El despojo inmune de Palestina
Walid Al-Abalda, 2 años.
Mohammed Iyad Abu Zour, 5 años.
Hussein Jalal Nasser, 8 años.
Mohammed Sa’d Allah, 4 años.
Eyad Abu Khusa, 18 meses.
Gumana Salamah Abu Sufyan, 1 año.
Ranin Mohammed Jamal Al-Dalou, 5 años.
Ibrahim Mohammed Jamal Al-Dalou, 1 año.
Hanin Tafesh, 10 meses.
“Ante la tragedia de Gaza,
los países árabes se lavan las manos. Como siempre.
Y como siempre, los países europeos se frotan las manos”.
EDUARDO GALEANO
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua.
No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras,
su agua, su libertad, su todo. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel
la está borrando del mapa. Los colonos invaden, y tras ellos los
soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo,
en legítima defensa. (Eduardo Galeano)
Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra
odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.
Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No
pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su
agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus
gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza
está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde
que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había
ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones
de El Salvador.
Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde
entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un
lujo que no todos merecen.
Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de
Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las
tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelita usurpó. Y
la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las
bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin
ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está
negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina.
Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del
mapa. Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la
frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa.
No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.
No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.
Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las
resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias
de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes
internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura
de prisioneros.
¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA,
ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a
IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna
impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene
en Israel al más incondicional de sus vasallos?
El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a
quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se
llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras
imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y
suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del
descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando
exitosamente en esta operación de limpieza étnica.
Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien
palestinos muertos, un israelí.
Gente peligrosa, advierte el otro
bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos
invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas
palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son
humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una
potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.
La llamada comunidad internacional, ¿existe?
¿Es algo más que un club de
mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico
que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más.
Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones
huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden
tributo a la sagrada impunidad.
Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como
siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.
La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna
que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra.
Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero
desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los
palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son,
antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una
cuenta ajena.
Estas son algunas de las víctimas da las bombas israelíes habidas estos días en Gaza, tomadas de una lista con los nombres de quienes han sido asesinados hasta ahora en la Franja.
Walid Al-Abalda, 2 años.
Mohammed Iyad Abu Zour, 5 años.
Hussein Jalal Nasser, 8 años.
Mohammed Sa’d Allah, 4 años.
Eyad Abu Khusa, 18 meses.
Gumana Salamah Abu Sufyan, 1 año.
Ranin Mohammed Jamal Al-Dalou, 5 años.
Ibrahim Mohammed Jamal Al-Dalou, 1 año.
Hanin Tafesh, 10 meses.
MANIFESTACION DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO DE GAZA HOY MARTES EN EL ANGEL DE LA INDEPENDENCIA, A LAS 18HRS
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