Ciudad de México, 7 de septiembre de 2013
Hermanas y hermanos del magisterio de nuestro país.
Ustedes maestros están escribiendo una de las páginas más destacadas de resistencia y desobediencia civil ante la imposición de “leyes” injustas y anticonstitucionales. Ustedes han desnudado el autoritarismo, las ilegalidades, la sordera de la clase y las graves repercusiones políticas y sociales a corto y mediano plazo de ese infame actuar.
Estos días y horas son el preludio de una gran batalla por venir ante la determinación del gobierno de traición nacional y sus aliados de avanzar en la consumación de las reformas hacendarias y energética, de la mano de su intento por terminar las protestas de cientos de miles de profesores y profesoras que en lugar de disminuir con la aprobación de la ley del servicio docente, van en aumento.
Nosotras y Nosotros, integrantes de la Proclama por el Rescate de la Nación hemos echado andar una iniciativa –desde hace más de un año- por enfrentar el desastre nacional desde la ciudadanía y los pueblos, poniendo en el centro que la dimensión de la ofensiva que hoy opera en contra de los sectores mayoritarios del país, nos reclama poner el centro el cuestionamiento al régimen en su conjunto, en el desplazamiento del poder de los traidores a la patria y en la lucha por el gobierno y el poder para rescatar a nuestra nación.
Un esfuerzo de esa magnitud que nos hemos propuesto es inviable sin la participación masiva de mexicanas y mexicanos que ansiosos de libertad, justicia y dignidad se lancen a la tarea más importante que pueden tener los pueblos: su liberación.
Vemos en luchas como la que ustedes están dando elementos de esa dignidad necesaria; en su defensa de la educación y la vocación de servir y ser pueblo de ustedes maestros, parte del proyecto popular democrático nacional que se ha ido construyendo en los últimos años de lucha en conexión con esas demandas históricas aún no cumplidas que vislumbraron nuestros pueblos en momentos como la Independencia y la Revolución; vemos en su inquebrantable lucha, la base para la generalización de la desobediencia civil y pacífica, que resulta crucial hoy para echar del gobierno a los neoliberales.
Saludamos y apoyamos la lucha que se está generalizando en todo el país. Sepan que caminaremos y lucharemos con ustedes en esta pelea que no sólo es de los maestros, sino de todas y todos los que defendemos la educación, el trabajo, la cultura y la patria.
Avanzaremos con ustedes en todo esfuerzo de lucha convergente que podamos ir consolidando.
Hacemos un llamado a las jornadas de lucha que hemos echado andar junto con muchos de ustedes:
-El 12 de septiembre con la movilización del Monumento a la Revolución al Congreso de la Unión en defensa del territorio, la soberanía, el derecho humano a la energía, y la aplicación de una tarifa social en el caso de la energía eléctrica, además de la solución al conflicto del SME; y,
-El 13 de septiembre con actos conmemorativos en honor a los Niños Héroes y los defensores de la Patria frente a la invasión estadounidense, y el memorial en honor de las víctimas de la violencia, promovido por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Actos que se llevarán a cabo en la ciudad de México y en toda la República.
En unos días definiremos otras acciones, ahí esperamos se apruebe la organización del Grito de Independencia para el 15 de Septiembre, pensando en una actividad donde crezca y se fortalezca la convergencia ciudadana, social, política y partidaria urgente e imprescindible para la defensa de los intereses estratégicos del pueblo mexicano.
Hermanos y Hermanas, trabajadores de la educación, en esta lucha se va la vida de nuestro pueblo, de nuestra nación; la que, a pesar de 500 años de injusticias, florece más allá de la frontera impuesta por los ocupantes de nuestros territorios. Hermanos y Hermanas la liberación esta próxima ¡despertemos!, es hora de ¡que se vayan neoliberales! los gobiernos de la traición nacional.
Proclama por el Rescate de la Nación
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