En
su dispersión, que no diáspora, a la actual poesía mexicana –la que se
viene haciendo en décadas recientes, la que se escribe y suelta por ahí
ahora mismo– no le escasean poemarios y poemas brillantes. Más raras son
las formaciones sólidas, los conjuntos que se pueden abrir donde caiga y
encontrar versos bien logrados, poesía y punto. Entre las numerosas
nuevas obras completas o reunidas de autores nacidos entre los años 40 y
los 70 del siglo XX, que últimamente se publican con largueza, llama
particularmente la atención Desandar, de Ricardo Yáñez (Fondo de Cultura Económica, México, 2014).
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La movilización y la lucha de maestros de la CNTE superan el miserable 3.4 a salarios y 2.2 a prestaciones
Pedro Echeverría V.
Rebelión
1.
El Sindicato (SNTE) tiene la titularidad del contrato colectivo con la
SEP, por ello ésta y el secretario de Educación (Chuayffet) sólo puede
firmar con nosotros, dijo Juan Díaz –el líder espurio o charro- impuesto
por el presidente Peña Nieto para sustituir a Esther Gordillo, hoy en
la cárcel. Me importa un bledo que quienes estén movilizando y
reclamando sean los de la Coordinadora (CNTE) y que sigan estando en las
calles. Nosotros –con un millón 500 maestros- somos el único sindicato
reconocido y por eso a nosotros se entregan las cuotas que son algo así
como 200 millones de pesos al mes. Nos vale que los 300 mil de la CNTE
sigan reclamando porque al fin nosotros tenemos el apoyo total del
gobierno.
2.
¿Y los maestros? También contamos con el apoyo de por lo menos un
millón de maestros, aunque la CNTE diga que los tenemos engañados. Lo
que sucede es que la CNTE es antigobiernista y nosotros colaboramos con
el gobierno en lo que desee; por eso nos ofrecen cargos en el PRI de
asesores, diputados, senadores y gobernadores. La realidad es que con
excepción de los de la CNTE, los maestros del país están contentos
trabajando con los niños y jóvenes. ¿Se dice que la educación en México
está muy mal? Eso es mentira que se usa para dañar a México y su
gobierno. “Además los maestros no tenemos la culpa sino los padres de
familia que tienen abandonados a sus hijos porque son muy ignorantes e
irresponsables”.
3.
Los dirigentes de la CNTE –que llevan más de 35 años luchando con
tenacidad- no se cansan de realizar reuniones en diversos estados de la
República con el objetivo que quitar la venda que tienen en ojos y oídos
los maestros del país. Los de la CNTE saben que no es un problema de
menos o más dinero en aumentos sino un problema de conciencia social,
política, ideológica. Señalan: ¿para qué carajos nos sirven dos o tres
pesos de aumento sin al siguiente día han subido un 10 por ciento más
las mercancías? ¿Para qué sirven 30 ó 60 pesos al mes si el transporte,
la gasolina, la renta, la luz, es cada vez más cara? Nosotros no damos
pasos atrás en nuestras demandas: ¡Abajo la reforma educativa que daña a
los maestros, a los niños, al país!
4.
Ya lo han dicho Pepe Toño, Daniel, Ángel, Laurentino, Nico, de la CNTE:
Llevamos más de tres años plantados en el DF desde la Plaza Tolsá, el
Zócalo, el monumento a la Revolución; haciendo cientos de marchas y
mítines, así como bloqueos; en la secretaría de Gobernación nos ha
recibido igual número de veces siempre dando largas y sin resolver los
problemas básicos del magisterio. Durante todo este tiempo los 500 ó
1000 maestros plantados hemos apoyado como trabajadores de la CNTE todas
las luchas sociales. Seguiremos en el plantón invitando a contingentes
de otros estados porque es una garantía de la continuidad de nuestras
luchas nacionales contra esa reforma educativa que busca someter a los
maestros a sus injustas reglas.
5.
¿Qué hasta cuándo adquirirán conciencia los más de un millón de
profesores? No es nada fácil, me han dicho los cinco compañeros.
Nosotros en la CNTE operamos como si fuéramos “vanguardia” porque está
muy bajo el nivel de lucha social en México; pero no hemos dejado de
buscar alianzas con los electricistas, telefonistas, estudiantes,
mineros, campesinos, con STUNAM, para que aglutinemos más fuerzas y
hagamos triunfar nuestras demandas. De todas maneras no hay que
desesperarse porque en estos años estamos en coyuntura baja en la lucha
de clases, pero al cambiar las cosas los maestros estamos mejor
preparados para avanzar. Nosotros estamos llenos de optimismo porque en
los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas, hay mucho respaldo.
6.
¿Te imaginas más de tres años viviendo pendiente de los plantones en la
Ciudad de México, sin estar con la familia, visitarlos de vez en
cuando, estar confrontando las amenazas y golpeteos del gobierno, así
como que todos los días estar en reunión tras reunión planeando nuestras
tareas diarias o semanales? Entre tanto los líderes traidores o charros
del SNTE, al servicio del gobierno, ahora anuncian con bombo y platillo
que han logrado firmar con la SEP un aumento de 3.4 por ciento de
aumento. Pero no les vamos a hacer mucho caso porque nuestras demandas
son mucho más importantes y trascendentes para la educación del país.
Más temprano que tarde los maestros de México se darán cuenta del mal
que les ha hecho el charrismo a través de la historia.
7.
De los ocho estados más militantes de la CNTE de hace tres años, hoy
–durante la lucha contra la reforma privatizadora de la educación- se
han agregado otros ocho encabezados por Puebla, Veracruz, Baja
California y Nuevo León. Hay estados –que por su conformación histórica-
siempre han sido “retaguardia”, es decir, se agregarán cuando los
movimientos se pongan en marcha. Así que no se pongan felices los
Chuayffet, Díaz de la Torre y Peña Nieto porque han logrado imponer un
miserable 3.4 por ciento de aumento a los salarios de los maestros. La
CNTE jamás se dejará engañar: seguirá organizando congresos pedagógicos,
plenos de maestros y otros sindicatos, con el fin de aglutinar fuerzas
para barrer al “charrismo” y a los gobiernos que los apoyan.
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Ayotzinapa
#EuroCaravana43
Marta Molina
Rebelión
Le
oigo hablar en castellano, pero su lengua materna es el Mepá, un idioma
que se habla en la Montaña de Guerrero (México). Tal vez por eso, la
fuerza de sus palabras se corta porque intenta expresar su indignación
en “castilla” para que entendamos su dolor. No le conozco, pero se
parece a alguien que conocí en México.
Tiene
un hijo, Mauricio, de 18 años. Dicen sus compañeros de clase que lo
apodan Espinosa “porque cuando quedó pelón –puesto que es tradición en
la Normal de Ayotzinapa el que los alumnos de primer ingreso deben
raparse–, tiene cierto parecido con Espinosa Paz, el cantante, y porque
también tiene así como el bigotito… Él es de un pueblo que se llama
Matlalapa o Matlinalapa, algo así, de por La Montaña, y se prepara para
ser maestro bilingüe… El compa es tranquilo, pues, se lleva bien con
todos, pues, siempre en igualdad con todos…”
Estoy
segura de que conozco a este papá. Es campesino. Estoy segura de que
platiqué con él y que me habló de su pueblo. Se acordaba de 17
campesinos asesinados en Aguas Blancas en 1995, allí en la Costa Grande
de Guerrero, de otros 11 asesinados en El Charco, en Ayutla, 11 jóvenes
ejecutados por soldados en 1998.
Estoy
segura de que conozco a este papá. Me habló del despojo de los pueblos
indígenas de México, de cómo el gobierno les quiere echar de sus
tierras, de cómo el narco también, de cómo las transnacionales europeas y
norteamericanas también.
Estoy
segura de que conozco a este papá que dijo “El gobierno mexicano se
burla. No habló la verdad”. Me platicó de su hijo, quizás de su hermana,
de su mamá, de su esposa, de su hija, de su papá. Tenía un familiar
desaparecido, 2, 3, 43, tenía 25mil.
No
le conozco pero se llama Eleucadio Ortega y es de Matlalapa, Tixtla, un
pueblo situado a 1580 metros de altitud y hace 7 meses que no sabe nada
de su hijo.
Se
llama Eleucadio Ortega y su hijo, Mauricio Ortega Valerio, es uno de
los 43 normalistas desaparecidos por policías municipales en Iguala,
Guerrero, el pasado 26 de septiembre.
Se
llama Eleucadio Ortega, es campesino y busca a su hijo que estudiaba
para ser profesor bilingüe. Podría ser María Herrera, Araceli Rodríguez,
podría ser Berta, podría ser la mamá de Jorge Antonio Tizapa o el papá
de Israel Jacinto Lugardo.
Podría
ser la hermana de Antonio Santana Maestro, o el hijo de José Guillermo
Nava Mota González o de Nepomuceno Moreno, en paz descansen, que no
dejaron de luchar para encontrar a sus hijos y murieron sin hacerlo.
Podría ser Melchor Flores Landa, buscando a el “Vaquero Galáctico” que
quería venir a hacer de estatua en Las Ramblas. Podría ser Carlos Moreno
buscando a Isra en Chacahua, Oaxaca.
Eleucadio
ha viajado desde Tixtla a Barcelona. Le conozco. Es el papá de Mauricio
y mañana, 9 de mayo, a las 18h caminará desde la Plaça Universitat
rumbo a la Plaça St. Jaume para exigir justicia por la desaparición
forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, por los
25.000 desaparecidos y los más de 100.000 muertos que hay en México
desde 2006. Porque se los llevaron vivos, y los queremos vivos.
Los desaparecidos nos faltan a todos.
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Caracterización y significación política de la coyuntura actual
7 meses y medio de Iguala/Ayotzinapa, las elecciones de junio y AMLO-Morena
Miguel Ángel Adame Cerón
Rebelión
1.
Los brutales y sanguinarios sucesos contra los estudiantes normalistas
de Ayotzinapa la noche/madrugada de 26/27 de septiembre de 2014 en la
ciudad de Iguala, Guerrero, no son solo una tragedia más o una atrocidad
más perpetrada por las fuerzas represoras públicas y oscuras del Estado
mexicano capitalista; son y representan en verdad una fortísima
conmoción política y un sacudimiento de las conciencias, a nivel
político, moral y emocional para todos los pobladores excluidos de
México, y especialmente para los sectores populares que luchan en la
resistencia y tratan de ser o convertirse en antisistémicos. Revelaron y
pusieron en atroz evidencia el actuar no sólo de un Estado-gobierno
ultraneoliberal, cínico y corrupto, sino la grave situación
económico-político-social de una nación-pueblo: agobiada por los
saqueos, la inseguridad, el narcotráfico, la criminalidad, la
semiesclavitud, la pobreza, la precariedad, el sistema de partidos, los
fraudes, la simulaciones, la clase política, la oligarquía, las
instituciones podridas; en fin, la necropolítica (Luis Arizmendi dixit)
exudada por todos los poros del poder: desde el presidente en turno
hasta las autoridades municipales, atravesando el sistema judicial, el
ejército, la marina y las policías de todo nivel. Pues, además, como han
demostrado con mayor crudeza y fuerza las actuaciones de autoridades
durante los últimos años y especialmente evidentes en los últimos 7
meses y ½: el contubernio entre autoridades, intereses capitalistas
(nacionales y trasnacionales, legales e ilegales) y grupos
delincuenciales de todo tipo se ha convertido en sistémica. “Son lo
mismo”, se ha dicho en vox populi.
2.
Asimismo y como contexto condicional de esta situación, en la historia
mexicana reciente se destacan entre otras decadencias y contradicciones
sistémicas las siguientes: El creciente sometimiento de México al
imperialismo norteamericano (amarrado en el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte) bajo condiciones de deterioro económico; es decir,
actuando para socavar la economía nacional mexicana, para impulsar la
militarización, para destruir el Estado de bienestar y por ello para
apuntalar el narco-Estado policial-criminal, el Estado forbesiano1, y
por ende el neoliberalismo extremo y sumiso a los dictados del orden
capitalista imperial. Asimismo y como uno de sus correlatos, tenemos los
datos de que las transacciones con pesos mexicanos a través de negocios
legales e ilegales, pero principalmente con éstos últimos (narcotráfico
y otros tráficos clandestinos: personas, órganos humanos, plantas,
piezas arqueológicas, etc.) han crecido ampliamente ubicándose en el
quinto lugar mundial2.
Uno
de los resultados más atroces de todo ello, se expresa en los
espeluznantes hechos (que ha sido denunciados ampliamente a nivel
nacional e internacional) de la existencia en México de más de 100 mil
muertos y aproximadamente 40 mil desaparecidos en la llamada (por el
propio Estado militarizado y terrorista mexicano) “guerra contra el
narco y el crimen organizado”, o más bien de guerra contra los
empobrecidos y desesperados, víctimas en su mayoría “colaterales”
(víctimas fallecidas de las víctimas sobrevivientes).
3.
Por ello con la masacre de Iguala y lo acontecido en los últimos 7
meses y ½ desde el 26/27 de septiembre, hay un claro y decisivo antes y
después, que marca indeleblemente la historia reciente de México; pues
como dijimos, las repercusiones y los efectos en lo sociopolítico y en
lo ideológico-moral conectado con lo demostrado con las movilizaciones,
las protestas y las férreas persistencias de los familiares y
normalistas (y sus aliados y solidarios nacionales e internacionales)
son lo suficientemente contundentes para saber reconocer que no se trata
de cualquier tipo de acontecimiento o sólo de unas raya más del tigre
narco-neoliberal, sino que en sus profundidades y su contenidos se trata
de acontecimientos topes, límites a los que ha llegado la necropolitica
en su agravio al pueblo-nación, pues aunado a Atlataya y Apatzingán
significan y anudan ese vuelco a la coyuntura y a una naciente nueva
ventana política y social.
4.
Aunque las reacciones de movilización y protesta que en los primeros
meses fueron intensas hayan aminorado, a partir de la llegada
institucionalizada, desviadora y distractora del tiempo electoral, que
en este caso llegó como un desván donde pudieron medio escapar el
sistema político, la presidencia y su gobierno ante la avalancha de
críticas y ante su propia incapacidad y aturdimiento que los mantuvo
unos meses contra la pared. Sin embargo, las heridas, las indignaciones y
los reclamos denunciadores y desenmascaradores no han cesado ni
cesarán, pues se ha conformado ya algo así como un bucle recursivo en la
memoria política social del México agraviado y del México
potencialmente rebelde de los últimos años.
A
propósito de la llegada el ferrocarril electoral, cabe aclarar que no
fue el verdadero movimiento “somos Ayotzinapa” el que, como varios
analistas creen, cambió sus consignas y demandas de presentación de los
desaparecidos y de ¡fuera Peña!, sino que ante el electoralismo
rampante, se tuvo que dar una respuesta política meridiana de que bajo
las actuales condiciones abiertas por el 26/27 de septiembre, las
elecciones estaban de antemano destinadas a servir (manchadas de sangre)
al régimen y a todos sus participantes (léase clase política, clase
dominante y partidos políticos) de todas las posiciones y colores que
acudían gustosos a refrendar (esperando mantener sus recursos y sus
privilegios) esa complicidad e integración con el régimen y a él. Así
pues, la denuncia de las potenciales narcoelecciones y el planteo de
¡boicot! o no participación a y en las elecciones; señalaron y señalan
que dichas elecciones y su lamentable espectáculo (bajo la coyuntura
Iguala-Ayotzinapa) no eran ya la vía para ningún cambio significativo
desde la cámaras, desde las gubernaturas o desde las delegaciones (ni
siquiera para implementar reformas o para revertir las implementadas
desde Salinas de Gortari, y llegando a las de Calderón y Peña Nieto)
sino que servían para maquillajes, derroches, demagogias, falsas
esperanzas y farsas legitimadoras del mismo régimen.
5.
De esta manera consideramos, y hemos insistido en ello3, que sólo las
confluencias, las articulaciones y el trabajo sociopolítico conjunto
sobre la base de plataformas, proyectos y programas de resistencia,
lucha, construcción y transformación encabezados por los explotados y
oprimidos y sus organizaciones, acabarán con el régimen y el sistema
socio-económico necropolítico implementado por el capital en México, y a
partir de ello se abrirán caminos antihegemónicos y emancipatorios más
firmes.
6.
Lo que cabe resaltar y que sigue vigente desde dichos acontecimientos
de hace 7 meses y ½ , es que re-iniciaron una nueva oleada de protestas,
exigencias, movilizaciones, rebeldías y develaciones, que obligaron y
han obligado a todas las organizaciones, movimientos, fuerzas y personas
que participan en la política nacional (e inclusive mundial) a
definirse desde un posicionamiento, desde una actuación, desde una
decisión, o desde la indiferencia la complicidad, la apatía o la
incredulidad. Y como hemos dicho se trata de un parteaguas o, como ha
dicho Adolfo Gilly4, de un rayo histórico del pasado reciente, que
relampaguea en el presente y que marca lo que viene de resistencia y de
lucha masiva en el México de los próximos años. No sólo porque la
masacre de Iguala-Ayotzinapa fue un crimen de Estado, sino porque es un
paradigma que condensa los crímenes y la atrocidades, las violencias y
las explotaciones del régimen y del sistema capitalista mexicano y por
tanto mundial.
7.
Retomando la discusión a propósito de la lucha por los 43 y las
elecciones intermedias de junio (de las cuales ya dimos una postura
argumentada5), ahora planteamos que las especulaciones y argumentos de
López Obrador y sus seguidores de Morena, no están sustentadas;
principalmente en lo que señalan de que la postura de varios sectores de
la izquierda no electoral y no electoralista, de no participar, anular o
boicotear (con activismos y elementos organizacionales diversos, etc.)
proviene, coincide, alienta y/o coadyuva del o al gobierno, del o al
PRI, del o la Oligarquía, del o a la derecha, etcétera. Craso error,
falsa apreciación, equívoco planteamiento de Amlo, Morena y seguidores:
pues la lucha, la resistencia, la protesta y las acciones verdaderamente
cuestionadoras al régimen y antisistémicas en esta coyuntura
Iguala-Ayotzinapa (que arriba hemos sintéticamente caracterizado a nivel
político) NO pasan por participar electoral y electoreramente en los
comicios próximos. Por el contrario, cabe resaltar la coincidencia de su
posición (de López Obrador, Morena y seguidores) de que las elecciones
venideras son la vía (e incluso única vía) de expresión de la democracia
y de la voluntad popular con la postura del propio E. Peña Nieto, los
poderes fácticos (como los empresarios y las televisoras) y con la del
INE en sus atosigadores y hartadores spots (además de la coincidencia
con el PAN, PRI, PVEM, PRD y demás partidos oficiales).
Se
trata de una visión y postura errada que manifiesta una falsa lectura y
un equívoco análisis crítico político de la situación en que se
encuentra actualmente el país (y el mundo) y la lucha de las clases y
sectores sociales. Y la propuesta insistente y tardía de llamar a votar
por los candidatos supuestamente “alternativos” y de “izquierda” de
Morena (frente al PRI y sus Aliados, incluido el PRD, PT o Movimiento
Ciudadano, antes aliados de AMLO); o de hacer alianzas
político-electorales entre movimientos sociales y sindicales y Morena
para derrotar al PRI y sus Aliados, se sitúa desgraciadamente en el
oportunismo electoralista. En verdad y honestamente hablando aprecio que
Morena No ha actuado en los últimos 7 meses y medio (y quizá desde
antes) como Movimiento-Partido ni siquiera como Partido-Movimiento (o
“Partido en Movimiento”6), sino simplemente como Partido electoral (con
tintes claramente electoralistas, es decir centrándose casi
exclusivamente en la competencia y rebatinga entre candidatos,
instituciones de Estado y partidos).
7
½. Así, por ejemplo, dicho llamado a la alianza debió haber sido (y No
se hizo) desde por lo menos hace 7 meses y medio, y debe ser ahora y en
el futuro inmediato, pero no desde los intereses
electorales/electoralistas, sino una alianza de solidaridad, de
resistencia conjunta, de lucha social brazo a brazo, una alianza
político-social antineoliberal, antiemperialista, antisistémica,
anticapitalista y revolucionaria. ¿Amlo y Morena están dispuestos a
tejerla?, Les dejamos el beneficio del desafío y de la duda.
Notas:
2
“El peso mexicano es la quinta moneda más transada en el mundo en el
mercado cambiario sumando 135, 000 millones de dólares diarios, después
del dólar americano, el euro, el yen, la libra y antes que el yuan
(mucho de este comercio proviene del narcotráfico que opera con la gran
banca como ya se ha hecho evidente con el caso HSBC, entre otros). Véase
Oscar Ugarteche: “Los desaparecidos en México y el ASPAN”, 23/10/2014, http://www.alainet.org/es/active/78252.
3
Véase nuestro libelo: Movimientos sociales, políticos, culturales y
populares. La disputa por la democracia y el poder en México
(1982-2013), Editorial Ítaca, México, 2013.
4
“Este pueblo no olvida ni olvidará el crimen de Ayotzinapa, así pasen
días, años, vivan seguros de ellos los jefes de este Estado. En el alma y
la vida del pueblo mexicano esta tragedia seguirá presente,
irreductible, dolorosa y viva.” Véase Adolfo Gilly: “Ayotzinapa, el rayo
que no cesa”, http://www.jornada.unam.mx/2015/04/27/opinion/005a1pol
6
“Morena en lo ‘oficial’ es un partido político, pero en la práctica no
pierde su esencia de movimiento social, por eso decimos que somos un
partido en movimiento. El día que Morena pierda esa cualidad, ese será
el día que sí tendrá validez el dicho de ‘todos son iguales?”. Véase
Marco I Dávila “Elecciones en México y el llamado al boicot”, en
Rebelión, 06-05-2015, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=198489&titular=elecciones-en-m%E9xico-y-el-llamado-al-boicot-.
En efecto, Morena se mueve (como Partido en movimiento), y López
Obrador ha sido incansable en sus mítines y asambleas, pero desde hace
tiempo para beneficio esencialmente al juego
electoral-electoralista-electorero.
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