Viva el país que no se ha rendido.
Vivan sus playas públicas. Viva su mar soberano. Viva su atmósfera
libre. Vivan las tierras que no serán convertidas en negocio
aeroportuario.
Vivan los bosques que no ceden al golpe de la motosierra. Viva el
filón de mineral defendido por sus legítimos dueños. Viva el río que
absorbe la descarga tóxica y no envenena a los sedientos. Vivan los
lagos cómplices de los pescadores.
Vivan los pescadores, los comuneros, los ejidatarios, que resisten
los proyectos depredadores. Vivan quienes difunden las luchas contra el
acueducto, la hidroeléctrica, el teleférico, el parque de diversiones,
el campo de golf, la mina a cielo abierto, la supercarretera, la
perforación destructiva, la construcción devastadora.
Vivan los caminos libres que comunican sin lucrar, las represas que
iluminan sin destruir el entorno, las canteras que entregan su materia
para construir escuelas y hospitales.
Vivan las cosechas sin transgénicos.
Vivan los campesinos que no sienten vergüenza de su condición. Vivan
los trabajadores que no aspiran a ser potentados. Vivan las
profesionistas que defienden la dignidad de su trabajo.
Vivan los burócratas que se consagran a servir a la sociedad antes
que a sus jefes. Vivan los políticos que no traicionan a sus
representados.
Vivan los barrios. Vivan las vecindades. Vivan los multifamiliares.
Vivan los caseríos. Vivan los mercados. Vivan los centros de salud y los
planteles escolares, los parques y las plazas públicas.
Viva la palabra verdadera. Viva el discurso que esclarece. Viva el
libro que rescata la memoria. Vivan quienes difunden el antídoto de la
verdad contra la intoxicación televisiva y la propaganda mentirosa. Viva
la oración de la esperanza y la maldición pronunciada ante toda
injusticia.
Vivan las indignadas, los escépticos, las que se organizan, los
manifestantes, las que informan, quienes siguen buscando a sus
desaparecidos, los que no olvidan a sus muertos, quienes no han matado a
nadie, las que dan vida, los que le cierran los ojos al cadáver de un
desconocido.
Vivan las que bordan en pañuelos los nombres de las víctimas, quienes
se aferran a la vida aunque cada año pongan nuevas fotos en su altar de
muertos.
Vivan los jubilados y las viudas a quienes les robaron la pensión;
los asalariados a los que no les alcanza el salario; los causantes a los
que el fisco les arrebata el ingreso; los productores sin mercado; los
comerciantes que se quedaron sin clientela; los jóvenes que no tienen
escuela; los pacientes sin cama; los campesinos despojados de sus
tierras; los científicos sin laboratorio; los escritores sin
computadora; los plomeros sin herramienta; las costureras sin tela; los
cocineros sin comida; los pintores sin pintura; los obreros traicionados
por sus dirigentes sindicales; los que son tratados como delincuentes
porque combatieron a la delincuencia; los que no pierden la claridad
aunque no tengan para pagar la luz.
Vivan las comunidades zapatistas. Vivan los yaquis que
defienden el agua. Viva Temacapulín. Vivan los resistentes de Cholula.
Viva Wirikuta. Viva San Salvador Atenco. Vivan las policías
comunitarias. Vivan Las Patronas. Vivan los defensores de derechos
humanos. Viva el SME. Vivan los trabajadores de Mexicana. Vivan los
sindicatos universitarios.
Vivan las universidades y los hospitales públicos. Vivan los caminos públicos. Vivan los medios públicos.
Viva La Jornada en sus 30 años.
Viva la América Latina soberana que espera nuestro regreso a sus filas.
Viva Cuauhtémoc. Viva Gonzalo Guerrero. Viva fray Bartolomé de las
Casas. Viva Francisco Tenamaztle. Viva Jacinto Canek. Viva Gaspar Yanga.
Viva Gabriel Teporaca. Viva fray Servando Teresa de Mier. Viva
Francisco Primo de Verdad. Viva Miguel Hidalgo. Viva Josefa Ortiz de
Domínguez. Viva José María Morelos. Viva Leona Vicario. Viva Epigmenio
González. Viva Francisco Xavier Mina. Viva Vicente Guerrero. Viva el
Batallón de San Patricio. Viva Benito Juárez. Viva Guillermo Prieto.
Viva Ignacio Zaragoza.
Viva José Santos Degollado. Viva Melchor Ocampo. Viva Mariano
Escobedo. Viva Vicente Riva Palacio. Viva Ignacio Manuel Altamirano.
Vivan Ricardo y Enrique Flores Magón. Viva Juana Belén. Viva Emiliano
Zapata. Viva María Arias Bernal. Viva Aquiles Serdán. Viva Belisario
Domínguez. Viva Francisco Villa. Viva Elisa Acuña. Viva Antonio Díaz
Soto y Gama. Viva María Talavera. Viva Elisa Griensen. Viva Felipe
Carrillo Puerto. Viva Lázaro Cárdenas. Viva Francisco J. Múgica. Viva
Heriberto Jara. Viva Rubén Jaramillo.
Viva Benita Galeana. Viva Valentín Campa. Viva Demetrio Vallejo.
Vivan Frida Kahlo y Diego Rivera. Viva José Revueltas. Viva Sergio
Méndez Arceo. Viva Heberto Castillo. Viva Carlos Montemayor. Viva Carlos
Monsiváis. Viva Bety Cariño. Viva Samuel Ruiz. Viva Carlos Fuentes.
Viva Arnoldo Martínez Verdugo. Viva José María Pérez Gay. Viva Daniel
Cazés. Viva José Emilio Pacheco. Viva Arnaldo Córdoba.
Vivan la imaginación y el amor. Vivan la dignidad y la honestidad. Vivan la congruencia y la persistencia. Viva la vida.
Twitter: @Navegaciones
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