Estados Unidos ha forjado su poder y riqueza con base en, por lo menos, tres pilares: la industria (acerera, automotriz, etc) la economía financiera globalizada y la intervención (directa e indirecta) -golpes- sobre otras naciones, con el fin de catalizar sus intereses.
Los primeros antecedentes de su política intervencionista se encuentran en la Doctrina Monroe, que sirvió para erradicar la influencia comercial y militar de los europeos en las ex colonias al sur de EE.UU. Desde temprano, los norteamericanos han sido conscientes de la importancia de Latinoamérica y El Caribe para sus aspiraciones imperialistas. Luego, después de la Segunda Guerra Mundial, durante la Guerra Fría, las intervenciones con fines políticos en los países del bloque soviético se hicieron evidentes y masivas, Pero no es hasta nuestros días que las intervenciones tienen un carácter económico.
“América para los americanos”, fue la frase que resumió aquel discurso del presidente Monroe -escrito por John Quincy Adams- y que derivó en la hoy conocida doctrina Monroe, aunque debería decir “América para los norteamericanos”.
Éste hito marcará en adelante la política estadounidense a escala global, saturada de intervenciones políticas, económicas y militares alrededor del mundo. La mayor cantidad de intervenciones e intereses norteamericanos se latinoamericano y caribeño, con el fin de garantizar la imposición de modelos económicos pro-Washington y regímenes políticos de corte neoliberal.
Accionar anticomunista, la doctrina Monroe en acción: evitar el surgimiento del socialismo a toda costa
México fue la primera víctima de la doctrina Monroe. Entre 1846 y 1848 se escenificó una guerra que terminó por arrebatar casi la mitad del territorio soberano de los mexicanos para quedar en manos de EEUU. Así fue como los estados de Texas y California ahora son parte de EEUU. Para quedarse con ese territorio, los norteamericanos tuvieron que derrotar a España, Francia y, finalmente, a los propios mexicanos.
En la actualidad los mexicanos siguen siendo víctimas de la amenaza y política estadounidense. Xenofobia, narcotráfico, paramilitares, trata de blancas y discriminación migratoria, son algunos de los problemas que México sufre por ser el vecino latinoamericano más cercano a EEUU.
Años más tarde sería Nicaragua. En 1854 la marina de EEUU bombardeó y destruyó el puerto nicaragüense de San Juan del Norte. La agresión ocurrió después de un intento oficial de poner impuestos al yate del millonario estadounidense Cornelius Vanderbilt.
Un año más tarde -1855-, William Walker entonces operario de los banqueros Morgan y Garrison, invadió Nicaragua y se proclama presidente. Durante sus dos años de gobierno invadió El Salvador y Honduras, proclamándose igualmente jefe de Estado.
En 1893 le tocó a Hawai. Los terratenientes estadounidenses derrocaron en la isla a la reina Lili’ Uoklani, quien fue sustituida por un gobierno provisional que impuso una Constitución al estilo estadounidense y destronó la monarquía hawaiana. Esto derivó en la anexión de Hawai al territorio de EEUU en 1898.
Ese mismo año se ejecutó la invasión contra Puerto Rico, Cuba y Filipinas, que para entonces eran colonias españolas. Actualmente Puerto Rico sigue siendo una colonia estadounidense.
En 1901, en Cuba, las fuerzas ocupantes de EEUU en la isla obligaron a incluir en la Constitución de la nueva República de Cuba, la Enmienda Platt, mediante la cual el gobierno estadounidense se arrogaba el derecho de intervenir en los asuntos cubanos cada vez que creyera conveniente.
Para 1903 llegó el momento de Panamá. EEUU promovió la segregación del Canal de Panamá, que entonces era parte de Colombia, y se adueñó de sus derechos. Años después, el ex presidente Teodoro Roosevelt -real segregador del canal- diría: “Yo tomé la zona del Canal mientras el Congreso debatía”.
En 1904, EEUU garantiza su injerencia plena en Panamá y se asegura que la Constitución Nacional., incluya el apartado que contempla la intervención militar en ese país cuando Washington lo crea necesario.
Mientras tanto, en República Dominicana -1905-, EEUU logra que el gobierno dominicano le otorgue la recaudación de los ingresos aduanales, estatus que se mantuvo por más de tres décadas consecutivas.
Cuba sigue bajo la presión estadounidense en 1906. En agosto de ese año estalló una crisis interna contra el presidente impuesto por Washington, Tomás Estrada Palma, quien al verse contra la pared solicita la intervención estadounidense.
En 1908 se realiza otra intervención en Panamá de EEUU. Ese año se realizaron las primeras elecciones presidenciales, pero hubo muchas denuncias por irregularidades. Las tropas estadounidenses tuvieron que intervenir.
Nicaragua vuelve al escenario de Washington en 1912. Los marines de EEUU ocuparon la capital, así como Managua, Granada y León para evitar el derrocamiento de su presidente aliado, Adolfo Díaz. No fue sino hasta 1933, que las tropas se retiraron después de un levantamiento de fuerzas revolucionarias y patriotas que duró seis años bajo el liderazgo del General Augusto César Sandino.
En 1914 los estadounidenses vuelven a ocupar México, esta vez la Marina ocupó la ciudad portuaria de Veracruz para ejecutar un ataque aparentemente motivado por la detención de soldados norteamericanos en Tampico.
Haití, 1915. Los marines gringos ocupan Haití para salvaguardar los intereses de corporaciones de EEUU. Sin embargo el gobierno estadounidense justificó la medida, diciendo que era para “restablecer el orden”. Los invasores permanecieron hasta 1934.
República Dominicana, 1916. Marines estadounidenses ocupan el país. Las tropas tomaron el control de la nación e impusieron un gobierno militar. La ocupación se prolongó hasta 1924.
Panamá, 1918. Tropas estadounidenses ocuparon Panamá para “supervisar” las elecciones legislativas y municipales. En julio de ese año ocuparon la provincia de Chiriquí alegando que ‘era preciso en virtud de la seguridad” de los estadounidenses. En Chiriquí permanecieron dos años.
Honduras, 1924. La infantería de marina estadounidense invadió Honduras para “mediar” en un enfrentamiento civil, luego que diversos sectores alegaran fraude en las elecciones de 1923.
Nicaragua, 1926. EEUU decide crear en Nicaragua una Guardia Nacional, Augusto César Sandino se opone y propone crear un ejército popular para combatir a los ocupantes.
Un año más tarde, un capitán de los marines que ocupa el país, pide al líder Augusto Sandino rendirse, este se niega, por lo que EEUU realiza entonces el primer bombardeo aéreo en América Latina. Ataca la aldea El Ocotal y asesinan a 300 nicaragüenses.
República Dominicana, 1930. Comienza la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, gestión apoyada por EEUU. Su tiranía, que se extendió hasta 1961, es considerada como una de las más sangrientas en América Latina.
Nicaragua, 1934. Es asesinado el líder revolucionario César Augusto Sandino, Su muerte fue ordenada por el dictador Anastasio Somoza García, con la complicidad del embajador estadounidense Arthur Bliss Lane.
Panamá, 1941. En Panamá es depuesto el presidente Arnulfo Arias Madrid por un golpe militar liderado por Ricardo Adolfo de la Guardia, quien primero consultó su plan con el embajador de Estados Unidos. Cinco años después -1946- EEUU crea la Escuela de las Américas en Panamá. En esta organización se formaron varios de los protagonistas de las dictaduras militares en Brasil, Argentina, Uruguay, Chile y Venezuela.
Golpes de Estado en Latinoamérica durante el siglo XX. El apoyo de EEUU más que presente
Cuba, 1952. El general Fulgencio Batista dio un golpe de Estado contra el presidente Carlos Prío Socarrás con el apoyo de EEUU.
Guatemala, 1954. La CIA, con el apoyo de la United Fruit Company, orquestó el derrocamiento del gobierno democráticamente electo de Jacobo Árbenz. Fue acusado de comunista por enfrentar los intereses de los monopolios de las empresas estadounidenses.
Cuba, 1960. El presidente de EEUU, Dwight Eisenhower, autoriza la realización en gran escala de acciones encubiertas para derribar al gobierno de Fidel Castro, quien había llegado al poder en enero de 1959.
Cuba, 1961. Una brigada de mercenarios entrenados y dirigidos por EEUU, con apoyo aéreo y logístico, desembarcan en Bahía de Cochinos. Los invasores son derrotados en menos de 72 horas en Playa Girón.
Brasil, 1964. El gobierno estadounidense promovió y apoyó un golpe de Estado contra el presidente de Brasil Joao Goulart, quien adoptó medidas socialistas. Se proponía llevar a cabo una reforma agraria y nacionalizar el petróleo.
República Dominicana, 1965. EEUU envió más de 40.000 marines para reprimir un movimiento que intentaba restaurar en el poder al anteriormente derrocado presidente progresista y democráticamente electo Juan Bosch. La acción dejó cerca de 3.000 muertos.
Guatemala, 1966. El gobierno estadounidense envió armas, asesores y Boinas Verdes a Guatemala, para implementar una llamada campaña contrainsurgente.
Operación Cóndor -década de los 70 y 80-. EEUU promovió y apoyo las dictaduras de Hugo Banzer en Bolivia (1971-1975), Ernesto Geisel en Brasil (1974-1979), Augusto Pinochet, Chile (1973-1990), Alfredo Stroessner en Paraguay (1954-1989), Juan María Bordaberry en Uruguay (1973-1976) y Jorge Rafael Videla, Argentina (1975-1978).
La Operación Cóndor trabajaba como una red clandestina de las dictaduras para perseguir, vigilar, torturar, asesinar y desaparecer a grupos subversivos. Esta operación también incluyó labores en el Caribe, Venezuela, y demás países de la región, donde se persiguieron y asesinaron a miles de comunistas.
Chile, 1973. El militar Augusto Pinochet toma el poder tras ejecutar un golpe de Estado apoyado por la CIA en contra del presidente electo socialista Salvador Allende. Desde que Allende asumió en 1970, Washington promovió una guerra económica multiforme como desabastecimiento inducido para dañar su gestión y provocar su rechazo en la población.
El Salvador, 1980. EEUU incrementa la asistencia masiva a los militares de El Salvador que se enfrentan a las guerrillas del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Nicaragua, 1981. La administración del presidente de EEUU, Ronald Reagan, inició su guerra contra el sandinismo y autorizó a la CIA recursos por 19,5 millones de dólares para crear la Contra, fuerza paramilitar, compuesta de antiguos miembros de la Guardia Nacional de la derrocada dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
Granada, 1983. 7.000 soldados gringos invadieron la isla para derrocar a su presidente Maurice Bishop. La operación fue denominada “Furia urgente”. La acción armada dejó decenas de heridos.
Panamá, 1989. Las autoridades norteamericanas, dirigidas por George H.W. Bush invadieron al país con la excusa de arrestar a quien fuera su protegido, Manuel Noriega. La operación dejó unos 3.000 panameños muertos y se ejecutó luego que Noriega traicionara los intereses de Washington en el negocio del narcotráfico en la región, donde tanto Noriega como el colombiano Pablo Escobar Gaviria eran los más importantes socios de la Casa Blanca.
Haití, 1994. Miles de militares estadounidenses, con apoyo de modernos medios bélicos invaden Haití con el pretexto de garantizar la transferencia de poder de la cúpula golpista, encabezada por el general Raúl Cedras, al presidente electo Jean Bertrand Aristide.
Injerencia y golpes del Siglo XXI. EEUU se resiste a dejar que el socialismo termine de erradicar su hegemonía
La Agencia de Inteligencia de Defensa de EEUU (DIA, por sus siglas en inglés) reclutó una fuerza paramilitar llamada FRAPH para atacar y destruir el movimiento Lavalas, creado por Aristide en Haití.
En 2004, lanzaron una campaña de violencia para desestabilizar Haití, que proporcionó el pretexto para que las fuerzas estadounidenses entraran en el país caribeño y quitaran a Aristide del cargo.
Bolivia, 2008. El gobierno de Bolivia logró abortar un golpe militar que amenazaba la democracia de ese país. La intentona fue planificada y promocionada por el gobierno de EEUU, que impulsó movimientos separatistas y coordinó con políticos de derecha para derrocar las políticas del presidente Evo Morales y su modelo socialista que impulsa cambios trascendentales en el país que tocan los intereses de las empresas estadounidenses.
Honduras, 2009. EEUU apoya a sectores opositores hondureños para iniciar una crisis política en los poderes hondureños. Finalmente el 29 de noviembre del 2008, secuestran al presidente Manuel Zelaya, aliado a los gobiernos de izquierda de la región como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina y otros; y colocaron como jefe de Estado impuesto por EEUU a Porfirio Lobo, quien fue reconocido por Washington inmediatamente.
Ecuador, 2010. Una supuesta revuelta policial contra una ley salarial fue la excusa para emprender un golpe de Estado contra el presidente, Rafael Correa, con el auspicio de Estados Unidos.
El presidente Correa fue secuestrado en un Hospital de la Policía luego que recurriera por una asfixia provocada por la exposición a gases lacrimógenos que le lanzaron directamente. Correa fue rescatado por su guardia de honor, pero la intentona dejó el resultado de 8 muertos y 274 heridos.
Paraguay, 2012. Se ejecuta el primer golpe parlamentario en la región. Esto auspiciado bajo la figura del “lawfare” o persecución judicial que en la actualidad pretenden ejecutarse contra ex presidentes como Rafael Correa de Ecuador y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina.
Ese año la víctima fue el presidente socialista Fernando Lugo, a quien se le impusieron cargos de “mal desempeño en sus funciones”, y que terminó por la decisión del parlamento de obligar a que Lugo dejara el cargo como mandatario en un juicio político irregular impulsado por la derecha paraguaya y apoyado por EEUU.
Brasil, 2016. Se ejecuta el segundo golpe parlamentario en la región. Se destituye a la presidente Dilma Rousseff de la presidencia y de fragua el golpe de Estado al colocar al dictador Michel Temer.
El proceso se inició el 2 de diciembre de 2015 por el Presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, una ficha de la derecha brasileña y aliado empresarial de Temer y de EEUU. Tanto Cunha como Temer son acusados posteriormente de corrupción. Este incidente abrió las puertas para la entrada a la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil.
Venezuela, un hueso duro de roer
Venezuela ha sido constantemente asediada por EEUU desde que se inició el proceso de la Revolución Bolivariana. Varios intentos de golpes de Estado, magnicidios frustrados y planes para sabotear su economía y estabilidad social dan prueba de ello.
2002. El gobierno de George W. Bush promovió y apoyó el golpe de Estado contra el presidente constitucional Hugo Chávez Frías. Las acciones las emprendieron principalmente grupos poderosos de la economía nacional.
El 19 de abril de 2013, Nicolás Maduro resultó electo Presidente de la República, desde que asumió como jefe de Estado, sectores de la derecha con el apoyo de EEUU promueven una guerra económica, de sabotaje y un asedio político, con estrategias similares a las ejecutadas contra Salvador Allende en Chile: desabastecimiento inducido, inflación inducida, acaparamiento, sobreprecios, entre otros métodos que fracturan la economía.
2014. Durante el primer semestre del año, sectores de la derecha apoyados con sectores de EEUU promueven una serie de acciones violentas, autodenominadas como “guarimbas” que cobró la vida de 43 personas y dejó más de 800 heridos. Las acciones fueron promovidas principalmente por el grupo terrorista Voluntad Popular que tiene entre sus integrantes a Leopoldo López, Carlos Vecchio, Juan Guaidó, Freddy Guevara, entre otras fichas que son financiadas por EEUU.
2017. Vuelven las acciones sediciosas promovidas por voluntad Popular. Se reinicia la violencia en las calles y se producen más de 120 asesinatos, miles de heridos y millonarios daños al patrimonio público y privado. El golpe de Estado no tiene los resultados y cesan las acciones de calle.
2018. Se ejecuta un intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro. El acto terrorista fue ejecutado el 4 de agosto en la avenida Bolívar de Caracas, mientras el mandatario venezolano realizaba una actividad con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana. Mientras el presidente ofrecía una intervención en cadena nacional, un grupo de extrema derecha relacionados a Voluntad Popular y Primero Justicia dirigidos por Julio Borges, Juan Requesens, entre otros, intentaron explotar dos drones cargados con explosivos C4 en la tarima presidencial donde también se encontraban los jefes del Alto Mando militar y de los cinco Poderes del Estado venezolano.
2019. A partir de la primera semana de enero países aliados a los intereses de EEUU comenzaron a no reconocer el gobierno constitucional de Nicolás Maduro, electo en mayo de 2018 en comicios presidenciales.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) han avalado estas acciones que se desmarcan de la legitimidad del derecho internacional, al punto de reconocer al auto juramentado -Juan Guaidó- como “presidente interino” del país. Este proceso de golpe se encuentra en desarrollo y es apoyado de manera clara y tajante por el gobierno de EEUU.
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