El historiador exigió ser entrevistado en el noticiero para aclarar el origen de la información sobre el pago a Televisa, de casi 700 millones de pesos en un solo año, por gastos de publicidad en favor del ex gobernador del estado de México, publicados hace más de cinco años por el periodista de la revista Proceso.
A pesar de ello, durante su intervención Aguilar Camín no se limitó a aclarar los señalamientos que indirectamente se le hicieron. Por el contrario, asumió, indistinta y alternadamente, el papel de agraviado, defensor de Enrique Peña Nieto, periodista, abogado de Televisa, crítico del gobierno de la ciudad de México y profesor en ciencias de la comunicación. Justificó su participación en el programa Zona Abierta de Televisa, señalado en los trabajos de Jenaro Villamil como parte del convenio entre el gobernador del estado de México y la televisora. El historiador arguyó que él no fue responsable del manejó de las finanzas, porque la comercialización la realizaba otra empresa.
Pero la autodefensa del novelista duró realmente muy poco tiempo. Breves instantes después de iniciarla, abandonó su papel de víctima para atacar a Villamil, defender al ex gobernador mexiquense y a Televisa, y presentarse como el juez supremo del periodismo que dice quién es periodista y cuándo es legítimo proteger la identidad de una fuente.
Visiblemente alterado, levantando la voz y arrebatando la palabra, el autor de Morir en el Golfo quiso desacreditar a Villamil. Se refirió a la documentación ofrecida por el periodista como
un papelito. Y, de paso, trató de desacreditarlo diciendo que su “credencialita de Proceso” no valía nada. Jenaro Villamil se negó a dar a conocer la fuente que le proporcionó los datos sobre los gastos de Peña Nieto en Televisa, argumentando la necesidad de proteger a los informantes cuando están en peligro. Su fuente, dijo a Aguilar Camín,
está dentro de la empresa en la que trabajas, Héctor.
El periodista de Proceso publicó hace más de cinco años la información que explica cómo se construyó un plan de acción que, desde 2005 a 2011, impulsó la figura del mexiquense como un político en busca de la Presidencia de la República.
En este plan desempeñó un papel central la empresa TV Promo, Radar Servicios Especializados –brazo político y financiero de Televisa–, que se le otorgó al futuro candidato asesoría y promoción en medios de comunicación. Así, por ejemplo, Alejandro Quintero Íñiguez es, simultáneamente, miembro de la junta directiva y del comité ejecutivo de Televisa, y accionista e integrante del consejo de Grupo TV Promo.
una sandez.
Gran Circo Primero Julio, único circo de cuatro pistas en el mundo, las voces y plumas de los concesionarios de la radiotelevisión se aprestan, como modernos espadachines, a batirse a fondo contra aquellos que denuncian que la candidatura del mexiquense es una creación del Canal de Las Estrellas, socios, derivados y conexos de la República Mexicana.
analíticade Televisa, diversos comunicadores orgánicos vaticinaron la imagen de un candidato invencible y el inevitable retorno de Atlacomulco reloaded. ¡Eso, tres años antes de la realización de los comicios!
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