Hoy se cumplen ya siete años del asesinato del Comandante
Insurgente Ramiro del ERPI, perpetrado por paramilitares financiados por el
cacique Rogaciano Alba Álvarez y dirigidos por Cayetano Alvarado Palacios,
alias “El Cuche Blanco”, en una cobarde emboscada con rifle en ráfaga.
Nosotros, el colectivo del
TADECO, en nuestra calidad de adherentes a La Sexta Declaración de La Selva
Lacandona, desde nuestra modesta trinchera de lucha civil y pacífica, desde
abajo y a la izquierda y con toda nuestra digna rabia, reafirmamos que los
asesinos de Ramiro son los grupos de poder económico y político que desde el
Estado, los partidos políticos, los malos gobiernos y los cárteles del narco,
mantienen a nuestro pueblo sometido, atemorizado y sumido en la pobreza a través
de los grupos policiacos, militares y paramilitares, que persiguen,
desaparecen, asesinan y agravian a la gente del pueblo en las ciudades, pueblos
y comunidades.
Ahora, al paso de siete años,
en su tumba que hemos construido con el esfuerzo de muchos compañer@s, hemos
vuelto a reunirnos para rendirle un sencillo pero sentido homenaje a este joven
revolucionario que con el corazón en la mano y lleno de sus mejores ideales en
la conciencia, fue capaz de ofrendar su vida por nuestro pueblo, por darle una vida
digna y por construir un mundo mejor. El Comandante Ramiro, con escasos
estudios académicos, legó a nuestro pueblo, mejores y mayores enseñanzas que
los políticos inflados por voluminosos y espurios currículums diseñados para
escalar los corruptos escaños del poder político, tan alejados de la realidad
popular.
De manera humilde y sencilla,
reivindicamos al Comandante Ramiro, no porque pretendamos hacer una exaltación
de la lucha armada a la cual fue orillado por el sistema y el Estado, nosotros
luchamos por la vida y no por la muerte, luchamos por una vida digna y por los
derechos humanos como herramientas para el cambio social y la construcción de
una nueva sociedad; lo reivindicamos porque tenemos el corazón bien puesto
abajo y a la izquierda y desde ahí nos identificamos con las causas que
motivaron su lucha, con sus ideales de justicia y de una vida digna para el
pueblo.
El Comandante Ramiro, con sus
defectos y sus virtudes, con sus aciertos y sus desaciertos, como humano que
fue, representa el ideal de la lucha de miles de guerrerenses y millones de
mexicanos por construir una organización popular desde abajo y a la izquierda,
construir un Programa Nacional de Lucha, por destruir el Estado capitalista y
neoliberal, por levantar una Patria Nueva, con gobiernos que manden obedeciendo
al pueblo.
El Comandante Ramiro luchaba
contra el despojo, la explotación, la represión y el desprecio que son el signo
de la política antipopular del Estado Neoliberal; no quería cambiar de
gobierno, quería cambiar el sistema. El Comandante Ramiro es y debe ser un
modelo a seguir para la juventud mexicana, un ejemplo del Hombre Nuevo que
lucha por sus ideales; es la imagen del auténtico luchador social que incomoda
a los poderes fácticos y formales porque enarbola antes que cualquier otra, un
arma poderosa: la verdad
La lucha del Comandante
Ramiro, dio esperanza, perspectiva de futuro e iluminó la oscuridad de pobreza,
marginación y exclusión en que viven miles de guerrerenses en La Sierra, La
Montaña y los barrios pobres de las zonas urbanas de la entidad. Orientó la
autodefensa y la lucha autogestiva de muchos pueblos por darse seguridad,
defender sus recursos naturales y abrir oportunidades de trabajo, salud,
educación y cultura, por defenderse del sistema, de su Estado, de sus fuerzas
represivas, de sus caciques y paramilitares.
Por ello seguimos y
seguiremos luchando por liberar al Comandante Ramiro del olvido y por aliviar
su ausencia para convertirla en ánimos de lucha. En éste sentido, mantenemos
nuestro compromiso, junto con compañeros de otros colectivos y organizaciones,
a reivindicar al Comandante Ramiro, a mantener su digna tumba y a enaltecer su
imagen, como uno de los mejores hijos del pueblo que es y será eternamente.
Hoy a siete años rememoramos
al Comandante Ramiro, lo nombramos con toda nuestra digna rabia y al hacerlo,
al decir su nombre, no dejaremos que muera por el olvido, lo traemos de nuevo,
armamos el rompecabezas de su vida de lucha y reafirmamos que, acá abajo, una
muerte es sobre todo una vida. Con su aliento, continuamos exigiendo al
gobierno federal y a los gobiernos estatales y municipales, el respeto a las
comunidades, pueblos, organizaciones y familiares del Comandante Insurgente
Ramiro en la región de la Sierra, donde continuaremos aportando lo mejor de
nosotros, desde nuestra modesta trinchera, como lo hacemos en otros lugares
también, de la entidad.
¡RAMIRO VIVE, LA LUCHA SIGUE!
¡¡ HONOR Y GLORIA ETERNA AL
COMANDANTE INSURGENTE RAMIRO DEL ERPI!!
¡¡ PORQUE GUERRERO TIENE
HISTORIA: POR LOS CAMINOS DEL SUR, LA SEXTA VA !!
TALLER DE DESARROLLO
COMUNITARIO A.C.
Chilpancingo, Guerrero, 4 de
noviembre del 2016
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