Publicado en la edición de Proceso, No. 1781 de esta semana.
Con el presupuesto de egresos más elevado de toda su historia -148 mil 343 millones de pesos-, 10.5 por ciento mayor que el de 2010, el gobierno de Enrique Peña Nieto y la cúpula nacional del PRI se preparan para la “madre de todas las elecciones”, la del Estado de México, en julio de 2011.
Para lograrlo, comienza a aceitarse un multimillonario operativo de compra de votos, empadronamiento y utilización de los servicios públicos para comprometer el sufragio de la mayoría de los 7 millones de electores mexiquenses, especialmente a través de la Secretaría de Salud, y de la estructura del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que se convertirán en los dos pilares de la coacción del voto.
La operación para ganar el Estado de México incluye la alianza entre el gobernador Enrique Peña Nieto con Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del SNTE, así como la “cargada” de los 18 gobernadores priistas, a favor del mandatario de Coahuila, Humberto Moreira, para que se convierta en el nuevo dirigente nacional del PRI, en sustitución de Beatriz Paredes. Moreira cuenta con el respaldo de Peña Nieto y de Gordillo.
El 21 o 22 de diciembre, el PRI definirá la convocatoria para la nueva elección de su nuevo Comité Ejecutivo Nacional. La duda es quién será la compañera de fórmula de Moreira para la secretaría general del PRI. Al interior del tricolor se manejan dos candidatas: la senadora por Chiapas, María Elena Orantes, aliada a Peña Nieto y de Elba Esther Gordillo; y la actual gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, quien ha reproducido en su entidad el mismo modelo de gobierno mediático de Peña Nieto, con apoyo de Televisa.
En tanto se resuelve el relevo en la cúpula nacional del PRI, todos los grupos priistas se han enfocado en sacar adelante la elección del Estado de México. La clave estará en la operación de las poco más de 7 mil secciones electorales en que está dividida la entidad, según revelaron a Proceso integrantes del tricolor.
El PRI estatal le ha ofrecido a cada uno de los coordinadores de sección –la mayoría mujeres- 40 mil pesos y hasta un carro a quienes garanticen el triunfo en su sección. Se ha echado a andar el llamado Plan 20-20, es decir 20 secciones electorales más 20 colonias para tener una base de datos lo más exacta posible y saber qué ciudadanos votaron por el PRI, quiénes son opositores y quiénes se abstuvieron en la contienda federal reciente de 2009.
Con recursos públicos, el PRI destina salarios que van de 50 mil pesos mensuales para los coordinadores regionales hasta 20 mil pesos mensuales para sus coordinadores municipales. Estos mismos son los encargados de operar la entrega de despensas que el gobierno ha contratado con la empresa Multidespensas Empresariales.
Presupuesto para la Compra de Votos
Para aceitar esta maquinaria, el gobierno de Peña Nieto destinará buena parte del presupuesto estatal para convertir a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Desarrollo Social en los dos órganos operativos para comprometer el voto a partir de los recursos públicos.
Cada mes, la Secretaría de Salud levanta encuestas en todos los municipios y levanta un padrón de beneficiarios. Esta dependencia tendrá un presupuesto de 27 mil 716 millones de pesos este año.
La clave de esta dependencia, encabezada por Gabriel J. O’Shea es el manejo del padrón de beneficiarios del seguro popular que, a diciembre de 2010, ascendía a 5 millones 326 mil mexiquenses, según las cifras oficiales.
La Secretaría de Desarrollo Social, encabezada por Alejandro Ozuna Rivero, contará con un presupuesto de 3 mil 617 millones de pesos para este año y constituye una de las principales responsables para el reparto de despensas y levantamiento del padrón de beneficiarios.
A su vez, la Secretaría de Educación tendrá recursos por 50 mil 811 millones de pesos para el ejercicio de 2011. La mayoría de estos recursos se operarán en conjunto con el sindicato magisterial, liderado por Elba Esther Gordillo.
Tan sólo por dar un ejemplo, en el municipio de Huixquilucan, gobernado por Alfredo del Mazo Maza, uno de los principales candidatos a suceder a Peña Nieto, se han realizado 96 mil consultas médicas y odontológicas y se han destinado 600 millones de pesos en los últimos meses para el “Programa Integral de Vialidades”.
En los 125 municipios de la entidad se han levantado los Comités Pro Obra para gestionar el drenaje, el servicio eléctrico y la pavimentación. Todos estos comités coinciden territorialmente con las secciones electorales. El objetivo es el mismo que en el caso de la Secretaría de Salud y de Desarrollo Social: levantar padrones de beneficiarios.
“Se trata de construir una auténtica estructura paralela, dependiente de los recursos del gobierno del estado, para comprometer el voto”, advierte el diputado local Ricardo Moreno, ex coordinador de la bancada del PRD.
La operación político-electoral incluye los recursos de las tres grandes “cajas chicas” del gobierno de Peña Nieto, según las críticas del PRD y PAN: el de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (CUSAEM), la polémica policía auxiliar del Estado de México, que cuenta con un padrón de más de 3 mil clientes privados y cuyos recursos no son fiscalizados, así como otros cuerpos de seguridad privada como el Cuerpo de Guardias de Seguridad Industrial, Bancaria y Comercial del Valle de Toluca y su similar del valle Cuautitlán-Texcoco.
En agosto pasado, el diputado panista Carlos Madrazo denunció públicamente que en el caso tan sólo de los servicios privados que cubre CUSAEM “hay ingresos por dos mil millones de pesos que ni rinden cuentas ni pagan impuestos”.
Los Amarres Políticos
Dos reuniones han sido claves en las tres últimas semanas para garantizar los “amarres” de Peña Nieto con miras a garantizar la victoria del PRI en su entidad el 2011, consciente de que ésta será la contienda clave para garantiza su propia nominación como aspirante presidencial para el 2012.
El 19 de noviembre Peña Nieto y Gordillo inauguraron las oficinas de la sección 36 del SNTE en el municipio de Ecatepec, el más poblado del país y gobernado por Eruviel Avila, uno de los precandidatos internos del PRI.
Durante el evento, Gordillo le dio todo su apoyo a Peña Nieto, marcando un deslinde de la administración panista de Felipe Calderón Hinojosa, a quien ayudó a llegar a la presidencia de la República en el 2006.
“Nuestro reconocimiento y gratitud a su gobierno y nuestro deseo de que los sueños seamos capaces de hacerlos realidad”, afirmó Elba Esther Gordillo frente a Peña Nieto.
En el acto público, la dirigente del sindicato más poderoso de América Latina anunció la creación de un Sistema Universal de Evaluación del magisterio y exhortó al gobierno federal a apoyar la iniciativa para otorgar becas a los mil niños más destacados del país, incluyendo a los del Estado de México.
La ex secretaria general del PRI y artífice del Partido Nueva Alianza (Panal) aseguró que el SNTE dispondrá de 50 millones de pesos de las cuotas sindicales para becas y los empresarios participarán en la iniciativa.
La alianza entre Peña Nieto y Elba Esther ha sido mutuamente beneficioso. Gracias al convenio de coalición que firmaron el PRI y el Panal en los comicios estatales del 5 de julio de 2010, el partido de Elba Esther, a pesar de obtener sólo 12 mil 601 votos directos se convirtió en la cuarta fuerza política de la entidad –por encima del Partido Verde Ecologista- y obtuvo 5 diputados locales. Ellos han sido claves para que el peñismo mantenga el control del 65 por ciento de los votos en el Congreso local.
La otra reunión clave tuvo lugar en la Casa del Estado de México, el domingo 12 de diciembre pasado. Peña Nieto convocó a todos sus homólogos priistas, a los coordinadores de las bancadas de la Cámara de Diputados y del Senado –Francisco Rojas y Manlio Fabio Beltrones, respectivamente-, así como a la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, y a su futuro relevo, el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira.
En ese convivio estuvieron los gobernadores de Zacatecas, Miguel Alonso, de Querétaro, José Calzada, de San Luis Potosí, Fernando Toranzo, de Nuevo León, Rodrigo Medina, de Campeche, Fernando Ortega, de Veracruz, Javier Duarte, de Chihuahua, César Duarte, de Tamaulipas, Elpidio Torre, de Durango, Jorge Herrera, de Aguascalientes, Carlos Lozano, de Hidalgo, Miguel Angel Osorio, de Quintana Roo, Félix González Cantú, así como los salientes de Puebla y Sinaloa, Mario Marín y Jesús Aguilar Padilla. Sólo faltó la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco.
Durante esta comida se pactó la candidatura de unidad para el próximo presidente nacional del PRI. El apoyo de Peña Nieto para Moreira fue clave para garantizar el respaldo de los otros mandatarios estatales. En el camino quedaron las aspiraciones del ex senador y actual dirigente del sector popular priista, Emilio Gamboa Patrón, quien esta semana declinó a favor de Moreira.
Gamboa Patrón es un aliado clave del coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones. Sin embargo, Beltrones también ya operó un pacto con Peña Nieto: éste apoya ahora la campaña de Manuel Añorve, candidato priista a la gubernatura de Guerrero, impulsado por Beltrones, y ha tomado distancia del ex senador priista Angel Heladio Aguirre, quien operó en 2009 a favor del peñismo.
Para tener el control de la cúpula nacional priista, a Peña Nieto sólo le falta garantizar que la compañera de fórmula de Moreira sea una aliada suya. Según los estatutos del PRI, la secretaría general debe ser para alguien del sexo opuesto al presidente o presidenta nacional.
Dos posibles precandidatas se manejan al interior del PRI para este cargo: la senadora chiapaneca, María Elena Orantes, vinculada al sindicato magisterial de Elba Esther Gordillo; o la gobernadora yucateca Ivonne Ortega Pacheco.
Los Precandidatos Mexiquenses
Tres días antes de la reunión de la cúpula priista, convocada por Peña Nieto, el jueves 9 de diciembre se reunieron a cenar los principales precandidatos del tricolor. El anfitrión fue el ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez Martínez, delegado del CEN priista para el Estado de México y principal padrino político de Humberto Moreira.
A esa reunión asistieron el secretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava, quien ha insistido en sus posiblidades para ser candidato; Ricardo Aguilar, el dirigente estatal del PRI; Ernesto Némer, coordinador de la bancada priista en el Congreso estatal; Luis Videgaray, ex secretario de Finanzas del gobierno de Peña Nieto y actual presidente de la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados; Eruviel Avila, alcalde priista que recuperó Ecatepec; Alfredo del Mazo Maza, hijo del ex gobernador, primo de Peña Nieto y alcalde de Huixquilucan.
La reunión fue para acordar que ninguno de los contendientes internos se saliera del PRI para ir como candidato de una posible alianza PRD-PAN, así como definir que el dedazo correspondería al actual mandatario estatal, Enrique Peña Nieto.
Los observadores políticos advierten que, en la recta final, son dos los precandidatos más fuertes: Eruviel Avila, apoyado por Elba Esther Gordillo y con el presupuesto municipal más elevado; y Alfredo del Mazo Maza, considerado el delfín de la dinastía que ha gobernado la entidad desde su abuelo hasta su padre.
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