Araceli Damián*
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| Chayo-Antonieta: Hernández |
Experta en conflictos de intereses y
a sabiendas del costo personal y político que pueden tener, Rosario Robles, ex
lideresa del PRD venida a menos precisamente por conflicto de intereses, y ahora
rescatada por el “nuevo” PRI como Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol),
vuelve a establecer alianzas entre gobierno (antes local y ahora federal) y
empresas privadas en las que existe un evidente conflicto de intereses.
Sorpresa y estupor causó entre los
especialistas en nutrición y salud pública, el anuncio de la inclusión de PepsiCo
y Nestlé en la Cruzada contra el Hambre. El conflicto de intereses es claro si
consideramos que ambas empresas venden productos que han contribuido a la
propagación de la epidemia de obesidad y diabetes en México.
De acuerdo la encuesta Nacional de
Nutrición, en México 48 millones de adultos (siete de cada diez) padecen obesidad
o sobrepeso, lo que lo ubica en el segundo lugar a nivel mundial en este
padecimiento. Estos males llevan al desarrollo de diabetes, hipertensión,
cánceres de diversos tipos, cardiopatías y otras enfermedades crónicas, no sólo
en los adultos, sino en niños y adolescentes, provocando muertes (evitables) y
elevados gastos en salud.
Abelardo Ávila, investigador del Instituto
Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán, en su participación
en el seminario “El reto de la Política Social en la Agenda Pública Nacional” (celebrado
en la Universidad Autónoma Metropolitana, el 7 de marzo pasado) explicó que los
problemas asociados a la obesidad son aún más graves entre la población que
padeció desnutrición infantil, pues en estos casos, la probabilidad de padecer
diabetes aumenta seis o siete veces, siendo ésta una de las características más
sobresalientes de la población mexicana actual, pero sobre todo la pobre.
Ávila resaltó que a nivel mundial existe
un ambiente “obesigénico”, controlado por un puñado de empresas, entre la que
se encuentran las participantes en la Cruzada, y que venden alimentos chatarra
a la población. Existen fuertes intereses en esta industria obsigénica ya que
se calcula que tiene ventas por 80 mil millones de dólares al año.
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| Nestlé Boicot internacional |
Para colmo del cinismo, Nestlé
seguirá creciendo en México bajo el auspicio del gobierno federal y contará
además con 15 mil mujeres “emprendedoras”, que serán “capacitadas” para poner un
negocio, pero que en los hechos se convertirán en promotoras de los productos
de esa empresa en las comunidades más pobres del país, convirtiéndose además en
una nueva especie de trabajadoras de las trasnacionales sin derechos laborales.
Por otra parte, es bien sabido que
existe una relación estrecha entre obesidad y consumo de leche en polvo en
edades tempranas y que Nestlé controla gran parte de este mercado. Ahora el
“cruzado” gobierno le brindará apoyo para promover sus productos, junto con los
de PepsiCo, en la red de 25 mil tiendas de Diconsa, contribuyendo así a la
expansión de la obesidad en México.
Como explicó el Dr. Ávila si bien la
obesidad no es elevada en los menores de cinco años (10%), ello se debe a que
en esas edades se presenta una elevada incidencia de diarreas, pero advirtió
que el alto contenido de azúcares en la leche en polvo, hace más vulnerable a
la obesidad y la diabetes en la población que la consume en el primer año de
vida.
De acuerdo con Xaviera Cabada,
maestra en Ciencias de la Nutrición y coordinadora del área de Salud Pública de
la organización no gubernamental, El Poder del Consumidor, en el análisis que
se realizó a las principales marcas de leches en polvo comerciales, entre las
que están las de Nestlé, se encontró que contienen entre 28 y 54% de azúcares, la
mitad de éstos son adicionados. Esto contraviniendo la norma NO-043 que
recomienda no adicionar azúcar a los alimentos para lactantes. Pero además con
ello los lactantes consumen el equivalente de entre tres y seis cucharadas cafeteras
de azúcar diarias al tomar estos productos (El
Universal, 20/Febrero/2013).
México es uno de los grandes
consumidores de leche en polvo, sobre todo porque, como señaló
Philippe Lamy, representante en México de la Organización Mundial de la Salud, es
un país con bajo nivel de lactancia materna, que lo ubica en el segundo lugar más
bajo en la región latinoamericana (La
Jornada, 7/Diciembre/2011). Lo anterior se ha agravado, si consideramos que
el porcentaje de menores de seis meses alimentados exclusivamente mediante leche
materna bajó de 22.3% a 14.5% entre el 2006 y 2012, siendo el descenso aún mayor
en el medio rural donde cayó de 36.9% a 18.5% (Deterioro de la lactancia materna: dejar las fórmulas y apegarse a lo
básico, Instituto Nacional de Nutrición), precisamente en las áreas más
pobres del país.
Como señalan los expertos, el
problema es complejo, si consideramos además que la población mexicana tiene un
consumo de frutas y verduras muy bajo (con una ingesta de 122 gramos de estos alimentos
al día frente a una recomendación de 400 diarios), lo que contribuye al aumento
de sobrepeso y obesidad. El gobierno federal no pretende realizar acción alguna
para mejorar este tipo de índices, ya que no contribuyen para la obtención de
recursos durante las campañas, ni permiten el control del voto de los pobres.
Al Rosario de conflicto de intereses
hay que agregar la denuncia hecha por algunos medios sobre la pertenencia de la
hermana de la Secretaria de la Sedesol, Magdalena Robles, como asociada senior
de la empresa que le lleva la publicidad a PepsiCo, mostrando cuáles intereses
están en la agenda de la Cruzada.
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