Hace 29 años, un
pequeño grupo de activistas de las Fuerzas de Liberación Nacional se fusionó
con otros activistas del movimiento indígena y luchadores agraristas y juntos fundaron el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN). Entonces empezaron a caminar las montañas del
sureste mexicano, cargando una pequeña bandera de fondo negro con una estrella
roja de cinco puntas y las letras “EZLN”, también en rojo, al pie de la
estrella. Aquella bandera ahora llena de remiendos y maltratada, todavía ondea airosa
en la Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, allá
en medio de las montañas y bajo las nubes que cubren las montañas del sureste
mexicano.
“Nosotros somos los zapatistas, los más pequeños, los que se
cubren el rostro para ser mirados, los muertos para vivir”.
Son ya 29 años de la fundación el EZLN en algún lugar de la
Selva Lacandona y ya va para 19 años en que le declararon la guerra al mal
gobierno el 1 de Enero de 1994.
Hace ya 29 años que
cientos de pueblos, miles de indígenas se unieron al EZLN. Los primeros 10 años
fueron de clandestinidad, haciendo un trabajo político persona por persona,
familia por familia, comunidad por comunidad hasta llegar a todas las regiones
de la Selva Lacandona. 29 años en que la esperanza en los pueblos indígenas de
México sigue caminando en cada uno de los rincones de las montañas. Una
historia que seguirá escribiéndose día a día.
A nosotros, el equipo del Taller de Desarrollo Comunitario,
adherentes a La Otra Campaña, nos llena de orgullo ver como a lo largo de estos
años, las comunidades zapatistas de Chiapas, junto con el EZLN han ido
tejiendo, a su modo y con sus formas, la resistencia al desprecio y a la muerte
a los que durante más de 520 años han pretendido someter a los pueblos
indígenas.
Las durísimas condiciones en las que el movimiento zapatista
está defendiendo su autonomía nos ilusiona enormemente y nos aporta energía en
nuestras luchas diarias.
La espiral de violencia que soportan, hace que tengan que
enfrentarse no sólo a los tres niveles del mal gobierno, con sus partidos, el
ejército y la policía, sino también a organizaciones paramilitares las cuales
cuentan con extraordinaria protección. Dichos grupos son en muchas de las
ocasiones, los responsables de “limpiar el terreno” para que las empresas
multinacionales de cualquier sector intenten saquear la tierra en beneficio
propio.
Aún en esas condiciones, muchos son los progresos que han
logrado los y las compas, sin lugar a duda, el autogobierno es uno de los más
importantes, expresándose por medio de las Juntas de Buen Gobierno (JBG). Con
ésta base, se generan los procesos que articulan la vida cotidiana y que dan
forma y consistencia a conquistas sociales propias como la Ley Revolucionaria
de la Mujer, la educación y la sanidad zapatistas, la producción agroecológica
y el Sistema de Justicia autónomo. No solo son importantes esos logros, las
formas y los principios, como el mandar obedeciendo, también merecen una
mención especial.
El 17 de noviembre de 1983 seis luchadores sociales fundaron
el EZLN. Diez años más tarde se levantaron en armas la primera madrugada de
1994. Hoy, a los 29 y 19 años de estos históricos sucesos, los zapatistas
enfrentarán de nuevo a la maquinaria priista en el gobierno federal. Pero, ¿qué
puede ser tan distinto?, si el PAN y los gobiernos locales del PRD hicieron
exactamente lo mismo: amenazarlos, hostigarlos, provocarlos, reprimirlos y
encarcelarlos. Los retos para el EZLN no han cambiado, pero la vida en las
comunidades sí. Habría que preguntárselo a las nuevas generaciones zapatistas
que son parte, ya, de otro mundo posible.
Así pues, felicitamos en su 29 cumpleaños a las niñas y
niños, mujeres y hombres, ancianos y ancianas del EZLN y los animamos a seguir
luchando por la autonomía en sus territorios. Sabemos que seguirán resistiendo
los desplazamientos armados, las agresiones sexuales, la destrucción de sus
escuelas y casas de salud autónomas, ataques violentos, invasión de sus tierras
y territorio. Pero también sabemos que a pesar de todo esto, seguirán
construyendo su autonomía. Su lucha y la forma de llevarla a cabo son un gran
ejemplo para todos y todas.
De nuestra parte, el mejor homenaje que hoy podernos hacer a
nuestros hermanos zapatistas desde Guerrero, será el persistir en nuestras
luchas y contribuir en la medida de nuestras modestas posibilidades, con
nuestras formas y nuestros modos, a la construcción de una Patria Nueva,
haciendo pueblo, siendo pueblo y estando con el
pueblo.
Por eso en estos 29 años
les decimos:
Gracias por su ya basta
Gracias por su lucha cotidiana y su ejemplo
Gracias por demostrarnos que otro mundo es posible.
¡VIVA LA OTRA CAMPAÑA!
¡VIVA LA SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA!
¡VIVAN LAS COMUNIDADES BASES DE APOYO ZAPATISTA!
¡VIVA EL EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL!
Chilpancingo, Gro. a 16 de noviembre del 2012
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