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miércoles, 30 de septiembre de 2009

Elio Masferrer, Norma Barranco Torres, Luis Arturo Jimenez Medina, presentan: Religion, Poder y cultura

El Círculo de Estudios de Brújula Metropolitana
te invita a una interesante charla y presentación de libro:
"RELIGIÓN PODER Y CULTURA"
del
DR. ELIO MASFERRER Kan
Antropólogo, profesor de la ENAH, miembro del Sistema Nacional de Investigadores
con los comentarios de la
Dra. Norma Barranco Torres
Antropóloga especialista en religiones, profesora investigadora del Colegio de Antropología social de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Dr. Luis Arturo Jimenez Medina,
Colegio de Antropología Social BUAP-ENAH-INAH.
este Miercoles 30 de septiembre a las 19:00hrs.
no pierdas la oportunidad de acercarte a los estudiosos de la antropologia religiosa.
Cita es en: "MERCURIO" ALVARO OBREGON 240,
A UNOS METROS DE INSURGENTES, COL. ROMA, CIUDAD DE MEXICO, D.F.
(PARADA METROBUS ALVARO OBREGON) 19:00hr
ENTRADA LIBRE
INFORMES: 04455-35-68-5200
kakumei2006@gmail.com


Curriculum del Dr Elio Masferrer: estudio Historia con especializacion en Antropología, diplomado en antropologia de las religiones, en Desarrollo Regional y Federalismo Comparado, Análisis de de la Reforma del Estado. Estudios de Maestría en Antropología Social por la Univ Iberoamericana y Doctor en Antropología por la escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) Elio Masferrer: su tesis doctoral: ¿Es del Cesar o es de Dios? Religion y Política en el México contemporaneo, miembro del Sistema Nacional de investigadores
Actividades Docentes: en Argentina, Perú y México, fué investigador del Instituto Indigenista Interamericano,
Ha dictado conferencias en Alemania, Brazil, Cuba, España, Estados Unidos,Colombia, Ecuador, Finlandia, Francia,Irlanda, Italia, Paises Bajos,Perú, Polonia, Portugal,Republica Checa, Rusia, Sudafrica, Suecia, Suiza y Uruguay y participado en diversos CONGRESOS a nivel Internacional como: "Congreso Internacional ¿Es verdad que Dios Ha muerto? Dialogos desde la ciencia, filosofía y teología", y es el Presidente y organizador del "Congreso Internacional de Americanistas" el último realizado en la Universidad Iberoamericana del 19 al 24 julio 2009
PUBLICACIONES: es autor y coautor de numerosos LIBROS como: Religion, poder y cultura: Ensayos sobre la politica y la diversidad de creencias; Los dueños del tiempo los TUTUNAKU, (totonacos) de la sierra norte de puebla; Votos de Castidad, sobre la sexualidad del clero catolico, La explotación de la fe; El circulo del poder y la espiral del silencio, Globalización religiosa; Sectas destructivas; escribe en la Revista Académica para el estudio de las religiones: Ritos y creencias del nuevo milenio (en linea) http://www.revistaacademica.com/tomotres.asp) ARTICULOS: La configuración del campo religioso despues de Acteal; De la salvacion de la gente de Dios, a la salvación de Mexico: La participación política de los Evangelistas; Religion, Poder y cultura, la muerte en mesoamerica.


Llevarán libros para su adquisición
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"Una mirada ciudadana a nuestra realidad"


martes, 29 de septiembre de 2009

Noam Chomsky, en la UNAM, sala Nezahualcoyotl, transcripción

Guerra, drogas y política, elementos del mundo bipolar

Todo Estado poderoso descansa en especialistas en apologética, llamados intelectuales
Las elecciones en EU, montajes espectaculares
Blanche Petrich, La Jornada
¿Qué lecciones nos han dejado dos décadas de una realidad mundial unipolar?
Noam Chomsky disertó ayer por la tarde largamente sobre esta pregunta y dejó en oídos del auditorio ideas sorprendentes, en una conferencia magistral en la Sala Nezahualcóyotl, transmitida en vivo por TV Unam y 12 televisoras públicas y universitarias que se enlazaron para enviar la señal a Aguascalientes, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tlaxcala, Yucatán, Durango y Nuevo León, además de por La Jornada on line.

Ideas sorprendentes como la de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, descrito como una mercancía con una mercadotecnia tan exitosa, que el año pasado mereció el primer lugar en campañas promocionales por parte de la industria de la publicidad. Más famoso que las computadoras Apple. Tan vendible como una pasta de dientes o un fármaco.

O la idea de que la invasión estadunidense a Panamá, en 1989, hoy apenas una nota a pie de página para muchos, fue en realidad la señal de que Washington iniciaba, a través de la ficción de la guerra contra las drogas, una nueva etapa de dominación, cuando apenas habían pasado algunas semanas de la caída del Muro de Berlín.

O bien, un dato puntual, asombroso: la “preocupación” manifestada en 1990, en un taller de desarrollo de estrategias para América Latina en el Pentágono, de que una eventual “apertura democrática” en México osara desafiar a Estados Unidos. La solución propuesta fue imponer a nuestro país un tratado que lo atara de manos con las reformas neoliberales. La propuesta se materializó en el Tratado de Libre Comercio (TLC), que entró en vigor en 1994.

Así, la reseña de Chomsky de las dos últimas dos décadas llegó al momento actual, al proceso de remilitarización de América Latina con siete nuevas bases en Colombia y la reactivación de la Cuarta Flota de su armada.

Todo, para aterrizar en la visión de un continente, el nuestro, que pese a todo “comienza a liberarse por sí solo de este yugo”, con gobiernos que desafían las directrices de Washington, pero sobre todo con movimientos populares de masas de gran significación.

Congruente con esta importancia que Chomsky da a los procesos sociales y a su constante llamado a visibilizar a sus protagonistas, al concluir su conferencia magistral y una entrevista con TV Unam, el académico todavía tuvo fuerzas para encontrarse brevemente con Trinidad Ramírez, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, esposa del preso político Ignacio del Valle, la cual agradeció al conferencista que fuera firmante de la segunda campaña por la libertad de 11 presos, le regaló su paliacate rojo y, por supuesto, también su machete.

Enseguida se reproducen las palabras de Noam Chomsky en la sala Nezahualcóyotl:

Al pensar en cuestiones internacionales, es útil tener presentes varios principios de generalidad e importancia considerables. El primero es la máxima de Tucídides: “Los fuertes hacen lo que quieren, y los débiles sufren como es menester”. Esto tiene un importante corolario: todo Estado poderoso descansa en especialistas en apologética, cuya tarea es mostrar que lo que hacen los fuertes es noble y justo y lo que sufren los débiles es su culpa. En el Occidente contemporáneo a estos especialistas se les llama “intelectuales” y, con excepciones marginales, cumplen su tarea asignada con habilidad y sentimientos de superioridad moral, pese a lo disparatado de sus alegatos. Su práctica se remonta a los orígenes de la historia de la que tenemos registro.

Los “principales arquitectos”

Un segundo punto, que no hay que olvidar, lo expresó Adam Smith. Él se refería a Inglaterra, la potencia más grande de su tiempo, pero sus observaciones son generalizables. Smith observaba que los “principales arquitectos” de políticas públicas en Inglaterra eran los “comerciantes y los fabricantes”, quienes se aseguraban de que sus intereses fueran bien servidos por tales políticas, por “gravoso” que fuera el efecto en otros –incluido el pueblo de Inglaterra– y pese a la severidad que tuvieran para quienes sufren “la salvaje injusticia de los europeos” en otras partes.

Smith fue una de esas raras figuras que se apartaron de la práctica normal de retratar a Inglaterra como una potencia angelical, única en la historia del mundo, dedicada sin egoísmo al bienestar de los bárbaros. Un ejemplo revelador, en estos términos exactos, es un ensayo clásico de John Stuart Mill, uno de los más decentes e inteligentes intelectuales occidentales, en el que explicaba por qué Inglaterra tenía que culminar su conquista de la India en aras de los más puros fines humanitarios. Lo escribió justo en el momento de mayores atrocidades de Inglaterra en la India, cuando el verdadero fin de una mayor conquista era permitir a Inglaterra apoderarse del monopolio del opio y establecer la más extraordinaria empresa de narcotráfico en la historia mundial, y así obligar a China, con lanchas cañoneras y venenos, a aceptar las mercancías de fabricación británicas, que China no quería.

La plegaria de Mill es la norma cultural. La máxima de Smith es la norma histórica.

Hoy, los principales arquitectos de las políticas públicas no son los “comerciantes y los fabricantes”, sino las instituciones financieras y las corporaciones trasnacionales.

Una refinada versión actual de la máxima de Smith es “la teoría de la inversión en política”, desarrollada por el economista político Thomas Ferguson, la cual considera que las elecciones son la ocasión para que grupos de inversionistas se unan con el fin de controlar el Estado, en esencia comprando las elecciones.
Como muestra Ferguson, esta teoría es un mecanismo muy bueno para predecir políticas públicas durante un periodo largo.

Entonces, para lo ocurrido en 2008 debimos haber anticipado que los intereses de las industrias financieras tendrían prioridad para el gobierno de Obama. Fueron sus principales provedoras de fondos y se inclinaron mucho más por Obama que por McCain. Y así resultó ser. El semanario de negocios Business Week se ufana ahora de que la industria de las aseguradoras ganó la batalla por la atención a la salud, y de que las instituciones financieras que crearon la crisis actual emergen incólumes y aun fortalecidas, tras un enorme rescate público –lo que acomoda el escenario para la siguiente crisis–, apuntan los editores. Y añaden que otras corporaciones aprendieron valiosas lecciones de estos triunfos y ahora organizan grandes campañas para frenar la aprobación de cualquier medida relacionada con energía y conservación (por suave que sea), con pleno conocimiento de que frenar esas medidas negará a sus nietos cualquier posibilidad de supervivencia decente. Por supuesto, no es que sean malas personas, ni son ignorantes. Ocurre que las decisiones son imperativos institucionales. Quienes deciden no seguir las reglas son excluidos, a veces en formas muy notables.

Las elecciones en Estados Unidos son montajes espectaculares (extravaganzas), conducidos por la enorme industria de las relaciones públicas que floreció hace un siglo en los países más libres del mundo, Inglaterra y Estados Unidos, donde las luchas populares habían ganado la suficiente libertad para que el público ya no tan fácilmente fuera controlado por la fuerza. Entonces, los arquitectos de las políticas públicas se dieron cuenta de que iba a ser necesario controlar las actitudes y las opiniones. Uno de los elementos de la tarea era controlar las elecciones.
Estados Unidos no es una “democracia guiada” como Irán, donde los candidatos requieren la aprobación de los clérigos imperantes. En sociedades libres, como Estados Unidos, son las concentraciones de capital las que aprueban candidatos y, entre quienes pasan por el filtro, los resultados terminan casi siempre determinados por los gastos de campaña.

Los operadores políticos están siempre muy conscientes de que con frecuencia el público disiente profundamente, en algunos puntos, de los arquitectos de las políticas públicas. Entonces, las campañas electorales evitan ahondar en cualquier punto y favorecen las consignas, las florituras de oratoria, las personalidades y el chismorreo. Cada año la industria de la publicidad otorga un premio a la mejor campaña promocional del año. En 2008 el premio se lo llevó la campaña de Obama, derrotando incluso a las computadoras Apple. Los ejecutivos estaban eufóricos. Se ufanaban abiertamente de que éste era su éxito más grande desde que comenzaron a promocionar candidatos cual si fueran pasta de dientes o fármacos que asocian con estilos de vida, técnicas que cobraron fuerza durante el periodo neoliberal, primero que nada con Reagan.


En los cursos de economía, uno aprende que los mercados se basan en consumidores informados que eligen racionalmente sus opciones. Pero quien mire un anuncio de televisión sabe que las empresas destinan enormes recursos a crear consumidores uniformados que eligen irracionalmente sus opciones. Los mismos dispositivos utilizados para derruir mercados se adaptan al objetivo de socavar la democracia, creando votantes desinformados que tomarán decisiones irracionales a partir de una limitada serie de opciones compatibles con los intereses de los dos partidos, que a lo sumo son facciones competidoras de un solo partido empresarial.

Tanto en el mundo de los negocios como en el político, los arquitectos de las políticas públicas son constantemente hostiles con los mercados y con la democracia, excepto cuando buscan ventajas temporales. Por supuesto, la retórica puede decir otra cosa, pero los hechos son bastante claros.

La máxima de Adam Smith tiene algunas excepciones, que son muy instructivas. Un ejemplo contemporáneo importante son las políticas de Washington hacia Cuba desde que ésta obtuvo su independencia, hace 50 años. Estados Unidos es una sociedad que goza de una libertad poco común, así que contamos con buen acceso a los registros internos que revelan el pensamiento y los planes de los arquitectos de las políticas públicas. A los pocos meses de la independencia de Cuba, el gobierno de Eisenhower formuló planes secretos para derrocar al régimen e inició programas de guerra económica y de terrorismo, cuya escala fue aumentada bruscamente por Kennedy, y que continúan en varias formas hasta nuestros días. Desde el inicio, la intención explícita fue castigar lo suficiente al pueblo cubano para que derrocara al régimen “criminal”. Su crimen era haber “logrado desafiar” políticas estadunidenses que databan de la década de 1820, cuando la doctrina Monroe declaró la intención estadunidense de dominar el hemisferio occidental sin tolerar interferencia alguna de fuera ni de dentro.

Aunque las políticas bipartidistas hacia Cuba concuerdan con la máxima de Tucídides, entran en conflicto con el principio de Adam Smith, y como tales nos brindan una mirada especial sobre cómo se configuran las políticas. Durante décadas, el pueblo estadunidense ha favorecido la normalización de relaciones con Cuba. Desatender la voluntad de la población es normal, pero en este caso es más interesante que sectores poderosos del mundo de los negocios favorezcan también la normalización: las agroempresas, las corporaciones farmacéuticas y de energía, y otros que comúnmente fijan los marcos de trabajo básicos para la construcción de políticas. En este caso sus intereses son atropellados por un principio de los asuntos internacionales que no recibe el reconocimiento apropiado en los tratados académicos en la materia: podríamos llamarlo “el principio de la Mafia”. El Padrino no tolera que nadie lo “desafíe y se salga con la suya”, ni siquiera el pequeño tendero que no puede pagarle protección. Es muy peligroso. Debe, por tanto, erradicarse brutalmente, de tal modo que otros entiendan que desobedecer no es opción. Que alguien “logre desafiar” al Amo puede volverse un “virus” que “disemine el contagio”, por tomar prestado el término usado por Kissinger cuando se preparaba a derrocar el gobierno de Allende.

Ésa ha sido una doctrina principal en la política exterior estadunidense durante el periodo de su dominio global y, por supuesto, tiene muchos precedentes. Otro ejemplo, que no tengo tiempo de revisar aquí, es la política estadunidense hacia Irán a partir de 1979.

Tomó su tiempo cumplir los objetivos plasmados en la doctrina Monroe, y algunos de éstos siguen topándose con muchos impedimentos. El fin último perdura y es incuestionable. Adquirió mucho mayor significación cuando, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en una potencia global dominante y desplazó a su rival británico. La justificación se ha analizado con lucidez.

Por ejemplo, cuando Washington se preparaba para derrocar al gobierno de Allende, el Consejo de Seguridad Nacional puntualizó que si Estados Unidos no lograba controlar América Latina, no podría esperar “consolidar un orden en ninguna parte del mundo”, es decir, imponer con eficacia su dominio sobre el planeta. La “credibilidad” de la Casa Blanca se vería socavada, como lo expresó Henry Kissinger. Otros también podrían intentar “salirse con la suya en el desafío” si el “virus” chileno no era destruido antes de que “diseminara el contagio”. Por tanto, la democracia parlamentaria en Chile tuvo que irse, y así ocurrió el primer 11 de septiembre, en 1973, que está borrado de la historia en Occidente, aunque en términos de consecuencias para Chile y más allá sobrepase, por mucho, los terribles crímenes del 11 de septiembre de 2001.

Aunque las máximas de Tucídides y Smith, y el principio de la Mafia, no dan cuenta de todas las decisiones de política exterior, cubren una gama bastante amplia, como también lo hace el corolario referente al papel de los intelectuales. No son el final de la sabiduría, pero se encaminan a él.

Con el contexto proporcionado hasta el momento, miremos el “momento unipolar”, que es el tópico de gran cantidad de discusiones académicas y populares desde que se colapsó la Unión Soviética, hace 20 años, dejando a Estados Unidos como la única superpotencia global en vez de ser sólo la primera superpotencia, como antes. Aprendemos mucho acerca de la naturaleza de la guerra fría, y del desarrollo de los acontecimientos desde entonces, mirando cómo reacciona Washington a la desaparición de su enemigo global, esa “conspiración monolítica y despiadada” para apoderarse del mundo, como la describía Kennedy.

Unas semanas después de la caída del Muro de Berlín, Estados Unidos invadió Panamá. El propósito era secuestrar a un delincuente menor, que fue llevado a Florida y sentenciado por crímenes que había cometido, en gran medida, mientras cobraba en la CIA. De valioso amigo se convirtió en demonio malvado por intentar adoptar una actitud desafiante y salirse con la suya, al andarse con pies de plomo en el apoyo a las guerras terroristas de Reagan en Nicaragua.
La invasión mató a varios miles de personas pobres en Panamá, según fuentes panameñas, y reinstauró el dominio de los banqueros y narcotraficantes ligados a Estados Unidos. Fue apenas algo más que una nota de pie de página en la historia, pero en algunos aspectos rompió la tendencia. Uno de ellos fue que se hizo necesario contar con un nuevo pretexto, y éste llegó rápido: la amenaza de narcotraficantes de origen latino que buscan destruir a Estados Unidos. Richard Nixon ya había declarado la “guerra contra las drogas”, pero ésta asumió un nuevo y significativo papel durante el momento unipolar.

“Sofisticación tecnológica” en el tercer mundo

La necesidad de un nuevo pretexto guió también la reacción oficial en Washington ante el colapso de la superpotencia enemiga. El gobierno de Bush padre trazó el nuevo rumbo a los pocos meses: en resumidas cuentas, todo se mantendrá bastante igual, pero tendremos nuevos pretextos. Todavía requerimos de un enorme sistema militar, pero ahora hay un nuevo justificante: la “sofisticación tecnológica” de las potencias del tercer mundo. Tenemos que mantener la “base industrial de defensa”, eufemismo para describir la industria de alta tecnología apoyada por el Estado. Debemos mantener fuerzas de intervención dirigidas a las regiones ricas en energéticos de Medio Oriente, donde no “haríamos responsable al Kremlin” de las amenazas significativas a nuestros intereses, a diferencia de las décadas de engaño cuando eso ocurría.
Todo lo anterior pasó muy en silencio, apenas si se notó. Pero para quienes confían en entender el mundo, es bastante ilustrativo.

Como pretexto para una intervención, fue útil invocar una “guerra a las drogas”, pero como pretexto es muy estrecho. Se necesitaba uno de más arrastre. Rápidamente las elites se volcaron a la tarea y cumplieron su misión. Declararon una “revolución normativa” que confería a Estados Unidos el derecho a una “intervención por razones humanitarias” escogida por definición, por la más noble de las razones.
Para expresarlo con sutileza, ni las víctimas tradicionales se inmutaron. Las conferencias de alto nivel en el Sur global condenaron con amargura “el así llamado ‘derecho’ a una intervención humanitaria”. Era necesario un refinamiento adicional, por lo que se diseñó el concepto de “responsabilidad de proteger”. Quienes prestan atención a la historia no se sorprenderán al descubrir que las potencias occidentales ejercen su “responsabilidad de proteger” de modo muy selectivo, en adherencia estricta a las tres máximas descritas. Los hechos perturban de tan obvios, y requieren considerable agilidad de las clases intelectuales: otra reveladora historia que debo dejar de lado.

Conforme el momento unipolar se iluminó, otra cuestión que se puso al frente fue el destino de la OTAN. La justificación tradicional para la organización era la defensa contra las agresiones soviéticas. Al desaparecer la Unión Soviética se evaporó el pretexto. Las almas ingenuas, que tienen fe en las doctrinas del momento, habrían esperado que la OTAN desapareciera también; por el contrario, se expandió con rapidez. Los detalles revelan mucho acerca de la guerra fría y de lo que siguió. A nivel más general revelan cómo se forman y ejecutan las políticas de los estados.
A medida que se colapsó la Unión Soviética, Mijail Gorbachov hizo una pasmosa concesión: permitió que una Alemania unificada se uniera a una alianza militar hostil encabezada por la superpotencia global, pese a que Alemania por sí sola casi había destruido Rusia en dos ocasiones durante el siglo XX. Sin embargo, fue un quid pro quo, “un esto por aquello, una reciprocidad”. El gobierno de Bush prometió a Gorbachov que la OTAN no se extendería a Alemania oriental, y que desde luego no llegaría más al oriente. También le aseguró al mandatario soviético “que la organización se transformaría en un ente más político”. Gorbachov propuso también una zona libre de armas nucleares desde el Ártico al Mar Negro, un paso hacia una “zona de paz” que eliminara cualquier amenaza a Europa occidental u oriental. Tal propuesta se pasó por alto sin consideración alguna.

Poco después llegó Bill Clinton al cargo. Muy pronto se desvanecieron los compromisos de Washington. No es necesario abundar sobre la promesa de que la OTAN se convertiría en un ente más político. Clinton expandió la organización hacia el este, y Bush fue más allá. En apariencia Barack Obama intenta continuar la expansión.

Un día antes del primer viaje de Barack Obama a Rusia, su asistente especial en Seguridad Nacional y Asuntos Eurasiáticos informó a la prensa: “No vamos a dar seguridades a los rusos, ni a darles ni intercambiar nada con ellos respecto de la expansión de la OTAN o la defensa con misiles”.
Se refería a los programas de defensa con misiles estadunidenses en Europa oriental y a la posibilidad de convertir en miembros de la OTAN a dos vecinos de Rusia, Ucrania y Georgia. Ambos pasos eran vistos por los analistas occidentales como serias amenazas a la seguridad rusa, por lo que, de igual modo, podían inflamar las tensiones internacionales.

Ahora, la jurisdicción de la OTAN es todavía más amplia. El asesor de Seguridad Nacional de Obama, el comandante de Marina James Jones, hace llamados a que la organización se amplíe al sur y también al este, de modo que se refuerce el control estadunidense sobre las reservas energéticas de Medio Oriente. El general Jones también aboga por una “fuerza de respuesta de OTAN”, que confiera a la alianza militar encabezada por Estados Unidos “mucho mayor capacidad y flexibilidad para efectuar acciones con rapidez y en distancias muy largas”, objetivo que ahora Washington se empeña en lograr en Afganistán.
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, informó a la conferencia de la organización que “las tropas de la alianza tienen que custodiar los ductos de crudo y gas que van directamente a Occidente” y, de modo más general, proteger las rutas marinas utilizadas por los buques cisternas y otras “cruciales infraestructuras” del sistema energético. Dicha decisión expresa de forma más explícita las políticas posteriores a la guerra fría: remodelar la OTAN para volverla una fuerza de intervención global encabezada por Estados Unidos, cuya preocupación especial sea el control de los energéticos. Supuestamente, la tarea incluye la protección de un ducto de 7 mil 600 millones de dólares que conduciría gas natural de Turkmenistán a Pakistán e India, pasando por la provincia de Kandahar, en Afganistán, donde están desplegadas las tropas canadienses. La meta es “bloquear la posibilidad de que un ducto alterno brinde a Pakistán e India gas procedente de Irán”, y “disminuir la dominación rusa de las exportaciones energéticas de Asia central”, según informó la prensa canadiense, bosquejando con realismo algunos de los contornos del nuevo “gran juego” en el que la fuerza de intervención internacional encabezada por Estados Unidos va a ser un jugador principal.

Desde los primeros días posteriores a la guerra fría, se entendía que Europa occidental podría optar por un curso independiente, tal vez con una visión gaullista de Europa, del Atlántico a los Urales. En este caso el problema no es un “virus” que pueda “diseminar el contagio”, sino una pandemia que podría desmantelar todo el sistema de control global. Se supone que, al menos en parte, la OTAN intenta contrarrestar esa seria amenaza. La expansión actual de la alianza, y los ambiciosos objetivos de la nueva organización, dan nuevo empuje a esos fines.
Los acontecimientos continúan atravesando el momento unipolar, adhiriéndose bien a los principios que rigen los asuntos internacionales. Más en específico, las políticas se conforman muy cerca de las doctrinas del orden mundial formuladas por los planificadores estadunidenses de alto nivel durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1939, reconocieron que, fuera cual fuese el resultado de la guerra, Estados Unidos se convertiría en una potencia global y desplazaría a Gran Bretaña. En concordancia, desarrollaron planes para que Estados Unidos ejerciera control sobre una porción sustancial del planeta. Esta “gran área”, como le llaman, habría de comprender por lo menos el hemisferio occidental, el antiguo imperio británico, el Lejano Oriente y los recursos energéticos de Asia occidental. En esta gran área, Estados Unidos habría de mantener un “poder incuestionable”, una “supremacía militar y económica”, y actuaría para garantizar “los límites de cualquier ejercicio de soberanía” por parte de estados que pudieran interferir con sus designios globales. Al principio los planificadores pensaron que Alemania predominaría en Europa, pero conforme Rusia comenzó a demoler la Wermacht (las fuerzas armadas nazis), la visión se hizo más y más expansiva, y se buscó que la gran área incorporara la mayor extensión de Eurasia que fuera posible, por lo menos Europa occidental, el corazón económico de Eurasia.
Se desarrollaron planes detallados y racionales para la organización global, y a cada región se le asignó lo que se le llamó su “función”. Al Sur en general se le asignó un papel de servicio: proporcionar recursos, mano de obra barata, mercados, oportunidades de inversión y más tarde otros servicios, tales como recibir la exportación de desperdicios y contaminación. En ese entonces, Estados Unidos no estaba tan interesado en África, así que la pasó a Europa para que “explotara” su reconstrucción a partir de la destrucción de la guerra. Uno podría imaginar relaciones diferentes entre África y Europa a la luz de la historia, pero no se tuvieron en cuenta. En contraste, se reconoció que las reservas de petróleo de Medio Oriente eran una “estupenda fuente de poder estratégico” y uno de los “premios materiales más grandes en la historia del mundo”: la más “importante de las áreas estratégicas del mundo”, para ponerlo en palabras de Eisenhower. Y los planificadores se daban cuenta de que el control del crudo de Medio Oriente proporcionaría a Estados Unidos el “control sustancial del mundo”.

Quienes consideran significativas las continuidades de la historia tal vez recuerden que los planificadores de Truman hacían eco de las doctrinas de los demócratas jacksonianos al momento de la anexión de Texas y de la conquista de medio México, un siglo antes. Tales predecesores anticiparon que las conquistas proporcionarían a Estados Unidos un virtual monopolio del algodón, el combustible de la primera revolución industrial: “Ese monopolio, ahora asegurado, pone a todas las naciones a nuestros pies”, declaró el presidente Tyler. En esa forma, Estados Unidos podría esquivar el “disuasivo británico”, el mayor problema de esa época, y ganar influencia internacional sin precedente.
Concepciones semejantes guiaron a Washington en su política petrolera. De acuerdo con ella –explicaba el Consejo de Seguridad Nacional de Eisenhower–, Estados Unidos debe respaldar regímenes rudos y brutales y bloquear la democracia y el desarrollo, aunque eso provoque una “campaña de odio contra nosotros”, como observó el presidente Eisenhower 50 años antes de que George W. Bush preguntara en tono plañidero “por qué nos odian” y concluyera que debía ser porque odiaban nuestra libertad.
Con respecto a América Latina, los planificadores posteriores a la Segunda Guerra Mundial concluyeron que la primera amenaza a los intereses estadunidenses la representan los “regímenes radicales y nacionalistas que apelan a las masas de población” y buscan satisfacer la “demanda popular de mejoramiento inmediato de los bajos estándares de vida de las masas” y el desarrollo a favor de las necesidades internas del país. Estas tendencias entran en conflicto con las demanda de “un clima económico y político que propicie la inversión privada”, con la adecuada repatriación de las ganancias y la “protección de nuestras materias primas”. Gran parte de la historia subsiguiente fluye de estas concepciones que nadie cuestiona.
TLC, “cura recomendada”
En el caso especial de México, el taller de desarrollo de estrategias para América Latina, celebrado en el Pentágono en 1990, halló que las relaciones Estados Unidos-México eran “extraordinariamente positivas”, y que no las perturbaba ni el robo de elecciones, ni la violencia de Estado, ni la tortura o el escandaloso trato dado o obreros y campesinos, ni otros detalles menores. Los participantes en el taller sí vieron una nube en el horizonte: la amenaza de “una ‘apertura a la democracia’ en México”, la cual, temían, podría “poner en el cargo a un gobierno más interesado en desafiar a Estados Unidos sobre bases económicas y nacionalistas”. La cura recomendada fue un tratado Estados Unidos-México que “encerrara al vecino en su interior” y proponerle las reformas neoliberales de la década de 1980, que “ataran de manos a los actuales y futuros gobiernos” mexicanos en materia de políticas económicas.
En resumen, el TLCAN, impuesto puntualmente por el Poder Ejecutivo en oposición a la voluntad popular
Y al momento en que el TLCAN entraba en vigor, en 1994, el presidente Clinton instituía también la Operación Guardián, que militarizó la frontera mexicana. Él la explicó así: “no entregaremos nuestras fronteras a quienes desean explotar nuestra historia de compasión y justicia”. No mencionó nada acerca de la compasión y la justicia que inspiraron la imposición de tales fronteras, ni explicó cómo el gran sacerdote de la globalización neoliberal entendía la observación de Adam Smith de que “la libre circulación de mano de obra” es la piedra fundacional del libre comercio.

La elección del tiempo para implantar la Operación Guardián no fue para nada accidental. Los analistas racionales anticiparon que abrir México a una avalancha de exportaciones agroindustriales altamente subsidiadas tarde o temprano socavaría la agricultura mexicana, y que las empresas mexicanas no aguantarían la competencia con las enormes corporaciones apoyadas por el Estado que, conforme al tratado, deberían operar libremente en México. Una consecuencia probable sería la huída de muchas personas a Estados Unidos junto con quienes huyen de los países de Centroamérica, arrasados por el terrorismo reaganita. La militarización de la frontera fue un remedio natural.
Las actitudes populares hacia quienes huyen de sus países –conocidos como “extranjeros ilegales”– son complejas. Prestan servicios valiosos en su calidad de mano de obra superbarata y fácilmente explotable. En Estados Unidos las agroempresas, la construcción y otras industrias descansan sustancialmente en ellos, y ellos contribuyen a la riqueza de las comunidades en que residen. Por otra parte, despiertan tradicionales sentimientos antimigrantes, persistente y extraño rasgo en esta sociedad de migrantes que arrastra una historia de vergonzoso trato hacia ellos. Hace pocas semanas, los hermanos Kennedy fueron vitoreados como héroes estadunidenses. Pero a fines del siglo XIX los letreros de “ni perros ni irlandeses” no los habrían dejado entrar a los restaurantes de Boston. Hoy los emprendedores asiáticos son una fulgurante innovación en el sector de alta tecnología. Hace un siglo, acciones racistas de exclusión impedían el acceso de asiáticos, porque se les consideraba amenazas a la pureza de la sociedad estadunidense.
Sean cuales fueren la historia y las realidades económicas, los inmigrantes han sido siempre percibidos por los pobres y los trabajadores como una amenaza a sus empleos, sus modos de vida y su subsistencia. Es importante tener en cuenta que la gente que hoy protesta con furia ha recibido agravios reales. Es víctima de los programas de manejo financiero de la economía y de globalización neoliberal, diseñados para transferir la producción hacia fuera y poner a los trabajadores a competir unos con otros a escala mundial, bajando los salarios y las prestaciones, mientras se protege de las fuerzas del mercado a los profesionales con estudios. Los efectos han sido severos desde los años de Reagan, y con frecuencia se manifiestan de modos feos y extremos, como muestran las primeras planas de los diarios en los días que corren. Los dos partidos políticos compiten por ver cuál de ellos puede proclamar en forma más ferviente su dedicación a la sádica doctrina de que se debe negar la atención a la salud a los “extranjeros ilegales”. Su postura es consistente con el principio, establecido por la Suprema Corte, de que, de acuerdo con la ley, esas criaturas no son “personas”, y por tanto no son sujetos de los derechos concedidos a las personas. En este mismo momento la Suprema Corte considera la cuestión de si las corporaciones deben poder comprar elecciones abiertamente en lugar de hacerlo de modos más indirectos: asunto constitucional complejo, porque las cortes han determinado que, a diferencia de los inmigrantes indocumentados, las corporaciones son personas reales, de acuerdo con la ley, y así, de hecho, tienen derechos que rebasan los de las personas de carne y hueso, incluidos los derechos consagrados por los tan mal nombrados “acuerdos de libre comercio”. Estas reveladoras coincidencias no me provocan comentario alguno. La ley es en verdad un asunto solemne y majestuoso.

El espectro de la planificación es estrecho, pero permite alguna variación. El gobierno de Bush II fue tan lejos, que llegó al extremo del militarismo agresivo y ejerció un arrogante desprecio, inclusive hacia sus aliados. Fue condenado duramente por estas prácticas, aun dentro de las corrientes principales de opinión. El segundo periodo de Bush fue más moderado. Algunas de sus figuras más extremistas fueron expulsadas: Rumsfeld, Wolfowitz, Douglas Feith y otros. A Cheney no lo pudieron quitar porque él era la administración. Las políticas comenzaron a retornar más hacia la norma. Al llegar Obama al cargo, Condoleeza Rice predecía que seguiría las políticas del segundo periodo de Bush, y eso es en gran medida lo que ha ocurrido, más allá del estilo retórico diferente, que parece haber encantado a buena parte del mundo… tal vez por el descanso que significa que Bush se haya ido.
En el punto más candente de la crisis de los misiles cubanos, un asesor de alto rango del gobierno de Kennedy expresó muy bien algo que hoy es una diferencia básica entre George Bush y Barack Obama. Los planificadores de Kennedy tomaban decisiones que literalmente amenazaban a Gran Bretaña con la aniquilación, pero sin informar a los británicos.
En ese punto, el asesor definió la “relación especial” con el Reino Unido. “Gran Bretaña –dijo– es nuestro teniente”; el término más de moda hoy sería “socio”. Gran Bretaña, por supuesto, prefiere el término en boga. Bush y sus cohortes se dirigían al mundo tratando a todos como “nuestros tenientes”. Así, al anunciar la invasión de Irak, informaron a Naciones Unidas que podía obedecer las órdenes estadunidenses, o volverse “irrelevante”. Es natural que una desvergonzada arrogancia así levante hostilidades.
Obama adopta un curso de acción diferente. Con afabilidad saluda a los líderes y pueblos del mundo como “socios” y únicamente en privado continúa tratándolos como “tenientes”, como “subordinados”. Los líderes extranjeros prefieren con mucho esta postura, y el público en ocasiones queda hipnotizado por ella. Pero es sabio atender a los hechos, y no a la retórica o a las conductas agradables. Porque es común que los hechos cuenten una historia diferente. En este caso también.
Tecnología de la destrucción
El actual sistema mundial permanece unipolar en una sola dimensión: el ámbito de la fuerza. Estados Unidos gasta casi lo mismo que el resto del mundo junto en fuerza militar, y está mucho más avanzado en la tecnología de la destrucción. Está solo también en la posesión de cientos de bases militares por todo el mundo, y en la ocupación de dos países situados en cruciales regiones productoras de energéticos. En estas regiones está estableciendo, además, enormes megaembajadas; cada una de ellas es en realidad es una ciudad dentro de otra: clara indicación de futuras intenciones. En Bagdad se calcula que los costos de la megaembajada asciendan de mil 500 millones de dólares este año a mil 800 millones en los años venideros. Se desconocen los costos de sus contrapartes en Pakistán y Afganistán, como también se desconoce el destino de las enormes bases militares que Estados Unidos instaló en Irak.

El sistema global de bases se comienza a extender ahora por América Latina. Estados Unidos ha sido expulsado de sus bases en Sudamérica; el caso más reciente es el de la base de Manta, en Ecuador, pero recientemente logró arreglos para utilizar siete nuevas bases militares en Colombia, y se supone que intenta mantener la base de Palmerola, en Honduras, que jugó un papel central en las guerras terroristas de Reagan. La Cuarta Flota estadunidense, desbandada en los años 50 del siglo XX, fue reactivada en 2008, poco después de la invasión colombiana a Ecuador. Su responsabilidad cubre el Caribe, Centro y Sudamérica, y las aguas circundantes. La Marina incluye, entre sus “variadas operaciones”, acciones “contra el tráfico ilícito, maniobras simuladas de cooperación en seguridad, interacciones ejército-ejército y entrenamiento bilateral y multilateral”. Es entendible que la reactivación de la flota provoque protestas y preocupación de gobiernos como el de Brasil, el de Venezuela y otros.
La preocupación de los sudamericanos se ha incrementado por un documento de abril de 2009, producido por el comando de movilidad aérea estadunidense (US Air Mobility Command), que propone que la base de Palanquero, en Colombia, pueda convertirse en el “sitio de seguridad cooperativa” desde el cual “puedan ejecutarse operaciones de movilidad”. El informe anota que, desde Palanquero, “casi medio continente puede ser cubierto con un C-17 (un aerotransporte militar) sin recargar combustible”. Esto podría formar parte de “una estrategia global en ruta”, que “ayude a lograr una estrategia regional de combate y con la movilidad de los trayectos hacia África”. Por ahora, “la estrategia para situar la base en Palanquero debe ser suficiente para fijar el alcance de la movilidad aérea en el continente sudamericano”, concluye el documento, pero prosigue explorando opciones para extender el sistema a África con bases adicionales, todo como parte de un sistema global de vigilancia, control e intervención.
Estos planes forman parte de una política más general de militarización de América Latina. El entrenamiento de oficiales latinoamericanos se ha incrementado abruptamente en los últimos 10 años, mucho más allá de los niveles de la guerra fría.
La policía es entrenada en tácticas de infantería ligera. Su misión es combatir “pandillas de jóvenes” y “populismo radical”, término este último que debe de entenderse muy bien en América Latina.

El pretexto es la “guerra contra las drogas”, pero es difícil tomar eso muy en serio, aun si aceptáramos la extraordinaria suposición de que Estados Unidos tiene derecho a encabezar una “guerra” en tierras extranjeras. Las razones son bien conocidas, y fueron expresadas una vez más a fines de febrero por la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, encabezada por los ex presidentes Cardoso, Zedillo y Gaviria. Su informe concluye que la guerra al narcotráfico ha sido un fracaso total y demanda un drástico cambio de política, que se aleje de las medidas de fuerza en los ámbitos interno y externo e intente medidas menos costosas y más efectivas.
Los estudios llevados a cabo por el gobierno estadunidense, y otras investigaciones, han mostrado que la forma más efectiva y menos costosa de controlar el uso de drogas es la prevención, el tratamiento y la educación. Han mostrado además que los métodos más costosos y menos eficaces son las operaciones fuera del propio país, tales como las fumigaciones y la persecución violenta. El hecho de que se privilegien consistentemente los métodos menos eficaces y más costosos sobre los mejores es suficiente para mostrarnos que los objetivos de la “guerra contra las drogas” no son los que se anuncian. Para determinar los objetivos reales, podemos adoptar el principio jurídico de que las consecuencias previsibles constituyen prueba de la intención. Y las consecuencias no son oscuras: subyace en los programas una contrainsurgencia en el extranjero y una forma de “limpieza social” en lo interno, enviando enormes números de personas “superfluas”, casi todas hombres negros, a las penitenciarías, fenómeno que condujo ya a la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, por mucho, desde que se iniciaron los programas, hace 30 años.
Aunque el mundo es unipolar en la dimensión militar, no siempre ha sido así en la dimensión económica. A principios de la década de 1970, el mundo se había vuelto económicamente “tripolar”, con centros comparables en Norteamérica, Europa y el noreste asiático. Ahora la economía global se ha vuelto aún más diversa, en particular tras el rápido crecimiento de las economías asiáticas que desafiaron las reglas del neoliberal “Consenso de Washington”.
También América Latina comienza a liberarse por sí sola de este yugo. Los esfuerzos estadunidenses por militarizarla son una respuesta a estos procesos, particularmente en Sudamérica, la cual por vez primera desde las conquistas europeas comienza a enfrentar los problemas fundamentales que han plagado el continente. He ahí el inicio de movimientos encaminados a la integración de países que tradicionalmente se orientaban hacia Occidente, no uno hacia el otro, y también un impulso por diversificar las relaciones económicas y otras relaciones internacionales. Están también, por último, algunos esfuerzos serios por dar respuesta a la patología latinoamericana de que son los estrechos sectores acaudalados los que gobiernan en medio de un mar de miseria, quedando los ricos libres de responsabilidades, excepto la de enriquecerse a sí mismos. Esto último es muy diferente de Asia oriental, como se puede medir observando la fuga de capitales. En Asia oriental tales fugas se han controlado con mucha fuerza. En Corea del Sur, por ejemplo, durante su periodo de rápido crecimiento, la exportación de capitales podía acarrear la pena de muerte.
Estos procesos en América Latina, en ocasiones encabezados por impresionantes movimientos populares de masas, son de gran significación. No es sorpresivo que provoquen amargas reacciones entre las elites tradicionales, respaldadas por la superpotencia hemisférica. Las barreras son formidables, pero, si logran remontarse, los resultados van a cambiar en forma significativa el curso de la historia latinoamericana, y sus impactos más allá de ella no serán pequeños.
Traducción: Ramón Vera Herrera

Denuncia pública de la problemática del tianguis artesanal y cultural de Coyoacán.

El Domingo 6 de septiembre se realizaría un acto político-cultural por la defensa del tianguis artesanal y cultural de Coyoacán. Sin embargo, las autoridades administrativas y policiales lo impidieron, he aquí algunas imágenes del hecho y de la denuncia pública de la problemática de este gremio.



Porros del SNTE atacan a disidentes en Morelos

Los expulsan a golpes de oficinas de la sección 19; siete lesionados

Autoridades locales vigilan el ataque sin intervenir

El Movimiento Magisterial de Bases, en asamblea permanente; culpa a Gordillo y Adame



Durante la noche del domingo y la mañana de ayer grupos de porros armados con piedras y palos entraron por la fuerza a las oficinas de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y sacaron a golpes a integrantes del Movimiento Magisterial de Bases, quienes se habían apoderado del inmueble como parte de su protesta contra la Alianza por la Calidad de la Educación. Siete personas resultaron golpeadas y tres se encuentran hospitalizadasFoto Jorge García Madrigal y Guillermo Luna / La Jornada Morelos

Rubicela Morelos Cruz
Corresponsal La Jornada

Cuernavaca, Mor., 28 de septiembre. Unos 200 golpeadores recuperaron esta madrugada las oficinas de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores (SNTE), que integrantes de Movimiento Magisterial de Bases (MMB) ocupaban desde el 18 de agosto de 2008 para exigir que se cancelara en Morelos la Alianza por la Calidad de Educación (ACE). Seis profesores y una menor de edad fueron atacados con piedras y palos con clavos.

Los atacantes irrumpieron dos veces en el inmueble, una alrededor de la medianoche del domingo y la otra a las 11:30 horas de este lunes, y golpearon a los afiliados al MMB sin que autoridad alguna interviniera, pese a que el edificio está a una cuadra del ayuntamiento y a dos del palacio de gobierno.

La mayoría de los agresores eran varones de entre 25 y 35 años de edad armados con palos con clavos, varillas y piedras. En el pecho llevaban un pegote naranja con las siglas del SNTE.

La medianoche del domingo, unos 200 porros cortaron la electricidad del inmueble, ubicado en la avenida Galeana; agredieron a cinco maestros de la comisión de vigilancia del MMB, a la maestra Angelina Quintero y a la hija de ésta, Andrea Brito Quintero, de 12 años de edad,

Quintero narró que algunos hombres entraron por la puerta principal y otros por las bardas traseras, golpearon a los profesores y los sacaron.

Por la madrugada llegaron integrantes del MMB, a quienes los golpeadores les impidieron entrar y los persiguieron por avenida Galeana.Varios reporteros también fueron insultados y agredidos cuando intentaron tomar fotos y videos del ataque.

Los lesionados son Santiago Aranda Urbina, Ernesto Espinosa Escobedo, el concejal del MMB por Cuernavaca, Nicanor Pérez Reynso, así como la maestra y la menor mencionadas.
En la segunda incursión la maestra Felipa Villegas y el concejal del MMB por la región de Alpuyeca, Fructuoso Figueroa de la Rosa, fueron apaleados por varios porros y el segundo fue atropellado por un automóvil cuando trató de huir.

Ambos maestros y uno que fue herido en un ojo están en el hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado en esta capital, dijo la vocera del MMB, Blanca Sánchez Arano.

El MMB, así como organizaciones de derechos humanos y civiles, responsabilizaron de la agresión al gobernador Marco Antonio Adame Castillo y a la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo.

Antes del segundo ataque, más de 500 maestros simpatizantes de Gordillo marcharon de la avenida Nezahualcóyotl –a dos cuadras de la sede sindical– a las oficinas de la sección 19, donde los golpeadores se habían atrincherado desde la madrugada.

Fuera se habían reunido decenas de integrantes del MMB. Los porros les lanzaron desde adentro muebles y papeles encendidos, para que se replegaran. Mientras, un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública estatal sobrevolaba la zona.

Después del desalojo, maestros “institucionales” entraron a las oficinas, seguidos de Manuel Olvera Rodríguez, dirigente desconocido por las bases en 2008.

Los maestros se concentraron ante el Congreso local, donde advirtieron que seguirán exigiendo que se cancele la ACE y que se abra juicio político contra el gobernador.

Al cierre de esta edición, los “institucionales” seguían en las oficinas y los del MMB, que se declararon en asamblea permanente, en el Congreso estatal.

Video sobre conspiración de la Gripe porcina

Y tú Que opinas de este video? Dra. Rauni Kilde habla sobre la conspiración de grandes empresas y poderes fácticos que imponen sus intereses económicos al bienestar de la humanidad, y no sólo eso, tambien conspirando para destruir a la mitad de la humanidad, a través de varios métodos como: ......las vacunas que se han promovido para usar en contra de la Gripe porcina

Ve el video y dime tu que crees?.....



Pero Antes de contestar ve este otro documental sobre "hechos reales que sucedieron en 1976

http://www.youtube.com/watch?v=VzD-TvV8sM4&NR=1
Documental del 1979 del programa "60 minutos", que fue prohibido después de ser emitido en televisión.
Explica como en 1976, el gobierno de EEUU, temiendo una pandemia de gripe porcina asustó a los ciudadanos americanos animándolos a vacunarse.
4000 ciudadanos que se vacunaron denunciaron posteriormente al gobierno de los EEUU por serias complicaciones supuestamente por haberse puesto la vacuna (muchos desarrollaron el síndrome de Guillain Barre, un trastorno neurológico que puede llevar a la parálisis e incluso la muerte). Existe documentación que demuestra como el CDC (Centro de Control de Enfermedades) conocía la posibilidad de desarrollar problemas neurológicos como resultado de la vacunación.
Solo 1 persona murió por la epidemia temida de gripe porcina.
o ahi esta tambien: el Libro "Murder by Injection" de Eustace Mullins, donde se explica como la medicina se convirtió en un negocio monopolista, el negocio del cáncer, del VIH, de las vacunas, etc. y el Libro: "World without cancer", de Edward G.Griffin, teoria alternativa del cáncer y los intereses económicos detrás (en inglés): http://www.scribd.com/doc/16885934/Wo...

Ahora si, que opinas?

Noam Chomsky, en la Unam, transcripción completa

La Jornada
Transcripción completa de sus declaraciones: Chomsky: América Latina es el lugar más estimulante del mundo
David Brooks, Hermann Bellinghausen y Luis Hernández

América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo, dice Noam Chomsky. Hay aquí una resistencia real al imperio; no existen muchas regiones de las que pueda afirmarse lo mismo.

Entrevistado por La Jornada, uno de los intelectuales disidentes más relevantes de nuestros tiempos señala que la esperanza en el cambio anunciada por Barack Obama es una ilusión, ya que son las instituciones y no los individuos los que determinan el rumbo de la política. A lo sumo, lo que el mandatario representa es un giro desde la extrema derecha al centro de la política tradicional estadunidense.
Presente en México para celebrar los 25 años de La Jornada, el autor de más cien libros, el lingüista, crítico antimperialista, analista del papel que desempeñan los medios de comunicación en la manufactura del consenso, explica cómo la guerra a las drogas se inició en Estados Unidos como parte de una ofensiva conservadora contra la revolución cultural y la oposición a la invasión de Vietnam.

A continuación, presentamos la transcripción completa de sus declaraciones.:
América Latina es hoy el lugar más estimulante del mundo. Por primera vez en 500 años hay movimientos hacia una verdadera independencia y separación del mundo imperial; se están integrando países que históricamente han estado separados. Esta integración es un prerrequisito para la independencia. Históricamente, Estados Unidos ha derrocado un gobierno tras otro; ahora ya no puede hacerlo.

Brasil es un ejemplo interesante. Hacia principios de los 60, los programas de (Joao) Goulart no eran tan diferentes de los de (Luiz Inacio) Lula. En aquel caso, el gobierno de (John F.) Kennedy organizó un golpe de Estado militar. Así, el Estado de seguridad nacional se propagó por toda la región como una plaga. Hoy día Lula es el muchacho bueno, al que están tratando de cultivar, en reacción a los gobiernos más militantes en la región. En Estados Unidos no publican los comentarios de Lula favorables a (Hugo) Chávez o a Evo Morales. Los silencian porque no son el modelo.

Hay un movimiento hacia la unificación regional: se empiezan a formar instituciones que, aunque no funcionan del todo, comienzan a existir. Es el caso de Mercosur y Unasur.
Otro caso notable en la región es el de Bolivia. Después del referendo hubo una gran victoria, y también una sublevación bastante violenta en las provincias de la Media Luna, donde están los gobernadores tradicionales, blancos. Un par de docenas de personas murieron. Hubo una reunión regional en Santiago de Chile donde se expresó un gran apoyo a Morales y una firme condena a la violencia, y Morales respondió con una declaración importante. Dijo que era la primera vez en la historia de América Latina, desde la conquista europea, en que los pueblos habían tomado el destino de sus países en sus propias manos sin el control de un poder extranjero, o sea Washington. Esa declaración no fue publicada en Estados Unidos.
Centroamérica está traumatizada por el terror reaganiano. No es mucho lo que sucede allí. Estados Unidos sigue tolerando el golpe militar en Honduras, aunque es significativo que no lo pueda apoyar abiertamente.
Otro cambio, aunque atropellado, es la superación de la patología real en América Latina, probablemente la región más desigual del mundo. Es una región muy rica, siempre gobernada por una pequeña elite europeizada, que no asume ninguna responsabilidad con el resto de sus respectivos países. Se puede ver en cosas muy simples, como el flujo internacional de capital y bienes. En América Latina la fuga de capitales es casi igual a la de la deuda. El contraste con Asia oriental es muy impactante. Aquella región, mucho más pobre, ha tenido mucho más desarrollo económico sustantivo, y los ricos están bajo control. No hay fuga de capitales; en Corea del Sur, por ejemplo, se castiga con la pena de muerte. El desarrollo económico allá es relativamente igualitario.

Control debilitado

Había dos formas tradicionales con las que Estados Unidos controlaba América Latina. Una era el uso de la violencia; la otra, el estrangulamiento económico. Ambas han sido debilitadas.

Los controles económicos son ahora más débiles. Varios países se han liberado del Fondo Monetario Internacional a través de la colaboración. También se han diversificado acciones entre el sur, en lo que la relación de Brasil con Sudáfrica y China ha entrado como factor. Han podido enfrentar algunos problemas internos sin la poderosa intervención de Estados Unidos.

La violencia no ha terminado. Ha habido tres golpes de estado en lo que va de este siglo. El venezolano, abiertamente apoyado por Estados Unidos, fue revertido, y ahora Washington tiene que recurrir a otros medios para subvertir al gobierno, entre ellos ataques mediáticos y apoyo a grupos disidentes. El segundo fue en Haití, donde Francia y Estados Unidos tiraron al gobierno y enviaron al presidente a Sudáfrica. El tercero es el de Honduras, que es un asunto mixto. La Organización de Estados Americanos asumió una postura firme y la Casa Blanca tuvo que seguirla, y proceder muy lentamente. El FMI acaba de otorgar un enorme préstamo a Honduras, que sustituye la reducción de asistencia estadunidense. En el pasado éstos eran asuntos rutinarios. Ahora esas medidas (la violencia y el estrangulamiento económico) se han debilitado.

Estados Unidos está reaccionando y ha dado pasos para remilitarizar la región. La Cuarta Flota, dedicada a América Latina, había sido desmantelada en los 50, pero se está reahabilitando, y las bases militares en Colombia son un tema importante.


La ilusión de Obama
La elección de Barack Obama generó grandes expectativas de cambio hacia América Latina. Pero son sólo ilusiones
Sí hay un cambio, pero el giro es porque el gobierno de Bush se fue tan al extremo del espectro político estadunidense que casi cualquiera se hubiera movido hacia el centro. De hecho el propio Bush en su segundo periodo fue menos extremista. Se deshizo de algunos de sus colaboradores más arrogantes y sus políticas fueron más moderadamente centristas. Y Obama, de manera previsible, continúa con esta tendencia.
Giró hacia la posición tradicional. Pero ¿cuál es esa tradición? Kennedy, por ejemplo, fue uno de los presidentes más violentos de la posguerra. Woodrow Wilson fue el mayor intervencionista del siglo XX. El centro no es pacifista ni tolerante. De hecho Wilson fue quien se apoderó de Venezuela, sacando a los ingleses, porque se había descubierto petróleo. Apoyó a un dictador brutal. Y de allí continuó con Haití y República Dominicana. Mandó a los marines y prácticamente destruyó Haití. En esos países dejó guardias nacionales y dictadores brutales. Kennedy hizo lo mismo. Obama es un regreso al centro.

Es igual con el tema de Cuba, donde durante más de medio siglo Estados Unidos se ha involucrado en una guerra, desde que la isla ganó su independencia. Al principio esta guerra fue bastante violenta, especialmente con Kennedy, cuando hubo terrorismo y estrangulamiento económico, a lo que se opone la mayoría de la población estadunidense. Durante décadas, casi dos tercios de la población han estado en favor de la normalización de las relaciones, pero eso no está en la agenda política.
Las maniobras de Obama se fueron hacia el centro; suspendió algunas de las medidas más extremas del modelo de Bush, y hasta fue apoyado por buena parte de la comunidad cubano-estadunidense. Se movió un poco hacia el centro, pero ha dejado muy claro que no habrá cambios.

Las reformas de Obama

Lo mismo sucede en la política interna. Los asesores de Obama durante la campaña fueron muy cuidadosos en no dejarlo comprometerse con nada. Las consignas fueron la esperanza y el cambio, un cambio en el que creer. Cualquier agencia de publicidad sensata habría hecho que ésas fueran las consignas, pues 80 por ciento del país pensaba que éste marchaba por el carril equivocado. McCain decía cosas parecidas, pero Obama era más agradable, más fácil de vender como producto. Las campañas son sólo asuntos de mercadotecnia, así se entienden a sí mismas. Estaban vendiendo la marca Obama en oposición a la marca McCain. Es dramático ver esas ilusiones, tanto fuera como dentro de Estados Unidos.
En Estados Unidos casi todas las promesas hechas en el ámbito de reforma laboral, de salud, de energéticos, han quedado casi anuladas. Por ejemplo, el sistema de salud es una catástrofe. Es probablemente el único país en el mundo en el que no hay una garantía básica de atención médica. Los costos son astronómicos, casi el doble de cualquier otro país industrializado. Cualquier persona que tiene bien puesta la cabeza sabe que es la consecuencia de que se trate de un sistema de salud privado. Las empresas no procuran salud, están para obtener ganancias.
Es un sistema altamente burocratizado, con mucha supervisión, altísimos costos administrativos, donde las compañías de seguros tienen formas sofisticadas de evadir el pago de las pólizas, pero no hay nada en la agenda de Obama para hacer algo al respecto. Hubo algunas propuestas light, como por ejemplo la opción pública, pero quedó anulada. Si uno lee la prensa de negocios, encuentra que la portada de Business Week reportaba que las aseguradoras celebraban su victoria.
Se realizaron campañas muy exitosas en contra de esta reforma, organizadas por los medios y la industria para movilizar segmentos extremistas de la población. Es un país en el que es fácil movilizar a la gente con el miedo, e inculcarle todo tipo de ideas locas, como que Obama va a matar a la abuela de uno. Así lograron revertir propuestas legislativas ya de por si débiles. Si en verdad hubiera habido un compromiso real en el Congreso y la Casa Blanca, esto no hubiera prosperado, pero los políticos estaban más o menos de acuerdo.
Obama acaba de hacer un acuerdo secreto con las compañías farmacéuticas para asegurarles que no habrá esfuerzos gubernamentales por regular el precio de las medicinas. Estados Unidos es el único país en el mundo occidental que no permite que el gobierno use su poder de compra para negociar el precio de los medicamentos. Un 85 por ciento de la población se opone, pero eso no significa diferencia alguna, hasta que todos vean que no son los únicos que se oponen a estas medidas.

La industria petrolera anunció que va a utilizar las mismas tácticas para derrotar cualquier proyecto legislativo de reforma energética. Si Estados Unidos no implanta controles firmes sobre las emisiones de dióxido de carbono, el calentamiento global destruirá la civilización moderna.

El diario Financial Times señaló con razón que si había una esperanza de que Obama pudiera haber cambiado las cosas, ahora sería sorprendente que sí cumpliera con lo mínimo de sus promesas. La razón es que no quería cambiar tanto las cosas. Es una criatura de quienes financiaron su campaña: las instituciones financieras, las energéticas, las empresas. Tiene la apariencia de buen tipo, sería un buen acompañante de cena, pero eso no permite cambiar la política; la afecta un poco. Sí hay cambio, pero es un poco más suave. La política proviene de las instituciones, no está hecha por individuos. Las instituciones son muy estables y muy poderosas. Por supuesto, encuentran la manera de confrontar lo que sucede.

Más de lo mismo

Los medios están un poco sorprendidos de que se esté regresando adonde siempre se estuvo. Lo reportan, es difícil no hacerlo, pero el hecho es que las instituciones financieras se pavonean de que todo está quedando igual que antes. Ganaron. Goldman Sachs ni siquiera intenta ocultar que después de haber hundido la economía está entregando jugosos bonos a sus ejecutivos. Creo que en el pasado trimestre acaba de reportar las ganancias más altas de su historia. Si fueran un poquito más inteligentes lo intentarían ocultar.

Esto se debe a que Obama está respondiendo a quienes apoyaron su campaña: el sector financiero. Miren nada más a quién escogió para su equipo económico. Su primer asesor fue Robert Rubin, el responsable de la derogación de una ley que regulaba al sector financiero, lo cual benefició mucho a Goldman Sachs; asimismo, se convirtió en directivo de Citigroup, hizo una fortuna y se salió justo a tiempo. Larry Summers, quien fue la principal figura responsable de detener toda regulación de los instrumentos financieros exóticos, ahora es el principal asesor económico de la Casa Blanca. Y Timothy Geithner, quien como presidente de la Reserva Federal de Nueva York supervisaba lo que sucedía, es secretario del Tesoro.
En un reportaje reciente se examinó a algunos de los principales asesores económicos de Obama. Se concluyó que gran parte de ellos no deberían estar en el equipo de asesoría, sino enfrentando demandas legales, porque estuvieron involucrados en malos manejos en la contabilidad y otros asuntos que detonaron la crisis.
¿Por cuánto tiempo se pueden mantener las ilusiones? Los bancos están ahora mejor que antes. Primero recibieron un enorme rescate del gobierno y los contribuyentes, y lo utilizaron para fortalecerse. Son más grandes que nunca; absorbieron a los débiles. O sea, se está sentando la base para la próxima crisis. Los grandes bancos se están beneficiando con una póliza de seguros del gobierno, que se llama demasiado grande para fallar. Si se es un banco enorme o una casa de inversión importante, es demasiado importante para fracasar. Si se es Goldman Sachs o Citigroup, no puede fracasar porque eso derrumbaría toda la economía. Por eso pueden hacer préstamos riesgosos, para ganar mucho dinero, y si algo falla, el gobierno los rescata.

La guerra contra el narco

La guerra contra la droga, que desgarra a varios países de América Latina entre los que se encuentra México, tiene viejos antecedentes. Revitalizada por Nixon, fue un esfuerzo por superar los efectos de la guerra de Vietnam en Estados Unidos.

La guerra fue un factor que llevó a una importante revolución cultural en los 60, la cual civilizó al país: derechos de la mujer, derechos civiles. O sea, democratizó el territorio, aterrorizando a las elites. La última cosa que deseaban era la democracia, los derechos de la población, etcétera, así que lanzaron una enorme contraofensiva. Parte de ella fue la guerra contra las drogas.

Ésta fue diseñada para trasladar la concepción de la guerra de Vietnam, de lo que nosotros les estábamos haciendo a los vietnamitas, a lo que ellos nos estaban haciendo a nosotros. El gran tema a fines de los 60 en los medios, incluso los liberales, fue que la guerra de Vietnam fue una guerra contra Estados Unidos. Los vietnamitas estaban destruyendo a nuestro país con drogas. Fue un mito fabricado por los medios en las películas y la prensa. Se inventó la historia de un ejército lleno de soldados adictos a las drogas que al regresar se convertirían en delincuentes y aterrorizarían a nuestras ciudades. Sí, había uso de drogas entre los militares, pero no era muy diferente al que existía en otros sectores de la sociedad. Fue un mito fabricado. De eso se trataba la guerra contra las drogas. Así se cambió la concepción de la guerra de Vietnam a una en la que nosotros eramos las víctimas.

Eso encajó muy bien con las campañas en favor de la ley y el orden. Se decía que nuestras ciudades se desgarraban por el movimiento antibélico y los rebeldes culturales, y que por eso teníamos que imponer la ley y el orden. Allí cabía la guerra contra la droga.
Reagan la amplió de manera significativa. En los primeros años de su administración se intensificó la campaña, acusando a los comunistas de promover el consumo de drogas.

A principios de los 80 los funcionarios que tomaban en serio la guerra contra las drogas descubrieron un incremento significativo e inexplicable de fondos en bancos del sur de Florida. Lanzaron una campaña para detenerlo. La Casa Blanca intervino y suspendió la campaña. Quien lo hizo fue George Bush padre, en ese tiempo encargado de la guerra contra las drogas. Fue cuando la tasa de encarcelamiento se incrementó de manera significativa, en gran parte con presos negros. Ahora el número de prisioneros per cápita es el más alto en el mundo. Sin embargo, la tasa de criminalidad es casi igual que en otros países. Es un control sobre parte de la población. Es un asunto de clase.

La guerra contra las drogas, como otras políticas, promovidas tanto por liberales como por conservadores, es un intento por controlar la democratización de fuerzas sociales.
Hace unos días, el Departamento de Estado de Obama emitió su certificación de cooperación en la lucha contra las drogas. Los tres países que fueron descertificados son Myamar, una dictadura militar –no importa, está apoyada por empresas petroleras occidentales–, Venezuela y Bolivia, que son enemigos de Estados Unidos. Ni México, ni Colombia, ni Estados Unidos, en todos los cuales hay narcotráfico.

Un lugar interesante

El elemento central del neoliberalismo es la liberalización de los mercados financieros, lo cual hace vulnerables a los países que tienen inversionistas extranjeros. Si uno no puede controlar su moneda y la fuga de capitales, está bajo control de los inversionistas extranjeros. Pueden destruir una economía si no les gusta lo que este país hace. Ésa es otra forma de controlar pueblos y fuerzas sociales, como los movimientos obreros. Son reacciones naturales de un empresariado muy concentrado, con gran conciencia de clase. Claro que hay resistencia, pero fragmentada y poco organizada, y por ello pueden seguir promoviendo políticas a las que se opone la mayoría de la población. A veces esto llega al extremo.
El sector financiero está igual que antes; las aseguradoras de salud han ganado con la reforma sanitaria, las empresas energéticas ganarán con la reforma energética, los sindicatos han perdido con la reforma laboral y, por supuesto, la población de Estados Unidos y la del mundo pierden porque ya de por sí la destrucción de la economía es grave. Si se destruye el medio ambiente, los que de veras sufrirán son los pobres. Los ricos sobrevivirán a los efectos del calentamiento global.

Por esto América Latina es uno de los lugares verdaderamente interesantes. Es uno de los sitios en los que hay verdadera resistencia a todo esto. ¿Hasta dónde llegará? No se sabe. No me sorprendería que haya un giro a la derecha en las próximas elecciones en América del Sur. Aun así, se ha logrado un avance que sienta las bases para algo más. No hay muchos lugares en el mundo de los que pueda decirse lo mismo.


lunes, 28 de septiembre de 2009

Epidemia mundial de Obesidad

empeorará, según experto
"La generación más joven, la generación que viene detrás, será más obesa que nosotros y esto no indica un futuro promisorio", declaró Mikael Fogelholm en una entrevista.
Fogelholm, presidente del XII Congreso Europeo sobre Obesidad, que comienza el jueves en Helsinki, Finlandia, dijo que la prevalencia de la obesidad ha aumentado con mayor rapidez entre los adolescentes que entre los adultos.
"No podemos esperar que las generaciones presentes mueran y den paso a una generación delgada", añadió Fogelholm, quien también es director del Instituto UKK para la Promoción de la Investigación de Salud en Finlandia.
Los niños han sido afectados por una dieta estable, y a veces constante, de alimentos ricos en grasa, además de un estilo de vida sedentario con muchas horas frente al televisor o una computadora.
"La mayoría de los adultos obesos de hoy no fueron niños obesos",
dijo Fogelholm. "Aumentaron sus kilos extras después de los 25 ó 30 años. Pero ahora tenemos más y más personas obesas a las edades de 10, 15 y 20 años".
"Si la tendencia continúa, el futuro no es mucho mejor. Al parecer es peor, a menos que encontremos formas de impedir la obesidad",
agregó.
Además del aumento de cintura, la obesidad y el sobrepeso incrementan el riesgo de desarrollar diabetes tipo II, cardiopatía, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer.
En Estados Unidos, donde la mitad de la población adulta es obesa o tiene sobrepeso, la obesidad cuesta alrededor de 93,000 millones de dólares al año en gastos médicos.
En otras partes del mundo, los índices de obesidad van del dos por ciento en países en desarrollo hasta el 80 por ciento en las remotas Islas del Pacífico, y un 20 por ciento en las naciones europeas.
Fogelholm cree que la solución al problema tiene que comenzar con cambios que estimulen a la gente, en particular a los jóvenes, a hacer más ejercicios y a alimentarse de manera más saludable.
Asimismo, recalcó que ésto debe incluir desde la forma en que se comercializan los productos alimenticios hasta el tamaño de las porciones de comida que se sirven diariamente.
Los ministerios de Transporte, Medio Ambiente y Educación deben involucrarse en las políticas de salud, agregó.
"Es un fenómeno complejo, especialmente desde el punto de vista conductual", señaló.
"Si se piensa en el tabaquismo, la gente fuma o no fuma. Pero todos tienen que comer, y lo que comen, la cantidad que ingieren y el ejercicio que hacen, convierten al control del peso en una conducta muy compleja".

Día Nacional del Maíz, 29 de septiembre, organiza tu evento, tamaliza, pozoliza, taquisa lo que quieras, performance, teatro, música


¡Qué mejor manera de proteger nuestro maíz que celebrándolo.!

Para hacer conciencia de la importancia de preservar el maíz, los mexicanos hemos organizado una serie de eventos en toda la república.

Hay unos muy interesantes que vale mucho la pena apoyar.

El día del maíz lo hacemos todos, es decir que gracias a todas y todos los que se han registrado para realizar un evento, se ha hecho posible que a partir de este 29 de septiembre celebramos en México y, por qué no, en todo el mundo: El Día Nacional del Maíz.

Para buscar un evento cerca de donde vives visita el mapa interactivo en la siguiente pagina web: www.dianacionaldelmaiz.org/eventos_mexico.htm
Y sí en tu ciudad todavía no hay un evento... organiza uno !
www.dianacionaldelmaiz.org/registra_evento.htm

Los eventos mas destacados:
www.dianacionaldelmaiz.org/eventos_interesantes.htm

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Salvemos al Planeta foro ecologico, invita

Foro Ecológico "Salvemos al Planeta"
y presentación de la Agenda Latinoamericana 2010
La Secretaria Nacional de las Comunidades Eclesiales de Base, se une a la Campaña Nacional "Sin maíz no hay país", con la realización del Foro "Salvémonos con el planeta", en el cual presentaremos la Agenda Latinoamericana 2010.

En el Foro se compartirán experiencias que buscan promover una cultura ecológica, con el fin de tomar conciencia del cuidado y la importancia de la defensa del agua y la tierra:
- Género y Medio Ambiente
- Cambio Climático
- Maíz y alimentos transgénicos

Que se llevará a cabo:
Fecha: Miércoles 30 de septiembre de 2009
Hora: 9: 30 a 1: 30
Dirección: Tenayuca No. 350, Col. Santa Cruz Atoyac.
Tels: 56 88 63 36 o 56 01 03 87 (a dos cuadras del meto Zapata).

Favor de confirmar tu asistencia

Atte. Equipo organizador

Leo Gabriel reporta desde Honduras

Nuestro querido amigo, el Dr. Leo Gabriel, reportero, cineasta y antropólogo quien nos ha venido a acompañar al Circulo de Brújula Metropolitana en varias ocasiones cuando visita México, nos envia los documentales que ha grabado en estos días en Honduras.



Una documentación en dos partes realizada por el cineasta Leo Gabriel y Helmut Hostnig (editor en la version en ingles, y Adalberto Romero en español) sobre la situación política después del golpe. La cámara acompaña una misión de Derechos Humanos que consistió de 17 miembros de 11 paises de Europa y América Latina (entre otros de FIDH, CIFCA; FIAN, Foro Social Mundial etc.) quienes investigaban los casos del padre de Ibed Murillo asesinado el 5 de julio en el aerpuerto de Toncontín, la represión contra periodistas y el asesinato de un manifestante en la ciudad de El Paraíso. Entrevistas con el presidente Manuel Zelaya en la frontera de Nicaragua con Honduras, el dirigente de Via Campesina Rafael Alegría y declaraciones de los miembros de la misión.


La Coordinadora Mexicana de Solidaridad con Honduras le invita al

MITIN LUNES 28 A LAS 4 PM EN LA EMBAJADA DE EEUU
PASEO DE LA REFORMA (METRO INSURGENTES)

Para EXPRESAR LA SOLIDARIDAD DE MÉXICO

CON LA RESISTENCIA AL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS

domingo, 27 de septiembre de 2009

Estallido social: Plan con maña?

Desfiladero
Alerta: Juanito corre un grave peligro
Jaime Avilés
Todo empieza a encajar dentro de un esquema bien claro: el falso pero muy publicitado secuestro de un avión de Aeroméxico a cargo de un fanático predictor de sismos; la balacera en el Metro capitalino protagonizada por un enemigo del calentamiento global; los minibombazos contra sucursales bancarias de esta gran ciudad, reivindicados ayer por una tal Alianza Subversiva por la Liberación de la Tierra, Animal y Humana (sic).
¿Los ecologistas se levantaron en armas? No: son actores de reparto que forman parte de un plan más complejo. Este incluye el cateo de la Marina a una oficina de Polanco, el nombramiento de un procurador analfabeta y sin escrúpulos, que llega con las manos ensangrentadas a cumplir la encomienda de encarcelar a los adversarios del pelele; el paquete económico de Carstens, que es una bomba de tiempo; la deliberada disminución de la producción petrolera, que es un chantaje para reintentar la privatización de Pemex; el fracaso de la dizque guerra contra el narcotráfico, para mantener al Ejército fuera de los cuarteles; el sabotaje del gobierno de Calderón contra el de Marcelo Ebrard mediante el recorte de recursos para obras estratégicas, más la inminente imposición de Demetrio Sodi por los delincuentes del tribunal electoral federal en Miguel Hidalgo, más Juanito, para desestabilizar al Distrito Federal y aplicarnos la mano durísima.

¿Cómo se arma este rompecabezas? Con calma. En Youtube hay un montón de videos relacionados con la palabra Josmar –nombre artístico del secuestrador del avión–, los cuales demuestran que se trata de un gatillero, acaso perteneciente al grupo paramilitar evangelista Soldados de la Paz, que el Ejército formó en Chiapas contra los zapatistas. Lo que Josmar hizo fue dar un golpe de teatro para que los medios incorporaran el vocablo terrorismo al lenguaje cotidiano. A ese propósito responde también la nueva invención de Genaro García Luna denominada Alianza Subversiva.... Y si algo vincula a Josmar con el asesino del Metro es el aplomo que ambos mostraron cuando los detuvo la policía, como si tuvieran padrinos muy picudos.

Calderón está sembrando pretextos para justificar la presencia cada vez mayor de la Policía Federal, el Ejército e incluso la Marina en las calles de la ciudad de México. Si se valió del narcotráfico para militarizar grandes extensiones del país, ahora usa esta ridícula insurrección ecologista para militarizar el DF, preparando de tal suerte los mecanismos de contención del estallido social que provocará –en complicidad con el PRI– su absurdo paquete económico, cuyas medidas más criminales, como el impuesto de 2 por ciento a todo, llegaron para quedarse, según Carstens, porque se nos acabó el petróleo, debido seguramente a la terquedad de López Obrador y del pueblo mexicano que el año pasado impidió la privatización de Pemex. ¿Conque muy nacionalistas y patriotas, mis chavos? Pues ahora se joden, es lo que tratan de decirnos.

Quitarle dinero a la construcción de la línea 12 del Metro para que se pierdan más empleos es una forma de debilitar a Ebrard y promover la miseria y la violencia; imponer a Sodi en la delegación Miguel Hidalgo es garantía de un enfrentamiento permanente entre el jefe de gobierno y ese representante de la escoria política que cobrará las mordidas en Polanco. Reventar la gobernabilidad de Iztapalapa mediante Juanito es abrirle otro flanco a Ebrard y poner a la defensiva al movimiento que encabeza López Obrador, para que llegue debilitado a la batalla contra el paquete económico. Todo encaja, ¿no es cierto?

Una reciente encuesta publicada por la BBC de Londres, y efectuada en México por Global Scan entre personas que tienen agua, luz y teléfono en casa, muestra que 61 por ciento de los consultados (gente de clase media) está muy insatisfecha con Calderón, 27 por ciento algo insatisfecha, 6 por ciento algo satisfecha y 3 por ciento muy satisfecha. En otras palabras, de cada 100 clasemedieros mexicanos, 88 reprueban al dizque gobernante. El sondeo está en http://news.bbc.co.uk/1/shared/bsp/pdfs/14_09_09economicsrelease.pdf. (en este blog se puede leer la nota completa en español, más abajo)

Calderón ha perdido todas las batallas: contra el narcotráfico, la inseguridad, la miseria, el desempleo, la inflación, la deuda externa, la influenza, el papiloma humano, el catarrito, etcétera, y por supuesto contra el movimiento de López Obrador, pero aún puede legarnos una dictadura militar como último recurso para conservar intactos los privilegios de la oligarquía (las 100 grandes empresas que no pagan impuestos) y de la alta burocracia (que cobra sueldos faraónicos por servirla) y que, en resumidas cuentas, como bien lo dijo el pasado lunes Noam Chomsky en la Sala Nezahualcóyotl, son, oligarquía y burocracia, los dos componentes de la mafia que se ha apoderado de nuestro país (mafia, no está de más recordarlo, que ya había llamado así, con esas cinco letras, hace algunos meses, López Obrador).

¿El paquete económico de Carstens es una trampa para desatar la violencia entre el pueblo –ésta comenzaría, quizá, con el saqueo masivo de supermercados a causa del hambre– e imponer de inmediato el estado de excepción? Como dijo Descartes, no lo descartes. Hemos alcanzado cifras récord de desempleo. No obstante, Carstens propone que todo cueste más. Como la gente ya casi no tiene dinero, consumirá menos; al vender menos, más tiendas y más fábricas cerrarán y despedirán más trabajadores; por lo tanto, las actividades económicas disminuirán más aún, con lo que –ya lo dijo Merrill Lynch– se agudizará la recesión y con ella todos sus derivados: las enfermedades, la pobreza, la tristeza, los suicidios, el alcoholismo, la drogadicción, los robos, los secuestros, la población encarcelada, la desesperación colectiva y final e inevitablemente el estallido social, que tal vez, pero sólo tal vez (a la mejor no) sofocarán las fuerzas del orden.

Dicho de otro modo, más de 100 millones de mexicanos estamos a punto de sufrir un asalto a mano armada por un pequeño grupo de ricachones, que no pagan impuestos, y de cortesanos corruptos que no quieren bajarse los sueldos. Si unos y otros así lo hicieran, como lo propone López Obrador, Hacienda obtendría 500 mil millones de pesos (mdp) para tapar el hoyo fiscal y aún contaría con 150 mil mdp para reactivar a las pequeñas y medianas empresas, que generan ocho de cada 10 empleos en el país.

Antenoche tuve la fortuna de ver La vida loca, el extraordinario documental de Christian Poveda sobre la Mara 18, en que el gran fotógrafo francoespañol, recién asesinado, retrató la vida (y la muerte) cotidiana de una pandilla de San Salvador, en un barrio marginal idéntico a muchas colonias de Iztapalapa, donde las casas parecen jaulas, con barrotes en todas las puertas y ventanas. A lo largo de la proyección, no pude dejar de pensar en Juanito, en el grave peligro que está corriendo al haberse puesto en manos de quienes lo inflaron como globo para pincharlo cuando mejor les convenga.

Una de las funciones esenciales del periodismo es la prevención. Esta columna siente el imperativo moral de advertir que Juanito puede ser eliminado por la mafia que le vendó los ojos con trajes Armani, camionetas Durango y promesas de dinero y poder. Si esto ocurriera, el régimen desataría (¡al fin!) una implacable persecución policiaca contra López Obrador. Juanito puede convertirse en un héroe del pueblo o en un chivo propiciatorio para la represión. Él sabrá lo que hace, pero ojalá recuerde que El Pípila no cobró un centavo por cargar la piedra hasta la puerta de la Alhóndiga, que el maquinista de Nacozari tampoco pidió dinero por salvar a tantos inocentes de la explosión del tren, y que los niños conscriptos no firmaron un contrato vergonzante con Televisa para defender el castillo de Chapultepec. El lugar de Juanito está entre su gente. Si cumple su promesa será indestructible.

jamastu@gmail.com