 metros de profundidad. Es muy difícilmente detectable por las observaciones
desde los satélites y solamente es visible desde los barcos.
Según el Centro Nacional de
Estudios Espaciales (CNES, por sus siglas en francés), la agencia espacial de
Francia, que apadrina la misión Séptimo Continente, la masa del Pacífico norte,
entre California y Hawai, es una de las más importantes del planeta, con una
superficie de 3.4 millones de km2.
Pero la placa de
desperdicios se halla en aguas poco transitadas por la navegación
mercantil y turística, por lo que el problema solamente interesa a los ecologistas
y a los científicos, se lamenta Deixonne.
Cartografiar las zonas
contaminadas
Desde su descubrimiento fortuito por el oceanógrafo
estadunidense Charles Moore, en 1997, esta masa de desperdicios plásticos ha
sido objeto de escasos estudios sobre su impacto en la contaminación del océano
y su fauna.
Miembro de la Sociedad de
exploradores franceses, Patrick Deixonne desea, por tanto, darle publicidad a
esta catástrofe ecológica; por ello acude al lugar para traer
observaciones científicas e imágenes.
La expedición parte el 20 de mayo
de Oceanside (sur de California) y se dirigirá al continente; en todo el
recorrido tomarán medidas para comparar la concentración y la naturaleza
de los desperdicios, explica.
Gracias a la guía vía satélite,
proporcionada por sus socios, espera llegar en seis o siete días a la zona de
mayor concentración de basura, a unas mil millas náuticas de las costas (mil
900 km).
Un captor realizado por alumnos
ingenieros de Toulouse (sur de Francia) en cooperación con el CNES será igualmente
probado en una boya a la deriva, la cual permite distinguir en el agua a los
plásticos del plancton y otras partículas vivas, y luego cartografiar las zonas
contaminadas gracias a imágenes satelitales, algo nunca hecho hasta ahora.
La expedición que fue programada
para mayo de 2012 fracasó por incidentes causados inesperadamente por
desperdicios plásticos.
Antes de salir de California, una
bolsa de plástico bloqueó la bolsa de agua de la goleta de 1938 fletada por
Patrick Deixonne. Luego, restos de una caña de pescar de nylon rompieron el
timón en el Golfo de México.
Son problemas muy usuales en esta
parte del mundo, y que afectan cada vez más a los navegantes californianos,
asegura Deixonne. Sensibles a esta contaminación plástica y a los problemas que
tuvo el explorador en 2012, el Yacht Club de Oceanside decidió este año
asociarse a la expedición y poner a su disposición un poderoso barco con motor
y tres tripulantes.
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