Pateando piedras
En la salud, el principal atributo que se conoce de la toronja es su riqueza en vitamina C o ácido ascórbico, y aunque sus cifras no igualan a las de la naranja,
se estima que un jugo elaborado con dos frutos medianos cubre el 100% de los requerimientos de este nutriente, útil para: -Mantener sanos los tejidos y cicatrizar heridas, ya que es empleada para fabricar colágeno, compuesto que representa para el cuerpo humano lo mismo que las estructuras de hierro para un edificio.
-Fortalecer al sistema inmunológico, es decir, el que nos protege de infecciones ocasionadas por virus, bacterias y hongos. Por ello la toronja y los cítricos son de gran utilidad en la dieta invernal para prevenir padecimientos en vías respiratorias y garganta.
-Actuar como antioxidante, es decir, ayuda a eliminar radicales libres, que son sustancias responsables del envejecimiento prematuro de tejidos y del surgimiento de células cancerígenas; así, contribuye a la salud de la piel que se expone por tiempo prolongado a los rayos del Sol, pero también protege del cáncer de esófago, estómago, páncreas, útero, recto y mama.
-Evitar el escorbuto, enfermedad caracterizada por sangrados en encías, articulaciones y uñas, en la que es frecuente el cansancio, irritabilidad y pérdida de apetito. Se debe a la carencia de colágeno y vitamina C.
La toronja posee otros potentes compuestos que, de acuerdo a investigaciones recientes, ejercen acción preventiva en las enfermedades del aparato circulatorio (cardiovasculares); se trata del ácido fólico (vitamina B9), que reduce los niveles de homocisteína, aminoácido que en cantidades excesivas favorece embolias, y de los carotenoides y flavonoides, antioxidantes que impiden que el “colesterol malo” se deposite en la paredes de los vasos sanguíneos.
Se ha demostrado científicamente que el jugo de toronja en combinación con una dieta equilibrada en la que se incluyen al día 2 a 4 raciones de frutas diversas y 3 a 5 de verduras, asegura la eficacia y cantidad necesaria de elementos que protegen y vigorizan al corazón, venas, arterias y vasos capilares.
Por otra parte, la toronja es también rica en minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio; precisamente éste último le otorga propiedades diuréticas (estimula la emisión de orina), por lo que se considera ideal para quienes tienen problemas de presión arterial elevada (hipertensión) o simplemente desean eliminar toxinas de su organismo. Asimismo, se recomienda para combatir estreñimiento, sobre todo cuando se consume no sólo en jugo, sino también su pulpa.
Como otros cítricos, contiene alfahidroxiácidos (AHA), mejor conocidos como ácidos frutales, los cuales comienzan a emplearse cada vez más por la industria cosmetológica debido a su probada eficacia para combatir arrugas y conservar apariencia juvenil en rostro, cuello, manos y piel en general.
Los AHA ayudan a hidratar debido a que fijan el agua directamente en la epidermis (capa superficial de la piel), cumpliendo así con diversos objetivos:
evitan rugosidades, mantienen elasticidad y color natural y favorecen la descamación o eliminación de células muertas. Asimismo, limpian la piel a profundidad (exfoliadores), estimulan la generación de colágeno (sustancia que proporciona firmeza al cutis)
y previenen la formación de manchas debido a la exposición al Sol.
Cabe aclarar que hay quienes aseguran que la toronja tiene propiedades adelgazantes, pero esto no es del todo cierto. En efecto, esta fruta es óptima para llevar a cabo dietas de adelgazamiento, ya que tiene bajo contenido de calorías (39 por cada 100 gramos), estimula la digestión y, como se ha mencionado, es depurativa, diurética y con efecto laxante; sin embargo, eso no significa que tenga propiedades “quema grasa” o que “disuelva” los depósitos de estos compuestos en el organismo. Así, esta teoría tan difundida no tiene fundamento, y la disminución del peso corporal depende, más que de fórmulas mágicas, de una dieta adecuada y práctica constante de ejercicio.
También es importante mencionar que el consumo de toronja no se recomienda a personas con problemas de gastritis, ya que puede irritar el estómago y dificultar la digestión, así como producir efectos adversos si se toma junto con ciertos medicamentos, como:
-Felodipina, nifedipina y verapamilo. Medicinas empleadas en problemas de presión arterial elevada (hipertensión).
-Carbamazepina. Útil para prevenir convulsiones o ataques epilépticos.
-Cisaprida. Para trastornos del sistema digestivo.
-Amiodarona. Se usa en caso de variaciones del ritmo cardiaco (arritmias y taquicardias).
-Terfenadina. Antihistamínico auxiliar en alergias.
-Midazolam y triazolam. Tranquilizantes.
-Ciclosporina, sirolimus y tacrolimus. Evitan el rechazo de órganos trasplantados; la primera sustancia también reduce los efectos de enfermedades en donde el sistema inmunológico ataca al mismo organismo (autoinmunes).
-Lovastatina y sinvastatina. Indicados para controlar los niveles de colesterol.
Considere el valor de la toronja y, si no le es contraindicada, inclúyala en su dieta para balancear su alimentación. No se arrepentirá.
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