José
Luis Avendano C.
Lodazal
Pues con la (no)
novedad de que la economía continúa en
picada, en caída libre. Como ha estado durante las tres últimas décadas,
con un promedio de 1.8 por ciento anual. Igual que el de los últimos 30 años
del cuño neoliberal itamita. La más
reciente estimación es de Hacienda, de un ajuste
de 1.8 a 1.7 por ciento en este año, debido a las aguas.
No es únicamente llover
sobre mojado, sino que, asentadas las aguas, nos queda un lodazal, el lodazal.
En este contexto
recesivo se da el debate en torno al presupuesto, cuyo proyecto original ya
se modificó por la partida destinada a subsanar los estragos dejados por Manuel e Ingrid. Se da en medio de las reformas
aprobadas o por aprobar (educativa, laboral, hacendaria y fiscal), que le
darán su orientación al peso fiscal
en 2014.
La cuña parece
ser la reforma político-electoral,
que es la moneda de cambio del PAN: lo importante sobre lo urgente, que es
la reactivación de la economía y la reconstrucción
de las áreas afectadas por las depresiones
tropicales.
Las autoridades reconocen la afectación que sobre
las clases medias tendrá el 16 por ciento de impuesto al valor agregado (IVA) a
las colegiaturas en escuelas privadas y en la vivienda, sin excluir el alimento de perros y gatos, que tendrían
que comer lo que le dejarían sus dueños.
Mientras tanto, continúan los debates en torno los impactos de las reformas, en ente caso, de la educativa y la energética. En los 70
años de El Colegio Nacional, el primer tema es el de la educación. El titular
de la SEP, Emilio Chuayffet subraya la relevancia del interés superior del niño, sobre cualquier otro, comenzando por el
de recibir educación, por encima aún
del derecho de huelga de los
maestros. Pero es el ex secretario Fernando Solana quien pone las cosas en su contexto económico.
Aprecia tres etapas diferenciadas: 1) la del crecimiento con estabilidad (1933-1970),
en la que el país creció a una tasa anual de 6.05 por ciento; 2) la del crecimiento sin estabilidad (1970-1982),
de 2.5 por ciento anual; 3) la de ni
crecimiento ni estabilidad (1983-2000), y 4) estabilidad sin crecimiento, donde en los últimos 30 años –sin
nombrar el concepto de neoliberal— ha
habido estancamiento.
Para acabarla de amolar, el FMI acaba de presentar
sus estimaciones de crecimiento anual, y para México ajustó a la baja su índice hasta el 1.2 por ciento para 2013, de
2.9 por ciento en julio, y tres por
ciento para 2014. Empero, las
autoridades ponderan las bondades de
la macroeconomía, y el Presidente, optimista
–éste es su papel—, dice que
México es “el mejor lugar para invertir”.
En el debate público que sobre la reforma energética organizó la fracción
parlamentaria del PRD en el Senado, el profesor John Saxe-Fernández advirtió
sobre la disputa por el crudo mexicano tienen
las corporaciones Exxon-Mobil, Chevron, Shell y BP, entre otras, que lo reducen
a “una mercancía más”, para lo cual enfocan sus baterías contra la Constitución. Pero, “desmantelar
la nacionalización petrolera en México (que esto significa), además de
desleal e innecesaria, es una
irresponsabilidad histórica”. En suma, México vive una “ocupación neocolonial”.
En el Instituto de Investigaciones Económicas de la
UNAM, lo advirtió Luis Sauer, ex director de Petrobras, citado por Saxe: “Una
vez que sacas los leones de las jaulas, entran en el sistema y tienen fuerzas
para actuar con mucha más potencia en (lo) político y económico, para dominar los medios de comunicación e
infiltrarse en los partidos políticos a través de cabilderos, que son los
que están en los congresos y en los palacios” de gobierno. En el caso de
México, han sido hasta secretarios de Estado, en materia de energía y
hacendaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante, Nos interesa conocer tu punto de vista para retroalimentarnos y así aprender juntos. DEJANOS UN COMENTARIO PORFAVOR