Por Pablo Vargas González / Desde Abajo
Ante la contingencia de salud que sigue padeciendo el país, cuya causa inicial de la influenza de origen porcino se puso la mirada en una empresa transnacional de producción de cerdos, de las más grandes de Latinoamérica, que por su magnitud es una verdaera “ciudad de cerdos” y su impacto en el entorno genera muchos perjuicios que afectan la salud de la población en varias comunidades de Perote, estado de Veracruz; la gente de diversas poblaciones ha puesto atención en localidades donde se generan focos de contaminación.
En Hidalgo no es la excepción de que en varios pueblos pongan cuidado de empresas contaminantes. Hay muchos, pero hoy voy a tratar el caso del municipio de Atotonilco de Tula, situado en el suroeste del Valle del Mezquital, asolado por factores contaminantes desde hace décadas y que las autoridades del ramo no han puesto atención sería y efectiva ante las demandas de la población cada vez más angustiantes.
En ese municipio se ha convivido con la producción de cal, siendo el principal agente la empresa denominada “Caleras Beltrán” S.A. de C.V. Desde el 3 de abril de este año, los pobladores de varias comunidades habían tramitado una queja ante la empresa debido a que el uso de “coque”, utilizado como combustible ocasionaba grandes molestias a la salud, ya en un nivel insoportable. La empresa “cedió” y dijo que iba a dejar de utilizar este material.
Sin embargo, Caleras Beltrán no respetó el acuerdo. Con toda razón, y ante la falta de intervención de las autoridades, ciudadanos de diferentes comunidades bloquearon el 6 de mayo las puertas de acceso a la empresa; la gente descubrió que a la empresa entró un trailer cargado con 60 toneladas de “coque”. Los vecinos inconformes principalmente de Bóvedas y Loma Bonita manifestaron que lograron conseguir una factura de un flete en el que la empresa García Munde Energía de México, con domicilio en Veracruz, envió 60 toneladas de “coque”.
El acuerdo había sido firmado en las oficinas del Cabildo, lo que dio fuerza y legalidad, pero ante la falta de respeto, los vecinos no tuvieron otra alternativa más que bloquear una vez más el acceso principal a la empresa, al haber violado los directivos el último acuerdo que se firmó en presencia del edil Julio César Ángeles Estrada y varios regidores.
Además, los vecinos señalan que dependencias federales y estatales del ramo de ecología también han sido simples expectantes y no han intervenido de manera enérgica. En palabras de los pobladores, Semarnat, Coede y Profepa, los funcionarios “solapan” a las empresas más que regularizarlas. La gente de estos pueblos desde hace años se vienen organizando y generando proceso de interlocución con autoridades y agentes contaminadores; ya están cansados de que ninguna autoridad haga algo por meter en cintura a los contaminadores.
El efecto que han tenido empresas cementeras y caleras ha sido perjudicial. Inclusive el problema trasciende el municipio de Atotonilco de Tula y del Estado de Hidalgo; es un corredor geográfico que incluye al municipio aledaño de Apasco Estado de México. Desde ahí también las comunidades se han movilizado y han hecho “plantones” para impedir que la empresa ECOLTEC s.a., filial de HOLCIM Apasco, han generado graves problemas como son: Gripes constantes, irritación de ojos, nauseas, dolor de cabeza y desmayos.
Atotonilco de Tula fue escenario de la muerte de 11 personas, a causa de gases de un pozo de Conagua. La población ha sido paciente pero el problema de contaminación en varios pueblos es casi intolerable. Ante la contingencia de salud que vive el país, es urgente que autoridades locales y federales pongan mucha atención en los factores y agentes contaminantes. Existe hartazgo de la población ante la inactividad y negligencia de los funcionarios que no han actuado. Ante ello es previsible que las protestas continúen, con mayor fuerza. No van a esperar que siga el lento envenenamiento de la población.