La rectora, con chaqueta clara, cae al suelo ante un agente. AFP
Ayer 5 de agosto la Universidad Nacional Autónoma de Honduras fue invadida por el cuerpo de élite "Cobras" de la policía nacional, expertos en operaciones especiales, persiguiendo a un grupo de estudiantes que protestaban contra el golpe de Estado frente al campus universitario.
Grupos de estudiantes respondieron el ataque con piedras y se dió una desigual batalla, entre un cuerpo de rudo entrenamiento policial provisto de armas de fuego, gases tóxicos, escudos, toletes, cascos, una tanqueta que lanza chorros de agua de alta presión, equipos de radio comunicación, alto nivel de organización, y un helicóptero desde el que se dirigía el operativo de ataque policial, contra estudiantes sin entrenamiento, sin organización, sin ninguna arma ni protección contra ataques. Mas de cinco mil estudiantes que en ese momento recibían clases se congregaron en la plaza central. Todos los presentes fuimos atacados con bombas de gases tóxicos, golpes de agua a alta presión, garrotes, piedras, y hay varios heridos. La Rectora Julieta Castellanos, dos miembros de la Junta de Dirección y dos profesores universitarios nos dirijimos pacíficamente al lugar donde estaban los policías, con las manos en alto y esquivando las piedras que los policías nos lanzaban, a exigirles que se retiraran de inmediato de la Universidad. Los policías nos trataron en forma agresiva, la Rectora y yo sufrimos leves golpes. Ambos estamos en libertad y bien en nuestra integridad física, pero la autonomía universitaria ha sido violada y la comunidad universitaria reprimida con grave e injustificada violencia, en un acto que cubre de ignominia a la policía nacional, la que creíamos equivocadamente que había avanzado mucho más en su propia actitud civil y pro ciudadana.
Por favor den a conocer esto a todos los espacios académicos, políticos, culturales y de sociedad civil.
Dr. Ramón Romero
Miembro de la Junta de Dirección de la UNAH
Estudiantes y policías se enfrentan en la Universidad estatal de Honduras
Decenas de estudiantes de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se enfrentaron hoy con la policía, que invadió las instalaciones de la casa de estudios y disparó bombas lacrimógenas ante una protesta estudiantil.
El enfrentamiento, del que se desconoce si se registraron heridos, se dio luego de que un piquete de policías llegara frente a la universidad, en el extremo oriental de la capital hondureña, para desalojar a decenas de estudiantes que protestaban contra el golpe de Estado al presidente Manuel Zelaya del 28 de junio pasado.
La propia rectora de la universidad, Julieta Castellanos, fue víctima de la represión, al ser empujada por los agentes y caer al suelo cuando trató de mediar con los policías, que igualmente golpearon a otros dos profesores, sin causarles heridas."Sentí que me empujaron y caí sobre un compañero que habían empujado antes y luego vi cómo golpeaban con toletes a otros profesores. Este acto es repudiable y no lo vamos a permitir en la universidad", declaró la rectora, quien hizo un llamado a que "se respete el derecho de las personas a protestar".
Barricadas improvisadas
Los manifestantes habían quemado neumáticos y cerrado los accesos a la UNAH, como parte de las protestas desarrolladas en varias regiones del país por seguidores del movimiento de resistencia que exige la restitución de Zelaya en el poder.
Los agentes antidisturbios irrumpieron en el recinto universitario en dos ocasiones, la primera durante "al menos diez minutos", según la rectora, y la segunda una media hora, aunque apenas avanzaron unos metros. Los estudiantes recibieron con piedras a los policías y estos en su avanzada utilizaron gases lacrimógenos, un cañón de agua y las mismas piedras que les lanzaban.La situación se volvió un caos en el campus universitario porque muchos estudiantes y maestros que estaban en clase no podían salir por la acción policial. "La policía invadió la universidad y entró hasta los edificios", dijo Castellanos, quien enfatizó que no podía "dejar a los estudiantes indefensos" e indicó que una de las bombas lacrimógenas disparadas por la policía cayo a diez metros de ella.
La rectora aseguró que llamó a la policía nacional para pedir que retirara a sus agentes, pero poco después de que un primer grupo se marchara entre una lluvia de piedras, llegó otro desde una posición distinta y volvió a entrar en el centro universitario."No tenían por qué entrar hasta el campus universitario, vamos a demandar por eso a la policía", advirtió la máxima autoridad de la UNAH. "Sabemos perfectamente que no podemos entrar. Yo no di absolutamente ninguna orden de entrar", afirmó el responsable del operativo policial, el comisionado José Flores, quien aseguró que entre "unos ocho y diez" agentes resultaron contusionados y que los estudiantes les lanzaron "al menos tres cócteles molotov".
Más de dos horas de enfrentamientos
Tras más de dos horas de enfrentamientos, una organización de derechos humanos medió entre ambas partes y logró que la policía se replegara en paz. Durante los incidentes, los manifestantes destrozaron varios vehículos y un restaurante de comida rápida de una franquicia estadounidense.
Otro automóvil fue quemado en el campus universitario y los estudiantes saquearon otros tres restaurantes del recinto universitario acusando a sus propietarios de "golpistas" y de no pagar impuestos, acto que la rectora calificó de "repudiable".