Ciudad Juárez, Chihuahua.- La noche de este sábado un grupo de estudiantes tanto de Preparatoria como de Secundaria que se encontraba festejando un triunfo deportivo, fueron agredidos al interior de una vivienda en donde 13 de ellos perdieron la vida y 16 resultaron lesionados en su mayoría de gravedad.
Los hechos se registraron en el cruce de las calles Villas del Portal y Villa del Sauzal del Fraccionamiento Villas de Salvarcar en el interior de una vivienda abandonada marcada con el numeral 1310.
Según familiares y vecinos del lugar, los jóvenes se encontraban festejando que habían ganado un partido de una de las escuelas así como el cumpleaños de un joven que fue identificado como Horacio Camargo.
Cuando al lugar arribaron entre 12 y 15 sujetos a bordo de cinco autos y se introdujeron a la vivienda abandonada donde los jóvenes se encontraban para abrir fuego en contra de ellos.
En el lugar 13 de los jóvenes, en su mayoría de nivel Preparatoria, perdieron la vida y 16 fueron trasladados a recibir atención medica a diferentes instituciones medicas ante las lesiones recibidas.
Hoy por la mañana aun se encontraban elementos del Ejército Mexicano resguardando el área así como vecinos sorprendidos ante el lamentable hecho.
En el interior de la vivienda se pudo observar que los jóvenes no se encontraban bebiendo ningún tipo de alcohol y solo se encontraba un aparato de sonido con el que los jóvenes se divertían.
Hasta el momento solo se ha identificado al joven que supuestamente estaba festejando su cumpleaños y se cree que las edades de los jóvenes oscilan entre los 15 y 19 años.
Asimismo en el lugar de la masacre se pudo observar que vecinos asombrados intentaban limpiar el regadero de sangre ya que tanto en el interior de la vivienda como en la calle se encontraban charcos de sangre.
Por Antonio Muñoz Ciudad Juárez 31-01-10
No hay manera de contar las muertes violentas una mañana de domingo en ciudad Juárez. En realidad esa matemática del horror fronterizo nunca es confiable. La noticia de una masacre particularmente sangrienta en una fiesta de estudiantes de bachillerato –menores de edad según todas las probabilidades- deja un saldo de horror de 13 muertos y ocho heridos. La portada del diario digital -http://www.diario.com.mx/- nos sacude con la noticia de los hechos acaecidos la madrugada del domingo.
Se imponen dos comentarios previos: algo que agregar a la terrible desnudez de esta escueta nota El primero referente al hartazgo de la población ante una guerra impuesta desde el cálculo político y la distancia; dice la nota del Diario de Juárez: Cabe mencionar que los vecinos del sector casi linchan a los soldados y policías que llegaron al lugar de los hechos, ya que, aseguran, solo sirven para estorbar y pisar las evidencias en la escena del crimen. !Pobre Juárez tan lejos de los Pinos y tan cerca de “entregarle el alma a Dios”!.
Luego, la insensibilidad y oportunismo de la clase política hace necesario que se le exija silencio y respeto a los deudos sumidos en el dolor –así como a una población sometida a un experimento bélico irresponsable y sanguinario. Además, como es poco probable que los políticos reconozcan sus fallos y den marcha atrás a unos operativos que solo han venido a agravar la situación, la idea de una suspensión -temporal o definitiva- de las elecciones (como propuso Carlos Murtillo en El Espartaco: No soluciones, no elecciones) es una cosa que hay que comenzar a considerar. La de la masacre de preparatorianos de la Villa de Salvarcar, Juárez exige más que palabras. Los más de (s)cin-cuenta muertos de este fin de semana deben recuperar la voz para advertirnos que su muerte exige –más allá de la justicia- un replanteamiento del sentido de la ley.
http://www.chihuahuaresiste.
No hay manera de contar las muertes violentas una mañana de domingo en ciudad Juárez. En realidad esa matemática del horror fronterizo nunca es confiable. La noticia de una masacre particularmente sangrienta en una fiesta de estudiantes de bachillerato –menores de edad según todas las probabilidades- deja un saldo de horror de 13 muertos y ocho heridos. La portada del diario digital -http://www.diario.com.mx/- nos sacude con la noticia de los hechos acaecidos la madrugada del domingo.
Se imponen dos comentarios previos: algo que agregar a la terrible desnudez de esta escueta nota El primero referente al hartazgo de la población ante una guerra impuesta desde el cálculo político y la distancia; dice la nota del Diario de Juárez: Cabe mencionar que los vecinos del sector casi linchan a los soldados y policías que llegaron al lugar de los hechos, ya que, aseguran, solo sirven para estorbar y pisar las evidencias en la escena del crimen. !Pobre Juárez tan lejos de los Pinos y tan cerca de “entregarle el alma a Dios”!.
Luego, la insensibilidad y oportunismo de la clase política hace necesario que se le exija silencio y respeto a los deudos sumidos en el dolor –así como a una población sometida a un experimento bélico irresponsable y sanguinario. Además, como es poco probable que los políticos reconozcan sus fallos y den marcha atrás a unos operativos que solo han venido a agravar la situación, la idea de una suspensión -temporal o definitiva- de las elecciones (como propuso Carlos Murtillo en El Espartaco: No soluciones, no elecciones) es una cosa que hay que comenzar a considerar. La de la masacre de preparatorianos de la Villa de Salvarcar, Juárez exige más que palabras. Los más de (s)cin-cuenta muertos de este fin de semana deben recuperar la voz para advertirnos que su muerte exige –más allá de la justicia- un replanteamiento del sentido de la ley.
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