“La anexión de Crimea por (el presidente ruso Vladimir) Putin es una ruptura del orden en el que Estados Unidos y sus aliados confían desde el fin de la guerra fría, en el que las grandes potencias sólo intervienen militarmente cuando tienen consenso internacional a su favor o, en ausencia de él, cuando no cruzan las líneas rojas de una potencia rival”.
Por lo tanto, el crimen internacional más grave de esta era, la invasión de Irak por Estados Unidos y Gran Bretaña, no fue una ruptura del orden mundial porque, aunque no obtuvieron apoyo internacional, los agresores no cruzaron líneas rojas rusas o chinas.
En contraste, la anexión rusa de Crimea y sus ambiciones en Ucrania cruzan líneas estadunidenses. En consecuencia,
Obama se concentra en aislar a la Rusia de Putin, cortando sus lazos económicos y políticos con el mundo exterior, limitando sus ambiciones expansionistas en su propio vecindario y convirtiéndola de hecho en un Estado paria, informa Peter Baker en The New York Times.
En suma, las líneas rojas estadunidenses están firmemente plantadas en las fronteras de Rusia. Por consiguiente, las ambiciones rusas
en su propio vecindarioviolan el orden mundial y crean crisis.
Este aserto es de aplicación general. A veces se permite a otros países tener líneas rojas en sus fronteras (donde también se ubican las líneas rojas de Estados Unidos). Pero no a Irak, por ejemplo. Ni a Irán, al que Washington amenaza continuamente con ataques (
ninguna opción se retira de la mesa).
Tales amenazas violan no sólo la Carta de Naciones Unidas, sino también la resolución de condena a Rusia de la Asamblea General, que Estados Unidos acaba de firmar. La resolución comienza subrayando que la Carta de la ONU prohíbe
la amenaza o el uso de la fuerzaen asuntos internacionales.
La crisis de los misiles en Cuba también puso de relieve las líneas rojas de las grandes potencias. El mundo se acercó peligrosamente a la guerra nuclear cuando el entonces presidente John F. Kennedy rechazó la oferta del primer ministro soviético Nikita Kruschov de poner fin a la crisis mediante un retiro público simultáneo de los misiles soviéticos de Cuba y los misiles estadunidenses de Turquía. (Ya estaba programada la sustitución de los misiles de Estados Unidos por submarinos Polaris, mucho más letales, parte del enorme sistema que amenaza con destruir a Rusia.)
En aquel caso también, las líneas rojas de Estados Unidos estaban en la frontera de Rusia, lo cual era un hecho aceptado por todos los involucrados.
La invasión estadunidense de Indochina, como la de Irak, no cruzó líneas rojas, como tampoco muchas otras depredaciones estadunidenses en el mundo. Para repetir este hecho crucial: a veces se permite a los adversarios tener líneas rojas, pero en sus fronteras, donde también están colocadas las líneas rojas estadunidenses. Si un adversario tiene
ambiciones expansionistas en su propio vecindarioy cruza las líneas rojas estadunidenses, el mundo enfrenta una crisis.
En el número actual de la revista International Security, de Harvard-MIT, el profesor Yuen Foong Khong, de la Universidad de Oxford, explica que existe una
larga (y bipartidista) tradición en el pensamiento estratégico estadunidense: gobiernos sucesivos han puesto énfasis en que un interés vital de Estados Unidos es prevenir que una hegemonía hostil domine alguna de las principales regiones del planeta.
Además, existe consenso en que Estados Unidos debe
mantener su predominio, porque
la hegemonía estadunidense es la que ha sostenido la paz y la estabilidad regionales, eufemismo que se refiere a la subordinación a las demandas estadunidenses.
Como son las cosas, el mundo opina diferente y considera a Estados Unidos un
Estado pariay
la mayor amenaza a la paz mundial, sin un competidor siquiera cercano en las encuestas. Pero, ¿qué sabe el mundo?
primacía económicaen Asia y, como Rusia, tiene
ambiciones expansionistas en su propio vecindario, con lo cual cruza las líneas rojas estadunidenses. El reciente viaje del presidente estadunidense Obama a Asia tenía el objetivo de reafirmar la
larga (y bipartidista) tradición, en lenguaje diplomático.
discurso emocionalen el que el gobernante ruso explicó con amargura que Estados Unidos y sus aliados “nos han engañado una y otra vez, han tomado decisiones a nuestras espaldas y nos han presentado hechos consumados, con la expansión de la OTAN en Oriente, con el emplazamiento de infraestructura militar en nuestras fronteras. Siempre nos dicen lo mismo: ‘Bueno, esto no tiene que ver contigo’”.
un centímetro hacia el este, en referencia a Alemania Oriental.
vecindariohistórico de Rusia. Pero eso
no tiene que vercon los rusos, porque la responsabilidad de Estados Unidos de
sostener la paz y la estabilidadrequiere que sus líneas rojas estén en las fronteras rusas.
sostener la paz y la estabilidad.
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