Organización
de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra
Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal,
Ch'enalvo', Chiapas, México.
22
de diciembre de 2013
A
las Organizaciones Sociales y Políticas
A
las y los Defensores de los Derechos Humanos
A
los Medios de Comunicación Alternativos
A
la Prensa Nacional e Internacional
A
la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A
las y los Adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
Hermanos
y hermanas:
Agradecemos
al Corazón del Cielo y Corazón de la Tierra y a nuestros Formadores
y Creadores por haber cuidado la lucha de Las Abejas y otras luchas
que también están construyendo un mundo más justo, digno y humano.
También agradecemos por guardar y preservar la memoria de la masacre
de Acteal y por darnos fuerzas y sabidurías para seguir en la
resistencia ante el sistema capitalista neoliberal.
Nuevamente
nos saludamos y abrazamos nuestros corazones y pensamientos aquí en
la Tierra Sagrada de Acteal en donde hace 16 años, un 22 de
diciembre de 1997, paramilitares del municipio oficial de Chenalhó,
del partido PRI y del partido Cardenista, creados y financiados por
el Estado mexicano y formados y entrenados por el Ejército Federal;
masacraron a 45 hombres y mujeres y más 4 que aún no nacían.
Este
16 aniversario de la Masacre de Acteal lo recordamos iluminados por
una luz que sale de esta Tierra Sagrada de Acteal pero esta luz
brilla en medio de tinieblas que están cubriendo nuestro país como
unas nubes muy oscuras y amenazadoras.
La
violencia que cobró 45 vidas en Acteal se ha ido extendiendo en
México como una hierba mala: Ya los muertos no se cuentan por
decenas sino por miles y por decenas de miles. La guerra de Felipe
Calderón contra el pueblo mexicano (aunque dicen que es contra el
crimen organizado) no se ha acabado con Enrique Peña Nieto y ya son
más de 90 mil los muertos de esa guerra. Sufren violencia nuestros
hermanos y hermanas migrantes, sufren violencia los familiares de los
muertos y desaparecidos que piden justicia, sufren violencia los
maestros y todos los que protestan contra las políticas del mal
gobierno. Hay además otra violencia que no mata con balas, pero
también mata poco a poco: la violencia de los que no tienen trabajo,
de los que trabajan pero reciben un pago que no alcanza para vivir,
la violencia de los jóvenes que caen en la droga y en el alcohol por
falta de oportunidades, la violencia de la ruptura del tejido social,
la violencia de las promesas del gobierno que engaña al pueblo para
ofrecerle cosas bonitas mientras lo despoja de lo poco que tiene.
Hermanos
y hermanas, México está gobernado por una mafia de políticos y
políticas y, hacen lo que les da la gana; usan leyes para saquear a
nuestro país, se han auto-autorizado para reelegirse en el poder y
se han auto-autorizado para reprimir, para asesinar a luchadores y
luchadoras sociales. A estos politiqueros y malos gobiernos muchos
les han llamado “vende patrias”, y realmente porque así actúan.
Estos malos gobiernos ya no tiene nombre lo que le están haciendo a
nuestro México, hacen reformas constitucionales destruyendo golpe
tras golpe todas las conquistas que se habían ganado con la sangre
de los campesinos que hicieron la revolución mexicana. Primero,
Carlos Salinas quitó de la constitución los derechos agrarios,
después Felipe Calderón se lanzó contra los derechos laborales y
ahora Enrique Peña Nieto quiere privatizar el derecho a la educación
y ya logró borrar el derecho de los mexicanos a sus recursos
naturales. Eso es lo que hizo con la llamada reforma energética que
no es más que entregar todas las riquezas de nuestra tierra, las
minas, el petróleo y los demás recursos naturales a los
extranjeros.
En
el Popol Vuh, el libro de la sabiduría de nuestros abuelos mayas
quichés, hay una historia de un piojo que debe llevar un mensaje de
los señores de Xibalba a los gemelos Hunapú e Ixbalanké; al piojo
se lo come un sapo, al sapo se lo come una serpiente y a la serpiente
se la come un águila. Cuando llega a donde debe entregar el mensaje,
de la boca del águila sale la serpiente, de la boca de la serpiente
sale el sapo, de la boca del sapo sale el piojo y éste finalmente
entrega el mensaje.
Pensamos
que esto es como lo que pasó con el Tratado de Libre Comercio que
firmó Carlos Salinas. De la boca del TLC salió el plan
contrainsurgente Chiapas 94 para reprimir a los zapatistas y a todos
los que están en contra del plan del gobierno. De la boca del Plan
Chiapas 94 salió el operativo que ejecutó la Masacre de Acteal. Y
ahora finalmente, con el gobierno de Peña Nieto el piojo nos dio a
conocer cuál era el mensaje de los señores de Xibalbá: quieren el
petróleo y todas nuestras riquezas. Por eso podemos decir que la
política de los gobiernos priístas y panistas es la misma desde que
Salinas firmó el TLC hasta que Peña Nieto entregó el petróleo a
los extranjeros. Y nuestros hermanos y hermanas masacrados en Acteal
fueron víctimas de esa misma política. Y por eso podemos decir que
nuestros hermanos y hermanas murieron defendiendo la paz pero también
defendiendo el derecho de los mexicanos a no ser despojados de sus
recursos que les da nuestra Madre Tierra.
Lo
que molestaba a los señores de Xibalbá en el Popol Vuh era el ruido
que hacían los gemelos cuando jugaban a la pelota. Querían
callarlos. Y para eso los invitaron a jugar con ellos, pero a jugar
con sus reglas de ellos que estaban llenas de trampas. Así es ahora
en México: todos tienen que jugar el juego del gobierno con las
reglas que el mismo gobierno pone. La contrainsurgencia que ahora es
para todos, no nada más para los indígenas de Chiapas, tiene dos
partes: el engaño y la represión. Como dicen algunos, la zanahoria
o el garrote. O, como hemos dicho las Abejas en otras ocasiones, las
balas de azúcar y las balas de plomo.
Y
es precisamente lo que hacen estos malos gobiernos en turno o sea
Manuel Velasco y Peña Nieto con programas como la Cruzada Nacional
contra el Hambre. Han creado programas asistencialistas aprovechando
las necesidades de la gente en las comunidades, pero, su objetivo es
adormecer su conciencia para tapar los saqueos y entrega de nuestro
país a los extranjeros neoliberales. Y lo peor y lo indignante, es
que, para que la gente se deje llevar por el “encanto”; hacen
propagandas, se promocionan diciendo que su gobierno traen cosas
buenas y apoya al pueblo.
Pero
nosotros volvemos a la sabiduría de nuestros primeros padres y
madres, dice: el
mal o el diablo o el monstruo cuando ve que no caes en su trampa,
entonces se disfraza en un camino resplandeciente o en una mujer
hermosa o un hombre hermoso y cuando tomas ese camino bonito, según;
o cuando te gusta esa mujer u hombre, o sea cuando ya caíste en
aquella trampa, se desaparece todo el encanto, porque es un engaño y
cuando recobras el sentido, te das cuenta que ese camino
resplandeciente, realmente; es sucio, espinoso y oscuro. Y esa mujer
u hombre hermoso realmente es una víbora o un monstruo.
A
16 años de la masacre, esta Tierra Sagrada de Acteal está viviendo
otra vez la presencia de desplazados en esta comunidad que los acoge
de nuevo con la hospitalidad que tuvo en 1997. Se trata de los 98
desplazados de la Colonia Puebla por un problema que ya tiene 8 meses
y no se resuelve. Ahora el gobierno dice que ya quiere resolver el
problema y que los desplazados retornen a sus casas, pero como que
nos quiere poner unas condiciones para según ellos resolver el
problema. Las condiciones son que no hablemos de paramilitares, que
no exijamos justicia y que nos callemos. El presidente municipal
priísta de Chenalhó José Arias Vázquez, exigió a los desplazados
a no denunciar ante los medios de comunicación, las agresiones y
robo que sufrieron nuestros hermanos católicos, bautistas y también
miembros de Las Abejas y bases del EZLN. Además las autoridades
estatales y federales quieren que la base de la solución sea la
entrega de programas de gobierno. Nosotros no podemos aceptar esas
condiciones porque se parecen mucho a lo que pedían los señores de
Xibalbá.
Quieren
que no hablemos de paramilitares pero el problema de Puebla empezó
cuando salió de la cárcel por decisión de la mal llamada “suprema
corte de justicia de la nación” Jacinto Arias Cruz originario de
Puebla que era presidente de Chenalhó en 1997 y repartía armas a
las comunidades paramilitares. El comisariado de Puebla Agustín
Cruz Gómez no puede negar que fue él quien encabezaba a los que
exigían el pago para comprar armas y a quienes amenazaban y
golpeaban a los que no cooperaban. Y como no puede negarlo lo único
que dice es que ya olvidemos el pasado y en eso lo apoyan las
autoridades municipales, estatales y federales. También andan
diciendo ahora que el problema no son los que actuaron en 1997 sino
que son los jóvenes y que ellos no los pueden controlar. Esas son
las semillas envenenadas que deja la impunidad. Así es que no vamos
a olvidar hasta que haya justicia o hasta que muestren que
verdaderamente han cambiado sus corazones.
Quieren
que no hagamos denuncias y que no se sigan las averiguaciones
penales, pero fue precisamente porque no escucharon nuestras
denuncias y porque no se hicieron las actuaciones penales en 1997 por
lo que sucedió la Masacre de Acteal. Recordamos cuando fuimos a
denunciar los hechos previos de Acteal, no tomaron en cuenta nuestras
declaraciones. ¿Y ahora nos piden que nos callemos y dicen que
entonces se resolverán los problemas?
Y
después de dejar de lado la justicia y la verdad el gobierno dice
que los problemas se resolverán con apoyos productivos y programas
comunitarios.
Hermanas
y hermanos: Nosotros no caemos en esas trampas y encantos; gracias a
la sabiduría de nuestros primeros padres y madres, gracias a nuestra
experiencia de lucha y resistencia y gracias a la memoria que es lo
importante para saber hacia dónde caminar y cómo tenemos que
luchar. No podemos callarnos. Nadie nos puede callar. Porque la
sangre de nuestros hermanos y hermanas es sagrada y digna y no se
puede traicionar. Nuestra misión es denunciar las injusticias, el
abuso de autoridad y la impunidad. Porque no nada más queremos
justicia por Acteal, sino, por otras masacres y casos de violaciones
a los derechos humanos en todo México. Hoy a 16 años de Acteal,
nuestra memoria, nuestro corazón, nuestra voz nombran Tlatelolco, el
“Halconazo”, Aguas Blancas, Guardería ABC, Pasta de Conchos,
hermanos y hermanas migrantes asesinados, los más de 90 mil muertos
por la guerra de Felipe Calderón Hinojosa. Es tan larga la lista de
los crímenes cometidos por los malos gobiernos del PRI, PAN en la
historia de nuestro país.
Aunque
la realidad en México se oscurece, cada vez más se aclaran nuestros
ojos. Miramos el México de arriba a través de sus acciones, de sus
traiciones y despojos. En México está claro que el sistema de
justicia está podrido, ya no sirve. No esperamos que los y las
jueces, ministros lleven a juicio a los autores intelectuales de la
masacre de Acteal, porque son parte del sistema corrupto.
Pero,
también cada vez más el México de abajo va creciendo su
indignación y su lucha y su organización. La
justicia no va a venir de allá arriba. Si
el pueblo quiere justicia, el pueblo tiene que construir la justicia.
Los pueblos ya estamos caminando en la construcción de la otra
justicia, uno de los caminos es con el Tribunal Permanente de los
Pueblos (TPP) y tenemos que juntarnos más. Porque no nada más
queremos justicia por Acteal, sino, por otras masacres y casos de
violaciones a los derechos humanos en todo México.
Todos
y todas tenemos que aportar a que México tenga una justicia justa y
digna. Que desde nuestros pueblos, comunidades, colectivos,
movimientos, países, continentes, etc., sigamos luchando. Sabemos
que cada quién tiene su propia manera de trabajar y luchar, o sea
nadie es superior ni inferior. Lo que sí es muy importante es que
luchemos contra el mismo monstruo y hacer realidad la construcción
de un mundo justo, humano y digno en donde quepan los mundos que
existan en este universo.
No
se nos olvide que el mal gobierno reforzará más su ataque contra
nosotros y nosotras, el gobierno cada rato busca justificar su
represión, para imponer su policía, su militarismo o sea su
política de destrucción. Es entonces que nuestras luchas deben de
ser pacíficas. Y organizarnos más, cada vez que el sol sale, cada
vez que la luna cambie de fase y cada vez que respiremos.
A
16 años de la masacre de Acteal aquí seguimos luchando y guardando
la memoria y no permitir nunca el olvido. Ayer 21 de diciembre
nuestra madre y protectora; la Virgen de la Masacre de Acteal,
regresó a su nueva casa, donde también ella fue baleada en la
conocida ermita de Acteal. Ahí en su nueva casa nos seguirá
acompañando y junto con ella seremos los y las guardianes de la
memoria y la esperanza.
En
la Biblia encontramos estas palabras de JMetic María: Dios derriba
del trono a los poderosos y levanta a los humildes. Eso mismo dice la
sabiduría de nuestros primeros padres y madres: el
soberbio, la soberbia, el que no respeta y abusa, no puede tener
larga vida y tarde o temprano caen.
Aquí
se acaba nuestra palabra, nuestro pensamiento, nuestros deseos y
decisiones. Gracias hermanos y hermanas que siempre nos han escuchado
y por su compromiso incondicional con nuestra lucha. Agradecemos
también a los compañeros y compañeras de los medios libres por
darnos siempre en su espacio, porque así se sigue conociendo nuestra
lucha y palabra.
Y
finalmente Gracias Corazón del Cielo, gracias Corazón de la Tierra.
Sigan cuidándonos y dándonos más sabidurías y fuerzas para seguir
siempre pacifistas, como lo fueron nuestros hermanos y hermanas
masacradas aquí en Acteal.
Atentamente
La
Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Por
la mesa directiva:
Rosendo
Gómez Hernández Antonio
Vázquez Gómez
Lorenzo
Pérez Ruiz Juan Gómez
Ruiz
Elías
Gómez Pérez
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