Próxima parada: Estaciones de lectura
Con el objetivo de convertir la Red de Librerías de la UNAM en un espacio de encuentro y fomento a la lectura, la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial presenta el programa Estaciones de lectura para jóvenes universitarios
Con el objetivo de convertir la Red de Librerías de la UNAM en un espacio de encuentro y fomento a la lectura, la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial presenta el programa Estaciones de lectura para jóvenes universitarios
La intención es que los estudiantes no sólo visiten estos espacios en
ciertos periodos relacionados con la búsqueda de materiales para sus
clases, sino que los identifiquen como propios. Que los vean como un
espacio para la lectura y las actividades culturales en torno al libro.
Las Estaciones de lectura son el resultado de un proyecto que ha
tomado varios caminos. En principio nacieron como un espacio de
participación de Libros UNAM en la Fiesta del libro y la rosa. En ese
momento se iniciaba la difusión de la Librería virtual, que consiste en
un plotter con códigos QR que permite descargar libros en formato
digital. Entonces surgió la idea de crear un espacio de lectura
alrededor de éste.
Para ello se reutilizaron palets, que son estructuras de madera donde
se recargan los libros en los almacenes. Como se empezaron a sustituir,
se acumularon para ser desechados. Entonces se decidió reutilizarlos
para el proyecto.
"El nombre se lo dio una persona del área de diseño. Dijo: ‘es muy
natural que se diga estación Metro CU, estación tal... ¿por qué no
llamar a esto estación de lectura, que es lo que se busca?'
Originalmente la estación de lectura era una sala con un plotter para
que la gente que quisiera descargar los libros y leer en su pantalla, lo
hiciera", explicó Javier Martínez, titular de la Dirección de
Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM.
Ese proyecto, que inició con libros digitales, se amplió al ofertar
también libros físicos además del plotter. La oferta inicial fue de cien
títulos, pero el proyecto ha crecido de tal manera que ahora ya no se
utilizan los muebles sino que se generan espacios de diálogo y reflexión
en torno a la cultura del libro.
Empezar por la casa
"Aquí trabajamos día a día con el libro. Y en algunos casos para
algunas personas es como trabajar con un producto que pasa por sus manos
y es completamente ajeno. Eso me parecía muy grave y teníamos que
sensibilizar a la gente respecto al hecho de que más que ser un
producto, el libro aproximaba a otro universo", contó Martínez.
Por lo tanto, unos días antes de las vacaciones de verano, el propio
funcionario llevó unos 70 libros de su biblioteca personal pensados para
los distintos trabajadores de la dependencia. Ahí, con base en los
derechos del lector de Daniel Pennac, les pidió seleccionar una frase
que los involucrara intelectual o sentimentalmente con el libro para
compartirla a su regreso. Al regreso del asueto, el 80 % del personal
había terminado su libro. A partir de ese éxito, intercambiaron los
materiales. Esta vez con sus propias recomendaciones.
"Cuando me di cuenta de eso pensé que ese proyecto no podía terminar
ahí. Ahora sí tenemos que hacer una estación de lectura. Así inició el
proyecto. Lo que hice a continuación fue buscar a amigos de la
literatura: Jorge F. Hernández, Benito Taibo, ya estuvo Juana Inés
Dehesa, para compartir con ellos", añadió.
Así, se decidió tener una reunión mensual en cada una de las
librerías de la red de la UNAM. En esos espacios, los autores hablan de
sus experiencias como lectores y sus relaciones con la literatura. A
ella están invitados los trabajadores de Libros UNAM, pero también todos
los universitarios.
"La idea es que vengan todos los universitarios con sus propias
lecturas y experiencias a partir de ellas. Además de compartir con
nosotros por qué están leyendo eso y por qué es importante para ellos la
lectura, podrán escuchar a esos autores cuya experiencia como lector
animará nuestro placer por la lectura", explicó.
"Queremos que las librerías se conviertan en espacios de encuentro.
Que cada una tenga su propia Estación de lectura y programa de
activación. No sólo que vengan escritores reconocidos sino que en estos
espacios se den encuentros de jóvenes en el proceso creativo. Una vez
que la gente entienda que la librería es un espacio de encuentro y
fomento a la lectura, puede servir para muchas cosas".
La Estaciones de lectura forman parte de una serie de proyectos que
buscan abrir el panorama de la lectura a los jóvenes universitarios.
Además de la difusión de los materiales publicados por esta casa de
estudios, se trata de evidenciar que se cuenta con una gran cadena de
distribución de libros.
Christian Gómez
Las Estaciones de lectura se encuentran en un proceso de
articulación en las distintas librerías. En principio, cada sesión
cambiará de espacio pues se trata de activar las distintas librerías.
Los próximos encuentros serán con los escritores Alberto Chimal (viernes
30 de agosto), Benito Taibo (viernes 27 de septiembre), Álvaro Uribe
(viernes 25 de octubre) y Rosa Beltrán (jueves 28 de noviembre). Mayor
información sobre sedes y actividades en las redes sociales de Libros
UNAM y en el portal www.libros.unam.mx.
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