Yucatan a la mano
Mientras Petróleos Mexicanos tiene que importar cada día más gasolina para satisfacer la demanda nacional, la banda de Los Zetas la saca del país para revenderla.
Para los grupos del crimen organizado, principalmente Los Zetas, el contrabando de combustibles entre la frontera de México y Guatemala se ha convertido en un negocio que les reditúa un promedio de 18 millones 144 mil pesos mensuales.
El contrabando de combustible en la frontera México-Guatemala asciende a un promedio mensual de 5.6 millones de litros de gasolina y diesel, de acuerdo con autoridades y empresarios de ambos países. Ese volumen equivale a unas 280 pipas cargadas con 20 mil litros de combustible cada una.
“Al mes se rebasan 1.5 millones de galones (unos 5.6 millones de litros) en unidades inseguras”, dijo en una entrevista telefónica Marcos González, representante de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina (AGEG).
En México la gasolina Magna tiene un precio de 8.76 pesos y en Guatemala se vende en 12 pesos.
“Está confirmado que esos grupos criminales controlan este negocio ilícito, que es muy redituable, pues mientras en México un litro de gasolina Magna cuesta poco menos de 9 pesos, en Guatemala se vende en casi 12 pesos mexicanos, además de que parte de ese combustible es utilizado por esas bandas de narcotraficantes para movilizarse y llevar a cabo sus actividades”, aseguró.
El combustible es introducido a territorio guatemalteco principalmente a través de más de 50 de los llamados “puntos ciegos” de la frontera, es decir, en tambos y bidones transportados en camiones y pick-ups por caminos de terracería, brechas y en balsas por los ríos limítrofes con la vecina nación, explicó González.
La vigilancia por parte de agentes aduanales, policías y militares en esos “puntos ciegos” es prácticamente nula en ambos lados de la frontera y las policías podrían tener vínculos con los grupos delincuenciales, añadió.
“No dudamos que autoridades policiacas estatales y federales de los dos países podrían estar coludidas con estos grupos delincuenciales en ambos lados de la frontera, porque muchas veces los cargamentos de mercancías ilegales pasan aun cuando hay retenes en las carreteras y éstos no hacen nada para detenerlos”, dijo el empresario..
“Otros contrabandistas optan por recibir el combustible a las orillas del caudaloso río que divide ambos países y posteriormente, la mercancía es cruzada en enormes balsas, hechas con cámaras de llantas de tráileres e incluso de tractores”.
Agregó que, del lado guatemalteco, esperan personas que ofrecen sus servicios como mulas o cargadores para transportar en sus espaldas los bidones de gasolina y demás mercancía ilegales.
Los mismos implicados en este ilícito negocio pasan cerca de los policías (chapines), se saludan y, como si nada, los camiones van cargados con mercaderías, entregan y regresan felices, aseveró González.
Como consecuencia de este tráfico de combustibles, al menos 30 gasolineras ubicadas en los departamentos (estados guatemaltecos) de San Marcos, Tecun Umán, Quetzaltenango, Quiche, Escuintla y Las Verapaces han cerrado en los últimos dos años, afirmó.
“A este paso, los empresarios que nos dedicamos a la venta de gasolina y diesel en Guatemala vamos a desaparecer, pues no podemos competir con los precios de la gasolina mexicana que entra de contrabando”, alertó.
De acuerdo con Pemex, durante los primeros 11 meses de 2010 se importaron, en promedio, 366 mil barriles diarios de gasolina, lo que equivale al 46 por ciento de las ventas nacionales totales.
El contrabando de combustibles de México hacia Centroamérica, de acuerdo con las fuentes consultadas, es controlado presuntamente por Los Zetas y otras bandas de narcotraficantes que operan en los municipios fronterizos con Guatemala.
Por otra parte, Rubén Trejo, integrante de la Asociación Nacional de Expendedores de Gasolina en Chiapas, coincidió con su par de Guatemala y destacó que se trata de un problema grave.
“El trasiego está imparable, no sólo con el combustible, sino también con otros productos azúcar, alimentos, dulces, medicinas, ropa, zapatos, aparatos eléctricos y electrónicos”.
Subrayó que en esta actividad ilícita familias enteras están involucradas en el sur de México y en Guatemala, pues operan de distintas formas desde aquellos que contactan con los comerciantes, los transportistas, la gente de las aduanas y los policías destacados en retenes carreteros en ambos lados.
“Todo ello provoca pérdidas multimillonarias en las instituciones de recaudación en ambos países, porque todo cruza sin aranceles ni inspección”, puntualizó.
‘Es asunto de seguridad nacional’
Un alto mando de la Policía Nacional Civil de Guatemala dijo que el contrabando de gasolina mexicana es considerado un asunto de seguridad nacional para su país.
“Para nuestro país es un asunto de seguridad nacional, sobre todo porque sabemos que están involucradas personas del crimen organizado, tanto mexicanos como guatemaltecos.
“Incluso, algunos policías nuestros han sido corrompidos por esos delincuentes”.
El alto mando sostuvo que en los últimos meses, en el contexto del combate al narcotráfico y especialmente al grupo de los Zetas, se ha intensificado la vigilancia en la frontera con el fin de contener el contrabando de combustibles.
“En los últimos 18 meses hemos detenido a unas 50 personas por contrabando de gasolina, incluyendo a seis mexicanos que eran sicarios de los Zetas”, refirió.
También han decomisado en ese periodo alrededor de 500 mil litros de combustibles procedentes de México, indicó.
El mando reconoció que falta mucho por hacer y que es necesaria la participación conjunta de las autoridades de México y Guatemala.
“Estamos hablando de un trasiego ilegal de millones de litros de gasolina y diesel que se contrabandean y que hay peligrosos criminales metidos en ese negocio que les deja mucho dinero”.
Aseguró que con base en las detenciones que han hecho en Guatemala y a través de labores de inteligencia, han detectado al menos 50 “pasos ciegos” ubicados en la frontera, por donde se realiza el trasiego de los combustibles.
“Esos cruces están, por el lado de Guatemala, en los departamentos de San Marcos, Tecun Umán, Quetzaltenango, Huehuetenango, Quiché, Escuintla y en Alta y Baja Verapaz, que colindan con municipios de Chiapas como Cacahoatán, Talismán, Ciudad Hidalgo, Tuxtla Chico, Tapachula, Unión Juárez, Suchiate, Mazatán, Motozintla, Frontera Comalapa y la Trinitaria”, describió.
A diferencia de Guatemala, donde se han logrado varios arrestos y decomisos de gasolina y diesel, del lado mexicano los resultados son mínimos.
De acuerdo con autoridades del Gobierno de Chiapas, en los penales del Estado sólo hay siete personas procesadas por contrabando de combustibles en los últimos 2 años.
“Es un asunto de competencia federal y nuestras corporaciones policiacas sólo sirven de apoyo a instancias como la Policía Federal, PGR y las Fuerzas Armadas, pero de hecho la Policía Estatal Fronteriza ha logrado incautar como 100 mil litros de gasolina que pretendía ser ingresada de contrabando a Guatemala en los últimos 2 años”, señaló un funcionario de la Procuraduría estatal de Justicia.
Indicó que la PGR inició a mediados de año una averiguación previa al respecto, la cual incluye en la investigación a funcionarios y empleados de Petróleos Mexicanos que podrían estar coludidos en este ilícito.
Empero, manifestó que las acciones principales, en las que intervienen elementos del Ejército y Armada de México, así como de la Secretaría de Seguridad Pública Federal están enfocadas a combatir a los grupos del crimen organizado que operan en la frontera con Guatemala y que se dedican al tráfico de drogas, secuestros y, desde luego, al trasiego de mercancías, destacando los combustibles.
En la delegación de la PGR en Chiapas, Aduanas y en las oficinas de Pemex se negaron a hablar del tema.
Fuente: Poresto
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