@emeequis Judith es cineasta y
programadora cultural; Rafael, un estudiante de excelencia; Mariana,
una aspirante a dramaturga o actriz. No se conocen, pero a Judith,
Rafael y Mariana algo los une: están en prisión, detenidos
arbitrariamente por la policía del DF el pasado sábado 1 de diciembre,
acusados de participar en los hechos de violencia ocurridos en el centro
de la ciudad.
Ninguno de ellos lo hizo. Gritaban, sí; protestaban, sí. Pero
nada más.
“Nos vale madres, tenemos luz verde”, respondió uno de los
policías cuando algún detenido quiso hacerlos entrar en razón.
.Con los escudos por delante, un pelotón de granaderos avanza por la calle Regina en el Centro Histórico. Es una pared humana que cubre por completo la vía. Mariana y Sergio miran cómo viene directo hacia ellos.
Ella es estudiante de primer semestre de Literatura Dramática y Teatro
de la UNAM; él, guitarrista. Ambos pertenecen a Artistas Aliados, un
grupo de actores, músicos y artistas de diferentes disciplinas que
apoyan activamente al movimiento #YoSoy132.
Han venido aquí, este sábado 1 de diciembre, para protestar por la
toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Se dirigen al Zócalo, en donde
planean realizar un pequeño performance, pero no podrán llegar.
Los acompaña un pequeño grupo de jóvenes de Nuevo León que, entre otros
manifestantes, no suman más de 35 personas. Como tantas otras veces,
portan banderas, pancartas y gritan a coro las consignas.
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Mariana al centro con chamarra verde, |
Aún no saben nada de los enfrentamientos entre jóvenes y granaderos
de esta madrugada en San Lázaro, ni de los disturbios que, a más de un
kilómetro de ahí, ya han dejado completamente destrozados gran parte de
los establecimientos de Avenida Juárez.
No lo saben, pero por la furia de los granaderos que avanzan en línea
recta hacia ellos entienden de inmediato que algo anda mal.
—Junto a un puesto de comida, caminaba un chavo, tranquilo, hacia
nosotros. Creo que no se había dado cuenta de nada —recuerda Sergio, con
voz atropellada—. Entonces, un grupo de granaderos se desprendió y
jalaron al chavo, lo perdimos entre el mar de policías. Fue brutal.
A pesar de la indignación de la multitud que intentaba rescatar a los
detenidos, que son golpeados, los jóvenes intentan mantener la calma,
salvarse a sí mismos. Con el miedo encima, se alejan, sin correr ni gritar. Una marcha casi fúnebre. Entonces escucharon la estampida que se les venía encima.
* * *
Mariana Muñliz, estudiante de
Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, aparece en esta foto, al
centro, con chamarra verde. Ha sido consignada al penal de Santa Martha
Acatitla
¿Dónde están los demás?
Mariana Muñiz fue detenida por los granaderos esa
tarde en la esquina de Filomeno Mata y 5 de Mayo, junto con otros 35
compañeros, de los cuales 20 eran mujeres. Fueron acusados de perturbar
la paz pública, a causa de los disturbios ocurridos en la avenida
Juárez, aunque numerosos testimonios y videos dan fe de que su recorrido
jamás pasó por ese punto.
En las galeras del Ministerio Público 50, mientras esperaba rendir su declaración, Mariana conoció a María Guadalupe Carrillo, docente de Filosofía en la Prepa 7, y a su hija, Fernanda Preciado.
—Platicamos varias veces. No sé cuanto tiempo estuvimos allí, perdimos la noción del tiempo
—cuenta ahora María Guadalupe, quien fue detenida en el mismo lugar que
Mariana y el grupo de Artistas Aliadas y los estudiantes de Nuevo
León—. Subimos a hacer la declaración juntas, pero Mariana ya no bajó.
Nos concentraron en una galera y, de inmediato, con una premura inusual,
nos dieron nuestras cosas y nos hicieron firmar.
—¿Y dónde están los demás? —preguntó Guadalupe, extrañada por la ausencia de Mariana y otros de los detenidos.
—Usted no pregunte. O qué, ¿no se quieren ir? —le respondieron y las dejaron en la calle, ni siquiera las dejaron amarrarse las agujetas.
De todos los estudiantes de teatro que fueron consignados junto con
Mariana, sólo ella continúa presa. El lunes 3 de diciembre fue
trasladada al reclusorio femenil de Santa Martha, en donde espera ser
procesada. El abogado y activista Jesús Robles Maloof, amigo personal
de la familia Muñiz, decidió tomar el caso en sus manos sin cobrar un
peso por sus servicios.
Al notar que la situación de Mariana y la familia Preciado era la misma decidió defenderlas en conjunto.
—¿Por qué, si la situación era tan parecida Mariana continúa presa? —se le pregunta vía telefónica.
—Yo las declaré exactamente igual a las tres. En los hechos estaban juntas. ¿Por qué no liberaron a Mariana? Porque no estaba su mamá, a diferencia de Ximena.
Una joven estudiante encarcelada con su mamá es un asunto explosivo. Un
hecho que hubiera destruido toda la hipótesis de los actos vandálicos.
Uno de los argumentos más endebles que encuentra Maloof, quien tuvo
acceso al expediente del caso, es que se trate de un solo texto de
imputación para la totalidad de los detenidos. Es decir, no hay
imputaciones individuales, sino que 65 personas responden por los mismos
actos.
Además, enfatiza Maloof, toda la imputación se basa solamente en el testimonio de cuatro policías.
Es decir, cuatro policías presenciaron lo que 69 personas hicieron y
son capaces de recordar sus caras a detalle. “Nunca había visto algo tan
incongruente en mi vida profesional”.
—¿Cuáles son los argumentos bajo los que se consignó a Mariana, entonces?
—No es un criterio jurídico, sino político. Mis defendidas fueron las
últimas en declarar. A las cuatro y media declararon. A las seis estaban
libres. Los operadores, los secretarios, ya estaban enojados a la hora
de las declaraciones. “¿A poco van a consignar a Mariana?”, le pregunté
a un funcionario, del que no quiero decir el nombre. Me contestó: “La
decisión no se dio aquí, se dio en una conferencia de prensa”. Me estaba insinuando que la orden venía de arriba, de la conferencia de Marcelo Ebrard.
* * *
Judith Contreras: “Me tienen encerrada. Ya me pegaron”
Judith Contreras fue detenida en el mismo punto en
que fue aprehendieron a Mariana, en Filomeno Mata y Cinco de Mayo.
Egresada de la carrera de Cine y Televisión, y coordinadora de
Programación del Cine Tonalá, su caso presenta las mismas
irregularidades. También ha sido consignada a Santa Martha.
A pesar de que no existe video o fotografía alguna que pruebe que
alguna mujer haya participado en los disturbios de avenida Juárez, de
las 65 personas aún recluidas, 20 son mujeres.
Juan Pablo Bastarrachea, programador del foro y jefe directo de
Judith, la describe como alguien “completamente responsable, muy
comprometida y de un trato cordial que pueden constatar todas las
empresas y artistas con las que ha tenido contacto”.
—Yo podría poner las manos al fuego por ella
—enfatiza—. Claro que asistió a la manifestación; estaba preocupada por
la situación del país, como muchos de nosotros. Pero de eso a incurrir
en actos de violencia, jamás.
“Me tienen encerrada. Ya me pegaron”, dice Judith en
un mensaje de texto dirigido a Juan Pablo. “¿Quieres que llame a
alguien?”, respondió él, genuinamente preocupado. Ella contestó que la
tenían incomunicada, en el MP 50, y que se negaban a explicarle nada.
Alrededor de las dos de la tarde, Juan Pablo le preguntó por novedades,
pero ya no obtuvo respuesta.
—Mis papás ya han tenido oportunidad de estar con ella durante dos
breves periodos —narra José Luis, hermano de Judith—. En términos
generales se encuentra bien. Está nerviosa e intranquila. No tendría por qué estar allí.
Según sus familiares y amigos, Judith no estaba involucrada en ningún
tipo de activismo, ni pertenecía al #YoSoy132; sólo asistía a algunas
manifestaciones en calidad de ciudadana. Generalmente iba sola.
* * *
“Ya no podré sacar libros de la biblioteca”
“Lo único que me preocupa de las vacaciones es que ya no podré sacar libros de la biblioteca”. Eso le dijo Rafael Romero a Silvia Flores la última vez que la vio.
Rafael cursa el noveno semestre de Ciencias Políticas y
Administración Pública en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.
Es considerado un alumno de excelencia, además de profesor adjunto en la
asignatura de Metodología de Investigación Política.
—Es totalmente pacífico. Estaba caminando tranquilamente cuando lo
agarraron entre varios policías en las inmediaciones del Monumento a la
Revolución, un lugar donde ni siquiera hubo desmanes —relata Silvia, tal
vez sin darse cuenta de que está describiendo el patrón de detención
durante el 1 de diciembre.
Aunque participa activamente en el movimiento estudiantil como
brigadista y otras labores, sus familiares y amigos insisten en alejarlo
del “bastión duro y grillero” con el que suele estigmatizarse a la
Facultad de Ciencias Política.
La revista universitaria Contratiempo emitió un comunicado
al respecto: aclara que Rafael jamás se ha visto involucrado en ningún
conflicto con las autoridades, además de destacar su trabajo académico
constante.
Durante su detención, fue golpeado con brutalidad en la espalda a pesar de que, según testigos, Rafael no portaba arma alguna y se encontraba en una clara desventaja numérica ante los ocho policías que lo cercaron.
Durante una reunión sostenida esta noche entre distintas
personalidades, como Daniel Giménez Cacho, Fabrizio Mejía y Bruno Bichir
con distintos funcionarios del gobierno del Distrito Federal, José
Ramón Amieva, parte del equipo de transición del próximo jefe de
gobierno, informó que esta semana liberarían a otros 28 detenidos, entre ellos a Rafael Adrián Romero al no encontrarse pruebas contundentes de los cargos que se les imputaban.
* * *
Mariana está rodeada por casi 30 granaderos. Junto a ella, una decena
de estudiantes de teatro tienen el mismo rictus de angustia, pero con
la seguridad de saberse inocentes aún mantienen cierta calma. Uno de
ellos tiene la idea de escarbar en su mochila y extraer los libros que
cargan en la espalda. Se sientan y leen en voz alta. Todos comienzan a
declamar poesía a gritos. Los versos de Neruda o de Sabines se estrellan
en las caras impasibles de los policías que no se mueven.
Discretos, algunos de ellos logran grabar la escena escondiendo el
celular entre las ropas. Más tarde, esos videos se presentarán como
pruebas de su inocencia para evitar que se consignen a los reclusorios.
No servirá de nada. La libertad será regresada con el mismo criterio
ilógico con que fue arrebatada.
—“Cállate, puta. Quién te crees, pendeja”, nos gritaban todo el tiempo
—narra Guadalupe Carrillo—. Nos jalaban de los cabellos para que nos
hincáramos. Yo estaba impactada ante el nivel de brutalidad policiaca. Ellos sabían que no habíamos hecho nada. Nos siguieron todo el tiempo.
No fueron pocos los que intentaron dialogar con los granaderos, apelar a su lado humano, tratarlos como iguales. Imposible.
—¿Te das cuenta que soy mujer? —cuestionó Guadalupe Couriño, de 35 años, a uno de los oficiales, luego de ser golpeada e insultada.
—Nos vale madre, tenemos luz verde —rieron, mientras a un kilómetro de distancia, los destrozos continuaban en Avenida Juárez.
Mariana presentó su declaración preparatoria hoy martes. El juez
decidirá si la consigna a un proceso de acto de formal prisión. Pero no
existen buenos indicios.
El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF
declaró que aplicará todo el rigor y el peso de la ley a los detenidos.
“Después de escuchar esa terrible declaración, dice Robles Maloof, es
que decidí hacer de esto una causa personal. No sólo porque Mariana es
mi amiga, sino porque están destruyendo una vida. Lo que está diciendo
en realidad es: ‘Vamos a ir contra ellos’. ¿No se supone que la ley se
aplica igualmente en todos los casos? La ley no tiene niveles de rigor ni de grados. No sabe lo que está diciendo”. ¶
video del recorrido de Mariana hasta que fué detenida
Para escuchar el audio sin que se duplique con el del blog, apaga el RADIO DEL BLOG en la columna derecha arriba de la tierra y la luna
http://youtu.be/3Pcmdbj3GBA
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