La perspectiva futura de la renta petrolera "no se ve bien", porque"la riqueza petrolera ya la gastamos" al ritmo de la sobre explotación de Cantarell y "antes del 2012 Petróleos Mexicanos (Pemex) será un importador neto de hidrocarburos, esto es, el volumen de sus exportaciones no alcanzará a compensar el valorde sus importaciones. Pero el país lo será antes, porque falta incluir las importaciones privadas". Por lo tanto, "lo mejor sería prepararnos para dejarde ser un país exportador de petróleo, conscientes de sus implicaciones en las finanzas públicas".
Quiero retomar esta reflexión de Rogelio Gasca Neri, expresada en el Senado de la República la semana pasada, porque define la dimensión exacta de un problema que muchos especialistas aún no quieren creer en momentos en que Pemex es la pelota de un espectáculo político en medio de la lucha por el poder. La razón por la que muchos se resisten a creer que el escenario sea tan negativo es el hecho de que el discurso oficial a veces lo niega.
Dice Pemex que la producción de crudo se mantendrá cerca de 3 millones de barriles diarios (y hace pocos meses decía 3.2 millones), pero la realidades que ya cayó a 2.8 millones y sigue bajando. Con la falta de descubrimientos de fácil extracción, todo indica que caerá a entre 1.9 y 2.2 millones para el 2012. La sobreexplotación de los demás campos no resuelve el problema, más bien lo agrava, y las nuevas refinerías (en caso de que tenga sentidoconstruir alguna) tendrán que procesar crudo importado.
Estamos ante un caso típico de un país que ha alcanzado y rebasado el cenito "pico" de su producción petrolera, por lo que no hay dinero que resuelva el problema. Hoy, los petroprecios ocultan el deterioro de los indicadoresde producción y exportación, pero cuando ya no haya petróleo para exportar, los petroprecios ya no nos sacarán del apuro, sino al contrario.
Desde hace tiempo, los pronósticos oficiales de producción han sido muy poco confiables. Hace apenas cuatro años, Pemex pronosticaba que la producción de crudo en el 2008 sería de 4.3 millones de barriles diarios, cuando hoyes de 2.8 millones. La diferencia entre esas cifras -un margen de error gigantesco,entendible sólo por el afán de enviar mensajes positivos al mercado petrolero- equivale a la producción total de Libia o de Argelia, que son países miembros de la OPEP.
Entonces, ¿por qué no creer que puede disminuir un millón de barriles diarios más? Una caída de esa magnitud al precio de 110 dólares por barril, según los cálculos de Gasca, equivale a 40 mil millones de dólares anuales, un 5 por ciento del PIB y casi 20 por ciento de gasto federal. En el 2012,"con la producción en 2 millones de barriles diarios y cayendo, habrá que pagarlos pidiregas y el pasivo laboral. Cuando esto ocurra, la salida va a ser querer hacer otra reforma fiscal, pero no habrá tela de dónde cortar".
¿La solución a los problemas será el "tesoro" en aguas profundas? Gasca resaltó que los primeros resultados de Pemex en aguas profundas contrastan con el optimismo oficial y demostró que no cuadran los números sobre ese tema que presenta Pemex en su diagnóstico. Los recursos prospectivos son sólo un buen deseo, un petróleo no descubierto, y "manejar las finanzas públicas creyendo en los recursos prospectivos es un acto de fe, y muchos la tienen". Por una parte, el volumen de producción que se aspira a extraer mediante inversiones masivas en aguas profundas -el "tesoro"- será apenas similar al que se ha perdido por la declinación de Cantarell, en un escenario óptimo. Por otra, la caída de la producción de crudo no se puede frenar, porque Pemex no ha sabido incorporar nuevas reservas y "la restitución no debe ser sólo conreservas probadas, sino que también éstas tendrían que ser de fácil extracción".
La tesis de Gasca es que si se pudiera creer que Pemex puede elevar o mantenerla producción de crudo, entonces, "el escenario es rosa" y tendrían razón quienes defienden el status quo y dicen que la problemática de Pemex se resuelve con autonomía de gestión y reforzando la rectoría del Estado. Pero en cambio, si la producción sigue cayendo, la iniciativa de reforma de (Felipe) Calderón se queda corta.
Quise retomar estas ideas de Rogelio Gasca, porque plantean verdades incómodas,pero insoslayables. Primero, el "tesoro" fue Cantarell, ya vino a menos y difícilmente se podrá reemplazar. Segundo, la iniciativa de Calderón es muy insuficiente frente a la magnitud de la problemática antes expuesta y no le otorga a Pemex la capacidad empresarial que requiere para enfrentar el futuro. Y tercero, no debemos fincar esperanzas mayores en poder resolverlos retos del desarrollo del país con base en el petróleo. Siempre serámejordiversificar la economía.
David Shields es analista de la industria energética. Su e-mail : shields@energiaadebate.com.mx
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