José Luis Avendaño C.
1. Nuestra democracia, con todo y lo cucha que sea, es la única salida que tiene la ciudadanía en términos de convivencia social y política. A pesar de que nuestra clase política deje mucho qué desear. Su matriz autoritaria, de casi 90 años, es difícil de desechar. En la práctica y con sus matices, derecha e izquierda, a la hora de gobernar, han resultado en lo mismo. De ahí el desencanto ciudadano que se refleja a la hora de votar y elegir.
2. Políticos y partidos se presentan –se anuncian— como si fueran detergentes: muy vistosos en el empaque, con escaso o nulo contenido blanqueador. No hay mucha diferencia entre ellos e, ideológicamente, todos quieren ser de centro: políticamente asépticos. Los extremos asustan a una sociedad conservadora, acostumbrada a convivir más con la derecha. Para eso, los grandes medios han hecho su papel.
3. Con la crisis económica, la derecha se ha consolidado en el poder. Lo mismo en Europa que en América Latina, no obstante su fracaso en
términos de crecimiento sostenido y bienestar social. El caso de México
es sintomático de lo anterior: 33 años de un mismo modelo, con un crecimiento errático,
insuficiente para crear los empleos formales que se necesitan, con dos
partidos, cortados con la misma tijera, alternados, y una violencia exacerbada, más allá de la seguridad y justicia que debe procurar el Estado, que desató una guerra en su nombre. También, la violencia económica, en términos de desempleo, falta de oportunidades y hambre.
4. ¿Cambió este contexto con las elecciones del 5 de junio? Que haya ganado el PAN más gubernaturas, no cambia en el fondo la correlación de fuerzas. Además, donde ganó, en alianza con el PRD (agua y aceite), particularmente en Veracruz, convertido en cacicazgo, habrá que ver qué tanta es la influencia de la izquierda para poder revertir los estragos del mal gobierno. Sobre todo, cambiar el modelo económico, que de esto se trata.
5. ¿Por qué perdió el PRI? Aunque sigue siendo el partido hegemónico, en cuanto al número de legisladores, gobernadores y presidentes municipales, Desde la fe,
el semanario de la Arquidiócesis Primada de México, descubrió, en su
editorial del 12 de junio, el porqué del “voto de castigo” contra
el PRI: la iniciativa presidencial en favor del matrimonio entre
personas del mismo sexo, a la que califica de “autoritaria, destructiva e
inmoral”. Lo mismo podría decirse del modelo que tiene postrada a la economía hace más de cinco sexenios.
6. ¿Será Margarita Z. nuestra Hillary en 2018?
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