boteo, tarea que regularmente llevan a cabo para acopiar recursos para sus actividades escolares y estudiantiles. Al retornar a su escuela ocuparon tres autobuses sin pasajeros; sobrevino entonces su persecución por la policía municipal y grupos de pistoleros que dispararon armas de grueso calibre a los transportes que habían abordado. La saña e histeria policiaca de esa noche también incluyó disparos a autobuses que no conducían estudiantes y automóviles particulares. Los ataques tuvieron por resultado, según la procuraduría estatal, seis muertos y 25 heridos; varios por arma de fuego y graves. Por su parte, los estudiantes han denunciado la muerte de tres compañeros, cinco heridos por balas, 20 detenidos, otros tantos desaparecidos y la participación de otros cuerpos de
seguridaden la agresión.
Lo ocurrido en Iguala reitera la existencia de una persecución sistemática hacia las movilizaciones sociales, comunitarias, magisteriales, populares y estudiantiles en la entidad guerrerense, gobernada bajo la franquicia de un partido que todavía se proclama de
izquierda. Los homicidios de dirigentes campesinos, activistas sociales, opositores políticos y encarcelamiento de múltiples líderes de movimientos en resistencia son una constante. Una nueva versión de guerra sucia padecida en otros tiempos por la población sureña: Ayotzinapa es un absurdo y dramático ejemplo de esa violencia.
rurales y socialistascasi por regla general las autoridades educativas y el gobierno amenacen con cerrar sus escuelas o acudan a su persecución y represión. No los escuchan ni atienden, pero siempre pretenden atinarles.
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