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El estado de Hidalgo ocupa el lugar número doce de los estados de la República considerados con deuda pública media en este 2010
Pachuca.- La deuda pública del gobierno hidalguense creció más del 40 por ciento a causa de los mil 500 millones de pesos solicitados a Banamex en 2009 para la compra de los terrenos donados a Pemex, el último reporte de la calificadora Fitch Ratings revela que la administración de Miguel Ángel Osorio Chong heredará una deuda de 3 mil 813 millones.
El proyecto de la refinería Bicentenario en Tula -que aún no comienza a construirse y no tiene fecha de inicio por parte de Pemex- para el cual, el gobierno estatal invirtió mil 500 millones de pesos en la compra de 700 hectáreas dobló la deuda pública hidalguense que según la calificadora es proyectada a pagarse en 18 años.
La deuda certificada en más de tres mil millones no incluye los intereses que la administración ha pagado por el préstamo, pues hasta noviembre, 120 millones de pesos habían sido costeados sólo en intereses generados, por lo cual, todavía no inician con el pago de capital.
Aunque Fitch Ratings otorga una calificación de Alta Calidad Crediticia al estado, el documento asegura que la entidad cuanta con varias limitantes que afectan las finanzas públicas de los hidalguenses.
Uno de los factores señalados por la corporación internacional representa las “contingencias en el mediano plazo, relacionadas con el pago no fondeado de pensiones y jubilaciones de los trabajadores al servicio del Estado no incorporados al ISSSTE”.
La próxima administración que encabezará Francisco Olvera Ruiz, según el documento, podría verse afectada en sus finanzas a causa de las deudas “no bancarias” de la Caasim, por el “nivel de pasivos no bancarios de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales”.
El alto grado de marginación en el cual se encuentran varias regiones de la entidad hidalguense es otro de los factores que limita su calificación financiera, “así como una significativa proporción de población rural que demanda infraestructura básica, particularmente en materia de servicios hidráulicos”.
De acuerdo al documento, “el cambio en la perspectiva crediticia del Estado se debe al continuo incremento en el nivel de los pasivos de corto plazo en los últimos ejercicios, lo cuales al 30 de junio de 2010 superan los11 mil millones de pesos, representando una cantidad significativamente elevada en función del presupuesto del Estado y otras variables”.
La calificadora “dará seguimiento a la evolución de los pasivos de corto plazo, así como a la eventual contratación de deuda de largo plazo para hacer frente a estos compromisos, con el fin de evaluar nuevamente la flexibilidad financiera de la entidad”.
Las observaciones realizadas por el instituto financiero refieren que el gobierno del estado mantiene un “control del gasto operacional (gasto corriente y transferencias no etiquetadas), derivando en una satisfactoria generación de ahorro interno”.
Además, señala que la entidad ha tenido una “evolución satisfactoria de la recaudación local; no obstante, persiste una dependencia significativa de ingresos federales, característica común en los estados mexicanos, siendo en el caso particular de Hidalgo más acentuada”.
El informe de Fitch Ratings sobre la situación financiera de Hidalgo, concluye que la deuda pública de 3 mil 813 millones es “manejables, en términos de su flexibilidad financiera”, por lo cual, podrá ser costeada en el tiempo previsto que es de 18 años.
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