Nosotras y nosotros,
reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Túnez
durante el Foro Social Mundial 2013, afirmamos el aporte fundamental de
los pueblos del Magreb-Mashreck (desde la África del Norte hasta el
Medio Oriente) en la construcción de la civilización humana. Afirmamos
que la descolonización de los pueblos oprimidos es un gran reto para los
movimientos sociales del mundo entero.
En
el proceso del FSM, la Asamblea de los Movimientos Sociales es el
espacio donde nos reunimos desde nuestra diversidad para juntos
construir agendas y luchas comunes contra el capitalismo, el
patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación y opresión. Hemos
construido una historia y un trabajo común que permitió algunos avances,
particularmente en América Latina, donde logramos frenar alianzas
neoliberales y concretar alternativas para un desarrollo socialmente
justo y respetuoso de la naturaleza.
Juntos,
los pueblos de todos los continentes libramos luchas donde nos oponemos
con gran energía a la dominación del capital, que se oculta detrás de
la promesa de progreso económico del capitalismo y de la aparente
estabilidad política.
Ahora,
nos encontramos en una encrucijada donde las fuerzas conservadoras y
retrógradas quieren parar los procesos iniciados a dos años de
sublevación popular en la región del Maghreb-Mashrek que ayudó a
derrumbar dictaduras y a enfrentar el sistema neoliberal impuesto sobre
los pueblos. Estas sublevaciones contagiaron a todos los continentes del
mundo generando procesos de indignación y de ocupación de las plazas
públicas.
Los
pueblos de todo el mundo sufrimos hoy los efectos del agravamiento de
una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus agentes (bancos,
transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales
y gobiernos con el neoliberalismo) buscan potenciar sus beneficios a
costa de una política intervencionista y neocolonialista.
Guerras,
ocupaciones militares, tratados neoliberales de libre comercio y
“medidas de austeridad” expresadas en paquetes económicos que privatizan
los bienes comunes y los servicios públicos, rebajan salarios, reducen
derechos, multiplican el desempleo, aumentan la sobrecarga de las
mujeres en el trabajo de cuidado y destruyen la naturaleza.
Estas
políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte,
aumentan las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos,
el endeudamiento, y las desigualdades sociales como en la Grecia,
Chipre, Portugal, Italia, Irlanda y en el Estado Español. Ellas
refuerzan el conservadorismo y el control sobre el cuerpo y la vida de
las mujeres. Además, tales agentes intentan imponernos la “economía
verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que
además de agravar el problema, resulta en la mercantilización,
privatización y financiarización de la vida y de la naturaleza.
Denunciamos
la intensificación de la represión a los pueblos en rebeldía, el
asesinato de las y los liderazgos de los movimientos sociales, la
criminalización de nuestras luchas y de nuestras propuestas.
Afirmamos
que los pueblos no debemos seguir pagando por esta crisis sistémica y
que no hay salida dentro del sistema capitalista! Aquí en Túnez,
reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de una estrategia
común para derrocar el capitalismo. Por eso, luchamos:
*Contra
las transnacionales y el sistema financiero (el FMI, el BM y la OMC),
principales agentes del sistema capitalista, que privatizan la vida, los
servicios públicos, y los bienes comunes, como el agua, el aire, la
tierra, las semillas, y los recursos minerales, promueven las guerras y
violaciones de los derechos humanos. Las transnacionales reproducen
prácticas extractivistas insostenibles para la vida, acaparan nuestras
tierras y desarrollan alimentos transgénicos que nos quitan a los
pueblos el derecho a la alimentación y eliminan la biodiversidad.
Luchamos
por la anulación de la deuda ilegitima y odiosa que hoy es instrumento
de represión y asfixia económica y financiera de los pueblos. Recusamos
los tratados de libre comercio que las transnacionales nos imponen y
afirmamos que es posible construir una integración de otro tipo, a
partir del pueblo y para los pueblos, basada en la solidaridad y en la
libre circulación de los seres humanos.
*Por
la justicia climática y la soberanía alimentaria, porque sabemos que el
calentamiento global es resultado del sistema capitalista de
producción, distribución y consumo. Las transnacionales, las
instituciones financieras internacionales y gobiernos a su servicio no
quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Denunciamos la “economía verde” y rechazamos todas las falsas soluciones
a la crisis climática como los agrocombustibles, los transgénicos, la
geo-ingeniería y los mecanismos de mercado de carbono, como REDD, que
ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras
privatizan y mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido
miles de años.
Defendemos
la soberanía alimentaria y la agricultura campesina, que es una
solución real a la crisis alimentaria y climática y significa también
acceso a la tierra para la gente que la vive y la trabaja. Por eso
llamamos a una gran movilización para frenar el acaparamiento de tierras
y apoyar las luchas campesinas locales.
*Contra
la violencia hacia las mujeres, que es ejercida con regularidad en los
territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia que
sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar activamente
en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia doméstica y sexual
que es ejercida sobre ellas cuando son consideradas como objetos o
mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su espiritualidad no
es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres, niñas y niños.
Defendemos la diversidad sexual, el derecho a autodeterminación de
género, y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.
*Por
la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la
militarización de nuestros territorios. Denunciamos el falso discurso en
defensa de los derechos humanos y de la lucha contra los integrismos,
que muchas veces justifica ocupaciones militares por potencias
imperialistas como en Haití, Libia, Mali y Siria.
Defendemos
el derecho de los pueblos a su autodeterminación y a su soberanía como
en la Palestina, el Sahara Occidental y en el Curdistán.
Denunciamos
la instalación de bases militares extranjeras en nuestros territorios,
utilizadas para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos
naturales y promover dictaduras en varios países.
Luchamos
por la libertad de organizarnos en sindicatos, movimientos sociales,
asociaciones y todas otras formas de resistencia pacífica.
Fortalezcamos
nuestras herramientas de solidaridad entre los pueblos como la
iniciativa de boicot, desinversión y sanción hacia Israel y la lucha
contra la OTAN y por la eliminación de todas las armas nucleares.
*Por
la democratización de los medios de comunicación masivos y por la
construcción de medios alternativos, fundamentales para avanzar en la
derrocada de la lógica capitalista.
Inspirados
en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora del pueblo
en rebeldía, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a todas y
todos a desarrollar acciones coordinadas en nivel mundial en una jornada
mundial de movilización en el día XXXXX (Fecha a definir)
Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad a nivel mundial para derrotar al sistema capitalista!!
Basta de explotación, basta de patriarcado, racismo y colonialismo! Viva la revolución!
¡Viva la lucha de todos los pueblos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante, Nos interesa conocer tu punto de vista para retroalimentarnos y así aprender juntos. DEJANOS UN COMENTARIO PORFAVOR