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viernes, 23 de mayo de 2014

Human Rights Watch y La CIA, su responsabilidad de la guerra en Mexico, Premios Nobel cuestionan a la organización

 Premios Nobel de la Paz y académicas/os cuestionan la independencia de Human Rights Watch
16 de mayo, 2014
Esperando sea de interés para ustedes, envío copia de la nota periodística publicada en LaJornada el día 14, en la cual se informa sobre una carta abierta que dos premios Nobel de la Paz y más de un centenar de académicas/os de Estados Unidos y Canadá dirigieron a Kenneth Roth sobre la aparente falta de independencia de la ONG estadounidense HumanRights Watch (HRW), de la cual es Director Ejecutivo.
La carta ofrece ejemplos de la estrecha relación que dirigentes, miembros del Consejo Directivo y asesores de HRW han cultivado con el Departamento de Estado, la CIA y la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), lo cual pone en duda la independencia de la organización. Consecuentemente, quienes suscriben la carta piden a Kenneth Roth que HRW observe criterios operativos que la libren de personas con obvio conflicto de intereses.   
Junto con la nota de La Jornada, les mando también la versión en inglés de la carta abierta. 
HRW y su responsabilidad en la guerra que tiene lugar en México contra el narco, el terrorismo y la migración indocumentada.
Vivanco
En el contexto de la carta de los Premios Nobel, es útil recordar que José Miguel Vivanco, Director de HRW para las Américas, promovió con fervor la aprobación de la Iniciativa Mérida (IM) por el Congreso norteamericano, previsto que incluyera cláusulas sobre respeto a los derechos humanos, y juzgar a miliares en cortes civiles cuando violasen derechos de civiles.   
Negroponta
Otro tenaz cabildero a favor de la IM fue John D. Negroponte, quien coordinó las operaciones armadas contra el gobierno sandinista, y ganó relevancia pública como zar de inteligencia en el gobierno de George W. Bush e impulsor de la invasión a Irak en su papel de embajador ante la ONU.
A través de la IM, Estados Unidos hizo suya la guerra contra el narco en territorio mexicano. El Tío Sam se convirtió de hecho en el socio mayor del enfrentamiento armado que había iniciado el presidente Felipe Calderón contra los cárteles de la droga, dándole a tan errada aventura visos de racionalidad y legitimándola internacionalmente.
La guerra que llevan a cabo en nuestro territorio los gobiernos mexicano y estadounidense contra los cárteles de la droga, y por añadidura, contra el terrorismo y la migración indocumentada:
·  Ha deteriorado seriamente el tejido social y la calidad de vida;  
· ha empeorado la extorsión y el secuestro, así como la violencia y muerte de personas en enfrentamientos armados;     
· ha consolidado a México como el país donde más se violan la dignidad y derechos humanos –el derecho a la vida incluido- de las/os migrantes;
· ha inhibido la libertad de prensa;
· ha originado asesinatos, persecuciones y amenazas sin precedente contra periodistas y dirigentes sociales;
· ha abierto de par en par las puertas de México a la intervención del Tío Sam;
· ha multiplicado las operaciones de espionaje, infiltración y reclutamiento por parte de la CIA y otras agencias de inteligencia;   
·  ha minado el derecho fundamental del pueblo a decidir su propio destino; 
·  ha convertido a México en república bananera.
Por lo mismo, considerando el decisivo cabildeo que José Miguel Vivanco y HRW realizaron para que en 2008 el Congreso norteamericano aprobara la IM, y teniendo en cuenta a la vez el trabajo que desde entonces realizan para monitorear su implementación e informar de ello a Washington: Vivanco y HRW deben rendir públicamente cuentas de su responsabilidad en la violenta, trágica y contraproducente guerra al narco, el terrorismo y la migración indocumentada que llevan a cabo desde hace seis años los gobiernos de México y Estados Unidos, al amparo de la IM.   
Incluso, de crearse una Comisión de la verdad que analice, entre otros temas, a dicha guerra, José Miguel Vivanco y HRW deben ser llamados a comparecer.  
Se presentarían por igual ante esa Comisión de la verdad las ONG mexicanas cuyo cabildeo (a través de una carta que enviaron a legisladores estadounidenses el 29 de mayo de 2008) resultó clave para la aprobación de la IM. Entre tales ONG se encuentran el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Amnistía Internacional, Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan,” CENCOS, Centro de Derechos Humanos Francisco de Vitoria, Comisión Mexicana en Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, DECA Equipo Pueblo, y Fundar.    
La guerra de México y Estados a que nos referimos hizo trizas las cláusulas de respeto a los derechos humanos incluidas en la IM como condición para que la apoyaran y promovieran HRW y las ONG antes mencionadas. Por otra parte, juzgar en tribunales civiles a militares que violen derechos de civiles es ya una ley de la nación, no gracias a la IM, sino a mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Por lo mismo, teniendo como base sus propios informes sobre la imponente tragedia humana que ha generado la guerra contra el narco, el terrorismo y la migración indocumentada, HRW y las ONG que hemos mencionado deben reconocer el grave error que han cometido al apoyar la IM, y en consecuencia, demandar su fin, y sobre todo, pedir perdón a las víctimas de dicha guerra y a sus familias.    
Gracias por su generosa atención
Parafraseando a Machado,
¡Caminante no hay camino, se hace camino al luchar! 
Primitivo Rodríguez Oceguera
Adolfo Pérez Esquivel
 Premios Nobel de la Paz piden a HRW medidas para afianzar su independencia
Varios de sus directivos tienen ligas con el gobierno de EU
De la Redacción /Periódico La Jornada/ Martes 13 de mayo de 2014, p. 24
Mairead Maguire

Los premios Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Mairead Maguire, así como un centenar de académicos estadunidenses y canadienses, pidieron este lunes a Human Rights Watch (HRW) que tome medidas concretas para afianzar la independencia de la organización, dado que sus principales directivos tienen ligas con el Partido Demócrata, el gobierno de Estados Unidos y hasta con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), como es el caso de Miguel Díaz, quien ahora es funcionario del Departamento de Estado.
Pérez Esquivel y Maguire, respaldados también por ex funcionarios de la Organización de Naciones Unidas, enviaron ayer una carta al actual director de HRW, Kenneth Roth, en la que señalan que las relaciones cercanas con el gobierno de Estados Unidos generan conflictos de intereses a la agrupación con sede en Nueva York.
El primer paso que debe dar HRW, se sugiere en la misiva, es cerrar la puerta giratoria a aquellos que han sido funcionarios públicos en la diplomacia estadunidense y luego pasan al equipo de la organización y a sus cuerpos de asesoría o dirección.
En la carta se menciona que Miguel Díaz, quien fue analista de la CIA en la década de los 90, ocupó una silla en el consejo de asesores de HRW de 2003 a 2011 y en la actualidad, como funcionario del Departamento de Estado, es el interlocutor entre la comunidad de inteligencia y analistas no gubernamentales.
Otros tres miembros de HRW que tienen vínculos con el gobierno son Tom Malinowki, Miles Frechette y Michael Shifter. A su vez, Susan Manilow se ha declarado altamente involucrada en actividades del Partido Demócrata.
May 12, 2014  |  
The following letter was sent today to Human Rights Watch's Kenneth Roth on behalf of Nobel Peace Prize Laureates Adolfo Pérez Esquivel and Mairead Maguire; former UN Assistant Secretary General Hans von Sponeck; current UN Special Rapporteur on Human Rights in the Palestinian Territories Richard Falk; and over 100 scholars.

Dear Kenneth Roth,
Human Rights Watch characterizes itself [2] as “one of the world’s leading independent organizations dedicated to defending and protecting human rights. However, HRW's close ties to the U.S. government call into question its independence.
For example, HRW's Washington advocacy director, Tom Malinowski, previouslyserved [3] as a special assistant to President Bill Clinton and as a speechwriter to Secretary of State Madeleine Albright. In 2013, he left HRW after being nominated [4] as Assistant Secretary of State for Democracy, Human Rights & Labor under John Kerry.
In her HRW.org biography, Board of Directors' Vice Chair Susan Manilow describes [5] herself as "a longtime friend to Bill Clinton" who is "highly involved" in his political party, and "has hosted dozens of events" for the Democratic National Committee.
Currently, HRW Americas' advisory committee [6] includes Myles Frechette, former[7] U.S. ambassador [8] to Colombia, and Michael Shifterone-time Latin America director [9] for the U.S. government-financed National Endowment for Democracy. Miguel Díaz, a Central Intelligence Agency analyst in the 1990s, sat on HRW Americas' advisory committee from 2003 [10]-11 [11]. Now at the State Department [12], Díazserves [13] as "an interlocutor between the intelligence community and non-government experts."
In his capacity as an HRW advocacy director, Malinowski contended [14] in 2009 that "under limited circumstances" there was "a legitimate place" for CIA renditions—the illegal [15] practice [16] of kidnapping and transferring terrorism suspects around the planet. Malinowski was quoted paraphrasing [14] the U.S. government's argument that designing an alternative to sending suspects to "foreign dungeons to be tortured" was "going to take some time."
HRW has not extended [17] similar consideration to Venezuela [18]. In a 2012 letter [19] to President Chávez, HRW criticized the country's candidacy for the UN Human Rights Council, alleging that Venezuela had fallen "far short of acceptable standards" and questioning its "ability to serve as a credible voice on human rights." At no point hasU.S. membership [20] in the same council merited censure from HRW, despite Washington's secret, global assassination program [21], its preservation [22] ofrenditions [23], and its illegal detention [24] of individuals at Guantánamo Bay.

Likewise, in February 2013, HRW correctly described as "unlawful [25]" Syria's use of missiles in its civil war. However, HRW remained silent [26] on the clear violation [27] of international law constituted by the U.S. threat of missile strikes on Syria in August.
The few examples above, limited to only recent history, might be forgiven as inconsistencies or oversights that could naturally occur in any large, busy organization. But HRW’s close relationships with the U.S. government suffuse such instances with the appearance of a conflict of interest.

We therefore encourage you to institute immediate, concrete measures to strongly assert HRW's independence. Closing what seems to be a revolving door would be a reasonable first step: Bar those who have crafted or executed U.S. foreign policy from serving as HRW staff, advisors or board members. At a bare minimum, mandate lengthy “cooling-off” periods before and after any associate moves between HRW and that arm of the government.
Your largest donor, investor George Soros, argued [28] in 2010 that "to be more effective, I think the organization has to be seen as more international, less an American organization.” We concur. We urge you to implement the aforementioned proposal to ensure a reputation for genuine independence.
Sincerely,

Adolfo Perez Esquivel:  es un activista argentino destacado como defensor de los Derechos Humanos y del Derecho de Autodeterminación de los Pueblos; defensor de la no-violencia y de la lucha pacífica
Mairead Corrigan o Mairead Corrigan-Maguire es una activista y cofundadora, junto con Betty Williams, de Gente por la Paz, una organización que buscó soluciones pacíficas al conflicto armado norirlandés

NOTAS:
1.    Adolfo Pérez Esquivel, Nobel Peace Prize laureate 
2.    Mairead Maguire, Nobel Peace Prize laureate 
3.    Joel Andreas, Professor of Sociology, Johns Hopkins University
4.    Antony Anghie, Professor of Law, S.J. Quinney College of Law, University of Utah 
5.    John M. Archer, Professor of English, New York University
6.    Asma Barlas, Professor of Politics, Director of the Center for the Study of Culture, Race, and Ethnicity, Ithaca College 
7.    Rosalyn Baxandall, Professor Emeritus of American Studies, State University of New York-Old Westbury 
8.    Marc Becker, Professor of Latin American History, Truman State University
9.    Jason A. Beckett, Professor of Law, American University in Cairo 
10. Angélica Bernal, Professor of Political Science, University of Massachusetts-Amherst 
11. Keane Bhatt, activist, writer
12. William Blum, author, Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II 
13. Audrey Bomse, Co-chair, National Lawyers Guild Palestine Subcommittee 
14. Patrick Bond, Professor of Development Studies, Director of the Centre for Civil Society, University of KwaZulu-Natal, Durban
15. Michael Brenner, Professor Emeritus of International Affairs, University of Pittsburgh 
16. Jean Bricmont, Professor of Theoretical Physics, University of Louvain; author, Humanitarian Imperialism
17. Renate Bridenthal, Professor Emerita of History, Brooklyn College, CUNY 
18. Fernando Buen Abad Domínguez, Ph.D., author 
19. Paul Buhle, Professor Emeritus of American Civilization, Brown University
20. David Camfield, Professor of Labour Studies, University of Manitoba 
21. Leonard L. Cavise, Professor of Law, DePaul College of Law 
22. Robert Chernomas, Professor of Economics, University of Manitoba
23. Aviva Chomsky, Professor of History, Salem State University 
24. George Ciccariello-Maher, Professor of Political Science, Drexel University 
25. Jeff Cohen, Associate Professor of Journalism, Ithaca College
26. Marjorie Cohn, Professor of Law, Thomas Jefferson School of Law
27. Lisa Duggan, Professor of Social and Cultural Analysis, New York University
28. Carolyn Eisenberg, Professor of History, Hofstra University 
29. Matthew Evangelista, Professor of History and Political Science, Cornell University
30. Richard Falk, Professor Emeritus of International Law, Princeton University 
31. Sujatha Fernandes, Professor of Sociology, Queens College, CUNY Graduate Center 
32. Mara Fridell, Professor of Sociology, University of Manitoba
33. Frances Geteles, Professor Emeritus, Department of Special Programs, CUNY City College 
34. Lesley Gill, Professor of Anthropology, Vanderbilt University 
35. Piero Gleijeses, Professor of American Foreign Policy and Latin AmericanStudies, School of Advanced International Studies, Johns Hopkins University 
36. Jeff Goodwin, Professor of Sociology, New York University 
37. Katherine Gordy, Professor of Political Science, San Francisco State University 
38. Manu Goswami, Professor of History, New York University 
39. Greg Grandin, Professor of History, New York University 
40. Simon Granovsky-Larsen, Professor of Latin American Studies, Centennial College, Toronto 
41. James N. Green, Professor of Latin American History, Brown University 
42. A. Tom Grunfeld, Professor of History, SUNY Empire State College 
43. Julie Guard, Professor of Labor Studies, University of Manitoba
44. Peter Hallward, Professor of Philosophy, Kingston University; author, Damming the Flood 
45. John L. Hammond, Professor of Sociology, Hunter College, CUNY Graduate Center 
46. Beth Harris, Professor of Politics, Ithaca College  
47. Martin Hart-Landsberg, Professor Economics, Lewis and Clark College

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