El enjuego
1. El grito de
“ni un voto al PAN ni al PRI”, que ha marcado la parte final de la campaña electoral de México en 2009, al que muchos han añadido “ni a los chuchistas del PRD”, ha marcado el amplio repudio de amplios sectores, no a la vía democrática electoral, por muy limitada que sea, sino al gobierno ilegítimo y antinacional de Calderón –con todas sus maquinaciones antidemocráticas– y a la alianza PRI-PAN en el poder, a la que ahora se suma el PRD de los chuchos, reafirmando así su disposición de votar en contra del régimen y a favor de otra opción.
2. La campaña por las elecciones intermedias de 2009 se ha saldado por una amplia derrota de los grupos de la ultraderecha, que por un lado pugnaron por el voto nulo tratando de desmovilizar a los sectores mayoritarios de la población, que tienen pensado votar por la opción lopezobradorista –cruzando los emblemas del PT y de Convergencia y en la capital (salvo Iztapalapa) el del PRD–, y que, por el otro, pretendieron a través del multimillonario neofascista Alejandro Martí, someter a los candidatos y a los partidos a sus dictados, erigiéndose este torpe individuo de manera antidemocrática en una especie de moderno Supremo Poder Conservador.
3. ¿No acaso es un fracaso de Calderón el que a cuatro días de los comicios una decisión de la PGR del día primero prácticamente exonere a Marcia Gómez del Campo, parienta de su esposa Margarita, por el infanticidio de Hermosillo al acusarla a ella y a otros responsables de delitos
“no graves”?
4. La mejor prueba de este fracaso oficial lo constituyó el
“debate”entre los presidentes de los tres principales partidos (PRI, PAN y PRD), organizado por Televisa el viernes 26, que constituyó todo un acontecimiento político, no por las propuestas, que no las hubo, ni por el contenido de la discusión, que no se dio ni se podía dar entre tres comparsas del poder, sino por el hecho de que Jesús Ortega, el presidente que Calderón impuso al PRD a través del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, anunció formalmente que este partido, que en sus orígenes pretendió ser una opción de izquierda, es abiertamente bajo su dirección un partido paraestatal, dispuesto a servir a Calderón, al que llamó
“presidente”, y a la ultraderecha panista, para lo que defendió las violaciones constitucionales del gobierno y propuso una y otra vez un pacto de apoyo a Calderón.
5. Lo más grave a unos días de las elecciones intermedias es que este viraje descarado de la directiva chuchista del PRD no suscitó reacción del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas (fundador del partido), del senador Pablo Gómez (que publicó un desplegado de inconformidad por lo que estimó ausencia de propuestas de la directiva perredista), de Mario Saucedo o de ningún otro cuadro perredista, lo cual confirma que la única alternativa electoral democrática es la del Movimiento Nacional, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y que presenta candidatos a través del PRD capitalino pero sobre todo, a nivel nacional, de Convergencia y del PT.
6. La aportación de Calderón a la ultraderecha mexicana y a su sueño totalitario está fracasando, a pesar de haber hecho inviables a las instituciones electorales, cuya escasa credibilidad ha destruido, tornándolas en apéndice del Ejecutivo al imponer a sus incondicionales Leonardo Valdés en el IFE y a María del Carmen Alanís en el TEPJF, y obligándolos a fallar conforme a sus intereses, y al hacer más inviable el sistema de partidos, ya que la mayor parte de las formaciones políticas que lo integran no representan a las fuerzas sociales que luchan en el país, y ello porque la principal fuerza social organizada no es ya un partido político y no está dispuesta a echarse atrás.
7. Un amplio sector de mexicanos va a votar en conciencia el domingo 5, haciendo un análisis cuidadoso de la situación en su municipio, en su delegación, en su distrito y en su estado, más allá de los partidos políticos, aunque deberá escoger entre los candidatos del antiguo FAP –PRD, PT y Convergencia– y eso va a evidenciar la madurez de los mexicanos que buscan llevar a algunas voces de oposición a las instancias estatales.
8. La doble intentona de Calderón de imponerse al PRI y de destruir la alternativa popular en 2009 va a fracasar luego del domingo 5. En las elecciones legislativas, el PRI mantendrá su control como la fuerza más importante en la Cámara de Diputados y conservará todas las gubernaturas en su poder que están en juego –incluyendo Nuevo León, que los panistas han asumido como su coto privado–, y Campeche –que el gobernante espurio pretendía entregar a los herederos de Mouriño, y donde el candidato chuchista-perredista renunció a favor del PAN–, eso a menos que tuviese éxito la demanda desesperada de Calderón a la cúpula tricolor para que en modernaconcertacesión negociase perder la de Sonora. Y, por el otro lado, el gobierno de facto no logrará que los chuchos empanizados, y en contubernio con Los Pinos, se apoderen del Distrito Federal, como tampoco logrará cerrarle la vía electoral a López Obrador.
9. El fracaso electoral del PAN anuncia una escalada antidemocrática de Calderón luego de 2009 por la insistencia de éste en oponerse a la participación de López Obrador en las elecciones de 2012. Tras el golpe orquestado por la CIA en Honduras, el panista no es ya el único gobernante espurio del continente. Hay hoy en América Latina dos gobernantes ilegítimos: Roberto Micheletti en Honduras, impuesto por el golpe de Estado de 2009, y Felipe Calderón en México, impuesto por el macrofraude electoral de 2006, y no sorprende que éste haya anunciado en Panamá la creación de una alianza de los tres gobiernos de la ultraderecha continental (Colombia, Panamá y México) para supuestamente
“luchar contra el narcotráfico”, o que, avalado por los chuchos del PRD, pretenda hacer entrar al Ejército Mexicano a Iztapalapa de lograr imponer a Silvia Oliva como delegada, lo que ha causado alarma entre los habitantes de esa delegación.
10. Las elecciones intermedias de 2009 van a marcar de esta manera un parteaguas en la vida electoral de México, pues, a pesar del antidemocrático sistema electoral que se ha impuesto en México y del amplio abstencionismo que marca las elecciones de este tipo, millones de mexicanos van a encontrar una vía para expresar su voluntad y manifestar su repudio al régimen actual.