Las elecciones para la presidencia están muy próximas y
nadie puede negar el interés que se despertado entre la población, existe un
hartazgo del pueblo cansado de tanta corrupción de la clase gobernante y de
vivir un proceso de empobrecimiento, que tiene a la población en condiciones de
una pobreza mayor que en la época del porfiriato.
Las reformas neoliberales que impulsó el gobierno de Peña
Nieto, significaron la renuncia a la soberanía sobre los recursos petroleros y
un gran negocio para la oligarquía, pero no es la única concesión al
extranjero, también la entrega de una gran parte del territorio se ha entregado
a las compañías mineras extranjeras y a los grandes capitalistas del país como
Carlos Slim, Alberto Bailleres y otros más.
La reforma educativa, es una simulación que en realidad no
ha hecho otra cosa que eliminar los derechos laborales y el conjunto de
reformas estructurales, han servido para darles más poder a los grandes
empresarios, al capital extranjero y al crimen organizado que marcha de la mano
con el gobierno, hoy en nuestro país existen cada vez más pobres y la pobreza
no solo es material, las condiciones de pobreza atentan contra la dignidad
humana y ha propiciado que se destruya la solidaridad entre los hombres y
mujeres, se destruya el tejido social y se acentúe la ignorancia y los jóvenes
sean reclutados por los grupos criminales.
Todo ello ha generado un descontento generalizado y un
sector muy grande de la población, ve en las elecciones la posibilidad de un
cambio que les devuelva un poco de esperanza.
Nosotros, vemos con reserva a las elecciones, lo decimos
abiertamente, y tenemos memoria, no se debe olvidar que en 1988 y en 2006, el
pueblo creyó en ellas y en los candidatos que prometían cambio y acudieron a
las urnas, solo para ver como el gobierno se burló de la voluntad popular y los
candidatos que habían sido despojados del triunfo, no supieron defender ese
triunfo.
Hoy la historia amenaza con repetirse, el pueblo está
desbordado en favor de AMLO, porque promete un cambio verdadero, pero queremos
señalar desde nuestra trinchera que no vemos la organización que se requiere
para defender el triunfo en caso de un fraude electoral, los partidos que
impulsan esa candidatura han puesto más empeño en disputarse las candidaturas
que en organizar al pueblo.
No vemos en el discurso de campaña el castigo a los
responsables de las masacres de Tlataya, el Charco y Aguas Blancas, no vemos el
compromiso de decir la verdad sobre el caso de los 43 estudiantes de
Ayotzinapa, ni se menciona el caso de los cientos de luchadores sociales
asesinados o desaparecidos.
Nosotros no descalificamos la lucha electoral, pero si nos
deslindamos de la que se da en las condiciones en que se asegura corromper la
voluntad popular y prostituir la lucha política, al propiciar competencias
electorales basadas en la compra de votos mediante dinero o despensas, láminas
de cartón y tinacos, porque ello significa una forma de prostituir al
electorado.
Observamos una estrategia de contrainsurgencia al tolerar y
alentar a los grupos del crimen organizado, el gobierno a través de sus
policías y los cuerpos policiacos saben quiénes son los jefes de tales grupos,
donde operan e incluso donde viven y en la mayoría de los casos los protegen a
cambio de compartir las ganancias.
Nosotros seguimos creciendo, a pesar de la presencia de los
grupos del crimen organizado, que le sirven de orejas y madrinas al gobierno,
seguimos creciendo con la estrategia de acumular fuerzas en silencio, porque
tenemos clara que nuestra estrategia es de guerra popular prolongada, pero no
descartamos que en ésta coyuntura electoral se den las condiciones de una
insurrección si la oligarquía y los poderes fácticos deciden cometer un fraude
contra la voluntad popular y en ese caso estaremos presentes y al frente,
porque aunque somos una fuerza modesta, el pueblo nos protege y nos cuida y hoy
queremos manifestar que debemos reforzar la organización en cada pueblo, barrio
y colonias.
Entendemos el sentir del pueblo cuando espera que un
candidato pueda derrotar al PRI, pero debemos ser claros, solamente la fuerza
organizada del pueblo y su conciencia, es la que podrá derrocar al régimen
corrupto y neoliberal que nos gobierna, para lograr soberanía nacional en lo
externo y democracia y justicia en lo interno.
Nuestra organización es consciente de que las revoluciones
las hacen los pueblos, pero lo hacen con organización y firmeza para defender
una causa, así ha sido en el pasado y así será; Por ello, si en verdad queremos
un cambio radical, se debe luchar porque se le devuelva a la patria la
soberanía sobre sus recursos naturales y al pueblo, la garantía de sus derechos
sociales como son; Educación, salud, empleo digno, vivienda, alimentación, así
como los derechos culturales y sociales de los pueblos indígenas, entonces
debemos entender que la oligarquía que nos gobierna no va a soltar sus
privilegios y por tanto, debemos organizarnos para defender la voluntad popular
hasta las últimas consecuencias, como dijo el Che: ¡¡¡Nos obligan a dar ésta
lucha, hay que preparase para darla y darla!!!
¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO ORGANIZADO¡¡¡
¡VIVAN LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS (LIBERACIÓN
POPULAR)¡¡¡
COMANDANTES:
EMILIO, ESPERANZA, TLACAELET, CAMILO.
MEXICO, A 23 de abril de 2018
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